Turquía ataca el norte de Siria bajo el silencio de Rusia y de la comunidad internacional

El ejército turco y sus tropas afiliadas han intensificado los ataques sobre el norte de Siria. Las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) han respondido a la agresión. La ofensiva se dirige principalmente contra la ciudad de Ain Issa, capital administrativa de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), conocida popularmente como Rojava, y la autopista M4 en su tramo cercano a la ciudad. Aunque la operación no ha sido oficialmente anunciada, desde hace cuatro días el ejército turco ataca con artillería pesada y drones la ciudad de Ain Issa y sus poblaciones aledañas.

La noche del 18 de diciembre, las tropas afiliadas a Turquía lanzaron un ataque por tierra a las poblaciones de Mişerfa y Celbê, al este de Ain Issa, y a la aldea de Seyda, al oeste de la ciudad. Al menos dos civiles han resultado heridos durante los enfrentamientos y tres han quedado atrapados bajo los escombros de un edificio derrumbado por los bombardeos en Mişerfa. Asimismo, según informaciones del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 10 soldados de las tropas afiliadas a Turquía han muerto durante los enfrentamientos.

A pesar del acuerdo del alto al fuego firmado en marzo de este año entre Rusia y la AANES para la protección del norte de Siria, las tropas rusas y el ejército sirio, que mantienen puestos de observación y bases militares en la zona, no han dado ninguna respuesta a los ataques. El portavoz de las FDS, Kino Gabriel, en una declaración en exclusiva para El Salto, ha declarado que “tanto Rusia como el régimen sirio no están actuando en favor del interés del área o de la población, sino en su propio interés”. Y continuó: “Es muy preocupante para nosotros que esta actuación pueda abrir más acuerdos entre Rusia y el régimen sirio con Turquía sobre otros territorios de Siria”.

Días antes de la intensificación de los ataques por parte de Turquía, Rusia propuso a la AANES la entregar del control de la ciudad al régimen sirio. La AANES se negó a dicho acuerdo, pero llegó al compromiso de permitir el despliegue de tres puestos de observación rusos y del ejército sirio en los alrededores de Ain Issa. Dichos puestos de control fueron desplegados, pero en ningún momento las tropas han hecho ningún movimiento por impedir los ataques turcos. La invasión turca en la región del norte de Siria coincide con la evacuación de varios de los puestos de observación turcos en Idlib, al oeste de Siria, la semana pasada.

Las protestas y manifestaciones contra la invasión turca, así como la inacción de los ejércitos ruso y sirio, han tenido lugar en varias ciudades de la AANES. Los propios habitantes de de Ain Issa protestaron el pasado viernes frente a la base militar rusa cercana a la localidad.

La ciudad de Ain Issa es un enclave estratégico del norte de Siria. La autopista M4 que la atraviesa, une las ciudades de Kobane, Manbij, Raqqa y Haseke entre sí. Kino Gabriel ha confirmado que “la toma de la ciudad de Ain Issa y el control de la autopista M4 por parte de Turquía significaría la incomunicación entre los cantones de Kobane y Cizire, y abriría las puertas a Turquía y sus mercenarios para tratar de controlar otras áreas como Raqqa, Shirin, o Kobane”.

Los ataques de Turquía no solo se concentran en la zona de Ain Issa, sino que también han abierto fuego en las regiones de Til Temir, en el cantón de Cizire, y en la región de Shehba, al norte de Alepo, la cual acoge a miles de refugiados del cantón de Afrin, región ocupada por el Estado turco desde 2018.

FUENTE: Sara Ainhoa de Ceano-Vivas Núñez / El Salto Diario

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