“En todo el mundo nos enfrentamos al mismo enemigo”

Maria Edgarda Marcucci (Eddi) es una de las internacionalistas italiana que se unió a las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en Rojava (Kurdistán sirio). Además de participar en el movimiento de mujeres de la región, también fue parte de la resistencia en la cantón kurdo de Afrin en 2018, año en que el Estado turco bombardeó durante dos meses para luego ocupar la zona.

De vuelta a su país, Eddi fue investigada y sentenciada a medidas especiales de vigilancia por ser considerada “peligrosa”, según la justicia italiana.

Marcucci, entrevistada por el diario Ozgur Politika, señaló que la medida judicial en su contra “es diferente a las demás, (ya que) no se ha cometido ningún delito. Es una sentencia política que crea un precedente peligroso para el internacionalismo en Italia y en toda Europa”.

La internacionalista explicó que con medidas de este tipo “quieren desalentar cualquier conexión entre Europa y Kurdistán, quieren impedir que la filosofía de Serokati (Abdullah Öcalan) se difunda y negar la experiencia de la posibilidad de vivir según los valores de la sociedad. A pesar de que es la primera vez en Italia, otros estados europeos trataron de presentar las acusaciones más imaginativas e instrumentales contra muchos internacionalistas”.

“Está claro el intento de atacar el internacionalismo y crear las condiciones para que este ataque sea muy pesado”, advirtió Eddi.

Al ser consultada de su experiencia en Rojava, Marcucci remarcó que “a veces nos sentimos impotentes en nuestras luchas, nos falta moral y perspectiva”, pero “la experiencia en Rojava me enseñó que la lucha es un proceso de toda la vida. Por supuesto, tendrás altibajos pero cuando unimos toda nuestra inteligencia y voluntad, no hay nada que no podamos lograr, y todos los problemas se pueden resolver”.

“Comprendí que la revolución no significa carecer de problemas –reflexionó-, es algo que está lejos de eso en realidad, es un desafío constante, pero la diferencia es cómo enfrentas esos desafíos, según qué valores y qué propósito. Esta fue la experiencia más profunda para mí con las YPJ y el movimiento de mujeres”.

Eddi estimó que “la ideología de la liberación de la mujer es una herramienta fundamental para analizar este mundo hoy en día. Sin ella, creo que estaríamos en problemas aún mayores. Necesitamos profundizar nuestro entendimiento y nuestras prácticas, y compartirlo con más y más mujeres, pero ya ha hecho mucho por mujeres como yo que quieren cambiar la sociedad”.

Al referirse a su participación en la defensa de Afrin, Marcucci contó que estuvo en la zona “durante casi un año y tuve el honor de participar en la resistencia”. “Fue increíble cómo la sociedad en su conjunto resistió la invasión –agregó-. Es difícil para mí resumir un significado, porque hay tanto que decir. Aun así, creo que las palabras de Sehid Helin son el mejor ejemplo que puedo dar: ‘Si amas a tu propia gente lo suficiente como para luchar y morir por ellos -y tienes que hacerlo si quieres ser un revolucionario-, entonces amarás también a la gente de lejos lo suficiente como para luchar y morir por ellos’”.

“Cada ataque al confederalismo democrático es un ataque a las comunidades globales –afirmó Marcucci-. En todo el mundo nos enfrentamos al mismo enemigo y a cuestiones similares. La libertad de las mujeres está en la cima de la lista con todas las intersecciones que esta lucha tiene con la ecología, la defensa de los recursos naturales y culturales, y la toma de decisiones democráticas”.

Para finalizar, Eddi dijo que “los últimos movimientos en todo el mundo nos mostraron cómo las nuevas generaciones tienen una clara comprensión del mundo en su conjunto, la globalización es un hecho para ellos y luchan por convertirla en una fuerza común entre las personas que quieren construir un mundo diferente”.

FUENTE: Ozgur Politika / ANF / Edición: Kurdistán América Latina