La situación actual de HDP y DBP: construcción y defensa

La siguiente extensa entrevista con Besime Konca -adjunta por Siirt del Partido Democrático de los Pueblos (HDP)- y Muharrem Erbey -vicepresidente del Partido de las Regiones Democráticas y por largo tiempo presidente de la organización pro derechos humanos IHD- se llevó a cabo durante su visita a Berlín el 19 de diciembre de 2015. Fue publicada por primera vez en alemán en la edición de marzo de 2016 de Kurdistán Report.

Los entrevistados hablan sobre el deterioro de la situación en el sudeste de Turquía (Kurdistán Norte), la democratización, la resolución de la cuestión kurda y la política de islamización del gobierno turco y su apoyo a los yihadistas.

¿Cuáles son sus pensamientos sobre su viaje actual a Alemania?

Besime Konca: En los últimos meses se han incrementado los comentarios sobre las atrocidades del Estado Islámico (IS), pero estamos aquí para aclarar que la cuestión de los derechos humanos en Oriente Medio también debe ser vista desde otro ángulo. No se ha entendido en Europa y Occidente que el gobierno del AKP no se ha movido un ápice en relación con los derechos humanos y que la cuestión de la carencia de un estado del pueblo kurdo no ha merecido ningún momento de atención por parte de Alemania y Occidente. Esto sólo se discute cuando hay una guerra en marcha, pero incluso entonces no se pone en realiza ningún movimiento. En los años noventa, tres millones de kurdos fueron enviados al exilio y un millón viven aquí en Alemania, pero en esta situación los kurdos no pueden vivir su propia cultura, son criminalizados y asimilados y explotados como mano de obra barata. La cuestión kurda es una cuestión internacional, no sólo concierne al AKP o Turquía. La solución, por lo tanto, sólo puede ser internacional.

En su opinión, ¿cómo se entiende en el oeste de Turquía la guerra en las ciudades de Kurdistán Norte? ¿Existe la solidaridad, como la hubo con las protestas Gezi?

B.K .: En trece años de gobierno del AKP, Turquía ha cambiado de manera profunda. Tanto la prensa como la oposición han sido silenciados, la mitad de la sociedad esta cautiva por medios económicos, a través del dinero, la otra mitad oprimida por la violencia; había un clima de silencio, y el silencio se rompió con la resistencia de Gezi. En particular, la organización masiva del ISIS en Turquía y el apoyo prestado por el Estado, ha dado lugar, por una parte, a la solidaridad entre la oposición, pero por otro lado al miedo y la intimidación. Como HDP, representamos a una coalición muy fuerte, una que viene de muy diferentes áreas -izquierdistas, socialistas, intelectuales, demócratas, el movimiento de mujeres-, pero en el oeste de Turquía todavía no existe un interés profundo de las masas sobre la situación en las ciudades kurdas. Esto se debe a que aquéllos que se ven involucrados en las protestas o bien terminan en prisión o, como hemos visto en Ankara, acaban masacrados. El encarcelamiento de Can Dündar y Erdem Gül (editor jefe y director de la oficina del periódico Cumhuriyet) ha dejado bastante clara esta política. Siempre hay personas que elevan su voz, pero no hay ninguna actividad de masas. Unos 60 canales retransmiten propaganda del gobernante AKP, mientras que sólo dos o tres canales están informando desde nuestra perspectiva. Todo está prohibido en Turquía. La página web de la agencia de noticias DIHA se ha clausurado, Internet y las redes sociales están bloqueados y todos los canales de distribución están dominados por la opinión del gobierno, lo que significa que realmente podemos hablar de una manipulación muy grave de la información.

Vamos a hablar de la situación en las ciudades kurdas del norte. ¿Por qué los toques de queda impuestos por el Estado? ¿Hay alguna relación con las elecciones del 7 de junio?

B.K.: El AKP ha impuesto un cambio de régimen, independientemente del sistema presidencial que quiere introducir, transformando Turquía de manera efectiva en una república islámica. Quieren establecer una Turquía islámica conservadora. Reprimen a los kurdos, los alevitas y todos los otros grupos étnicos, así como a los seculares del Partido Republicano del Pueblo (CHP). Quieren construir Turquía sobre la base de una ideología islámica. Pudieron gobernar solos hasta el 7 de junio de 2015, pero cuando el HDP alcanzó el 13% de los votos, superando así el umbral electoral, el AKP ya no podía gobernar en solitario y comenzó una nueva fase. El AKP hizo todo lo posible para aumentar la confrontación, porque el hecho de que el HDP hubiera superado el obstáculo del diez por ciento significaba el fin del gobierno de partido único del AKP y la democratización inminente de Turquía, ya que la estructura del HDP se conforma de todos los ignorados, de los grupos étnicos e identidades desdeñados. Que estas identidades estuvieran ahora también en el Parlamento significaba que ni el AKP ni el CHP podrían haber gobernado solos. Un gobierno de coalición habría significado la democratización de Turquía. El único objetivo, por tanto, tras las elecciones, era presionar al HDP por todos los medios para que cayeran en el umbral, aterrorizarlos y presentar la guerra como necesaria a las gentes de Europa y América. Con el fin de anular a una oposición organizada, los partidarios del HDP han sido calumniados como aliados del terrorismo, y se ha utilizado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como base para esta manipulación. Lo que el AKP quiere es la autocracia, a fin de introducir el sistema presidencial y suprimir a toda la oposición.

¿Qué indujo a anunciar la “autonomía democrática”?

B.K.: Esta fase se introdujo el 8 de junio. La autocracia del AKP había terminado y Erdogan hizo una aparición diciendo “no acepto estas elecciones, voy a establecer unas nuevas elecciones”. A esto se debió que se anulase el acuerdo de Dolmabahçe con Abdullah Öcalan y se tomase la decisión de declarar una guerra contra los kurdos. El apoyo al ISIS y el deseo de Erdogan de ver la caída de Kobanê ya lo habían dejado claro. Cuando Kobanê no pudo ser destruida por el ISIS, la política del AKP volvió a dirigirse contra el pueblo. Y se desarrolló a partir de una lógica de la prohibición, la represión y una política bélica, con el fin de detener la difusión del éxito de Kobanê en Turquía.

En concreto, ¿qué ha significado la construcción de los consejos y la autodefensa?

B.K .: El programa del HDP y del DBP ya ha quedado anclado por el principio de auto-administración y estaba claro que este principio tendría que ser implementado después del acuerdo de Dolmabahçe con el gobierno turco. A medida que nuestras decisiones dejaban de ser reconocidas tras las elecciones, comenzaron a fundarse los nuevos consejos de distrito, los consejos de la juventud y los consejos de las mujeres. La propia gente comenzó a organizar el sistema de auto-administración a nivel político, cultural y económico. Los consejos de distrito promueven la fundación de comunas. Han empezado a declarar su autonomía por iniciativa propia: al igual que el distrito A, nosotros, como distrito B, declaramos nuestra auto-administración y así sucesivamente. Estamos organizando nuestra propia administración y cultura, incluyendo clases de kurdo, estamos construyendo nuestras propias escuelas y las gestionamos nosotros mismos de acuerdo a nuestra propia voluntad, decidiendo sobre nuestro propio liderazgo. Los lugares de ejercicio de la autodefensa, de barricadas y trincheras, son enclaves donde el HDP y el PAD ganaron el 90-95% de los votos. Estos son los lugares donde la gente se organiza y auto representa completamente por medio de su propia auto-administración. El proceso de construcción de las comunas ha sido así durante años, aunque obstaculizado por la represión estatal. Los consejos se han formado una y otra vez y sus representantes han sido detenidos, entre ellos alcaldes y co-presidentes de los consejos. Quienes han hablado o participado han sido detenidos. También ha habido centros educativos y escuelas kurdas, pero el Estado siempre les ha obligado a cerrar. Así que el pueblo ha dicho: “Estamos desarrollando nuestras propias formas de autodefensa y vamos a cavar zanjas. Los blindados de la policía no están permitidos en nuestros distritos ni se les autoriza a realizar detenciones”. En la práctica, todo el asunto se basa en el ejemplo de Rojava o, mas bien, este modelo ya había sido discutido en esta región hace diez o quince años, y su construcción y puesta en práctica por las instituciones del movimiento juvenil y el movimiento de mujeres ha estado en proceso desde hace una década.

¿Hasta dónde llega el apoyo a la autodefensa?

B.K.: Las trincheras no son una estrategia para lograr la solución, sino una consecuencia. Son la expresión de la legítima defensa. No están en todas partes, sólo en algunas partes, en algunos distritos. Para ser precisos, en cuatro. Sin embargo, el AKP ha ampliado su guerra y su política de rechazo a la totalidad del Kurdistán. Por supuesto, debido a la situación militarizada, mucha gente está preocupada. Por supuesto, para las clases medias, los directivos, aún hay más dudas de carácter diferente, pero no están en contra de la autonomía y la auto-administración. Si nos fijamos en el 80-90% en las elecciones, se demuestra que no están en contra de este punto de vista. Pero el temor está ahí porque el estado nos ha estado masacrando durante cuarenta años. Eso es de lo que tienen miedo. La pérdida de voto del HDP después del 7 de junio no se debe a un cambio de política, sino más bien al caos que ha tomado Turquía. El AKP no ganó ningún voto del HDP. Su aumento provenía del Partido de Acción Nacionalista (MHP), así que no es sólo el HDP quien ha perdido votos.

Muarrem Erbey: Además, hay que añadir que la campaña electoral del HDP no fue permitida por el AKP. Podemos informar de cinco, seis bombas, más de 200 ataques al HDP, incluyendo la sede del partido en Ankara, así como los asesinatos, las detenciones y el atentado contra la vida de nuestro co-presidente. Debido a los ataques en Ankara y Pîrsûs (Suruç), resultó imposible para el HDP hacer campaña antes de las nuevas elecciones.

¿Diría que Turquía ha pasado de un estado policial a otro fascista? En este contexto, ¿el trabajo parlamentario tiene algún sentido?

M.E.: El HDP no sólo va por la vía parlamentaria. Queremos llevar a cabo la democratización de Turquía, junto con todas las etnias, creencias y demás grupos de la región. Podría darse el caso de que la resistencia hoy en día fuera el método apropiado para encontrar una solución, que es lo que decimos también en relación a Rojava. Rojava está exigiendo una Siria democrática con una constitución democrática y en Turquía la situación es la misma. Hoy en día nos encontramos en una fase militar y, aunque construyamos nuestra propia administración dentro de este contexto, finalmente podremos encontrar una solución, a través de métodos políticos. El AKP está haciendo que esto sea imposible, pero estamos preparados para esa situación. Quieren cambiar la constitución, no para ayudar al pueblo y democratizarse, sino para ganar más poder. Debido a esto, decimos que el Parlamento actualmente no es el lugar donde encontrar una solución, pero, por otro lado, si se introduce una nueva constitución democrática, entonces podremos desarrollar y utilizar otros métodos.

Se oye una y otra vez acerca de conflictos dentro del HDP casi exclusivamente sobre el tema del sistema presidencial. ¿Qué dice usted a esto?

M.E.: No hay grandes conflictos dentro del HDP, desde luego no sobre el tema del sistema presidencial. Hubo discusiones cuando el proceso de paz todavía estaba en curso, desde la declaración de Newroz 2013 hasta los diálogos de Dolmabahçe de 2015. Desde 2007, cuando el AKP se hizo cargo del poder estatal, siempre hubo una delegación para negociar con Imrali (Öcalan) o ir a Qandil, y se daban las condiciones para una posible solución con el AKP. Hubo algunas personas que querían una campaña que declarara “Usted no es nuestro Presidente”, pero no es así en la actualidad. Eran las opiniones de algunos individuos, entre ellos algunos de nuestros ex diputados. La prensa tiene un gran interés por buscar conflictos dentro del HDP.

Como representante durante largo tiempo del grupo de derechos humanos IHD, ¿se puede hacer una comparación entre la situación actual y la de los años noventa?

M.E.: La situación ahora no es diferente de los años noventa. La población kurda está siendo sometida a una política de destrucción y los activos son asesinados. Pero los métodos del perpetrador han cambiado. En los años noventa había más temor en la población, ya que en ese período los objetivos eran sindicalistas, activistas pro derechos humanos y periodistas, así como todos los demás grupos de la oposición, que eran sacados por la noche de sus casas con coches Toros blancos y ejecutados. Hoy en día la población kurda resiste de manera unida. Hay grupos y unidades especiales que acosan a la población, que se hacen llamar Osmanlı Ocakları (Centros otomanos) o Esedullah (los leones de Allah). Las unidades especiales Esedullah consisten en hombres con barba que previamente formaban los escuadrones de la muerte de los nacionalistas turcos y la extrema derecha, pero ahora tienen una apariencia islámica, se dejan crecer la barba y escriben en las paredes frases nacionalistas, con expresiones sexistas y referencias islámicas. En este contexto, encontramos que la destrucción es la misma que en los años noventa, pero los métodos han cambiado. Pero mientras que la actitud de los autores puede haber cambiado, los que mueren son los mismos. Antes, las personas eran asesinadas en secreto, hoy se dispara en público. De hecho, hoy en día la situación es más peligrosa que en los años noventa. En aquel momento todo sucedía en secreto, hoy todo es público, delante de los ojos de las familias, y los autores ni siquiera se molestan en huir, ya que pueden confiar en su impunidad. Aquellos alcaldes que intervienen en declaraciones son detenidos inmediatamente y relevados de sus funciones, pero los policías que mataron a mi amigo y colega, el abogado Tahir Elçi, la semana pasada, no han sido ni suspendidos ni detenidos, simplemente han sido convocados como testigos.

¿Cómo ve la conexión entre los grupos yihadistas y el AKP?

M.E.: Todo el mundo sabe del apoyo del AKP al ISIS y a otros grupos yihadistas. También se sabe que los que se unen al ISIS se introducen a veces a través de Turquía con pasaporte turco y reciben atención médica en Turquía. Hay un campo de entrenamiento en Sere Kaniyê (Ceylanpinar). Es bien sabido que las mujeres yazidi en Dilok (Antep) fueron vendidas al ISIS. En Turquía es Hüda Par (el Partido de la Causa Libre, sucesor del Hezbolá, derrotado en 2000), en Rojava es ISIS. Un millar de camiones con armas y suministros logísticos para ISIS han pasado a través de Turquía. Turquía no quiere cerrar sus fronteras al ISIS. A pesar de la presión de los EE.UU. y occidente, a la par que Rusia, para lograr su cierre, están haciendo todo lo posible para asegurarse de que esto no suceda. No es una cuestión del Islam, ya que mientras el gobierno turco derrama lágrimas de cocodrilo por la situación en Gaza y Somalia, no está en absoluto interesado en la situación de la mayoría musulmana de la población kurda en Rojava y Turquía. Su enfoque es sectario y nacionalista y están utilizando a los turcomanos en este contexto. Todavía hay 5000 mujeres yazidi retenidas como esclavas sexuales por el ISIS. Por esta razón, las regiones se gobiernan como estados medievales, fortalecidos por el apoyo de Turquía y su comercio del petróleo. Europa tiene que elegir una opción, o bien la igualdad y la emancipación del pueblo kurdo, o el AKP e ISIS, donde las mujeres y los hombres son vendidos como esclavos. Los atacantes suicidas en Amed, Pîrsûs y Ankara fueron entrenados en Semsûr (Adıyaman) y también estaban bajo vigilancia de la agencia de inteligencia turca MIT. Las familias habían informado mucho antes de que se inmolaran. Todas las personas que se inmolan en Turquía tienen una conexión con el MIT. No sabemos si son del ISIS o de Hezbolá, pero sí sabemos que están en contacto con el Estado. Se trata de destruir, a toda costa, las ganancias obtenidas por el pueblo kurdo en Turquía, en Rojava y en todo el mundo. Permiten que el pueblo sea atacado en Siria, obligan a la gente a huir, luego vienen a Turquía, donde son nuestros ayuntamientos quienes se encargan de muchos de ellos, mientras que Erdoğan los envía a Europa como moneda de cambio.

Turquía dice repetidamente que han aceptado millones de refugiados y están cuidando de ellos. ¿Cómo valora esta declaración?

M.E.: La mayoría de los refugiados que llegan de Siria están siendo sostenidos por los ayuntamientos con sus propios recursos. Las personas atendidas por el Estado son turcomanos y árabes. En este momento, hay 230.000 refugiados en los campamentos estatales, lo cual plantea la cuestión de que, si estamos hablando de dos millones de personas, ¿dónde se encuentra el resto y cómo sobrevive? El dinero de la UE no va a llegar allí, por lo que sería mejor, para ser prácticos, llevar ayuda humanitaria como tiendas de campaña, etc.

¿Qué ha experimentado durante las conversaciones con los representantes de las organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y el gobierno de Alemania?

M.E.: A pesar de que en nuestras regiones se trata de una situación de guerra abierta, a través de las conversaciones que hemos mantenido aquí con los representantes de los diferentes grupos y partidos, la pregunta que siempre se nos plantea es por qué el PKK mata soldados. Es una cuestión de perspectiva. Si lo vemos desde el punto de vista del gobierno turco, quien desde el 7 de junio ha hecho caso omiso de la vida de 160 civiles asesinados, entonces la pregunta parece bastante justificada. Pretenden hacer ver que sólo el PKK, los militares y la policía están muriendo, como si el Estado no estuviera matando a civiles, ni practicase la represión y la opresión. Esta es la razón por la que la cuestión de la perspectiva es importante. Si se mira con el objetivo del gobierno se obtiene una imagen; si se mira por el kurdo, otra. Desde nuestro punto de vista, no hay ninguna diferencia entre los muertos: ni soldados ni policías deberían morir, ni tampoco guerrilleros ni civiles. Todas las muertes nos duelen. Pero el gobierno alemán y las instituciones aquí insisten en preguntar por qué el PKK mata soldados y policías turcos. Pero hay mucha gente que ha sido asesinada, desde bebés hasta ancianos, que tampoco debería haber muerto, pero nadie pregunta por ella. Sólo una solución democrática puede poner fin a esto. Nosotros no somos el enemigo del Estado ni del AKP, pero esto, lo que están haciendo ahora, es totalmente ilegal. Nadie ha sido capaz de resolver la cuestión kurda con tales políticas desastrosas, brutales, y nunca lo conseguirá. No se están aplicando métodos democráticos.

Sr. Erbey, ¿podría describir de nuevo su partido, el DBP, y su conexión con el HDP?

M.E.: El DBP fue fundado en 2008 y ha estado comprometido con el ejercicio político desde entonces. Nos encontramos en la tradición del HEP (Partido del Trabajo del Pueblo), fundado en 1991, a pesar de que estos partidos fueron prohibidos. HDP y DBP son proyectos de Ocalan. El HDP es un partido paraguas, que aglutina a otras seis tendencias: demócratas, izquierdistas, feministas, ecologistas y ecofeministas son todas partes del mismo. El DBP tiene 120 ayuntamientos en Kurdistán y está tratando de construir una nueva sociedad a través de la autonomía democrática, un modelo de autoorganización social, la administración por la propia sociedad. Te guste o no, el hecho es que este modelo no incluye la violencia. Se trata de autodefensa. Si atacas a una sociedad de forma permanente, detienes a sus políticos, a sus alcaldes, y prácticamente cualquier persona que habla en una conferencia de prensa es encerrada en la cárcel, los jóvenes o las personas de ese lugar se organizarán para una defensa generalizada. Esto es lo que ocurre en todo el mundo.

Cuando incluso el grupo más pequeño es atacado por un ejército, va a defenderse, al igual que cuando un gatito es arrinconado y se siente atacado, saltará sobre usted. Es un reflejo natural, humano. Que sea correcto o no es otra cuestión, pero en Kurdistán podemos decir que necesitamos rastrear la violencia hasta sus raíces, pues el estado no muestra ninguna compasión, no trata de entender, no trata de abrazar a la gente, sino que procura hacer una política basada en las trincheras, en los soldados y policías muertos por el PKK. Decimos “cada muerte es un error”, nadie debe morir, ni policía, ni soldado, ni civil, ni guerrillero. Por ello insistimos en una solución que ponga fin a las matanzas. En los medios de comunicación se ha alegado que el PKK ha intensificado la violencia, que el PKK mató a Tahir Elçi, que el PKK ha hecho esto y lo otro. Pero el PKK no es el problema, pues por encima de todo está la demanda de libertad por los kurdos. En los últimos 200 años se han producido 24 levantamientos kurdos. ¿Estaba allí el PKK en todas las ocasiones? El PKK es sólo un nombre. Declaran al PKK organización terrorista y, por tanto, tratan de frenar todos los procesos de paz. Pero la verdadera cuestión no es el PKK, sino la petición de libertad por los kurdos. Pero esto es obviado y todo se reduce al PKK y, por ende, a la cuestión de los soldados y policías asesinados. En consecuencia, nuestra pretención como partido es encontrar una solución a las raíces del problema. Esto significa encontrar una solución justa y democrática. Actualmente, la situación es que, si el pueblo kurdo quiere encontrar su propio camino, la respuesta es: “No, alto, no hagan eso; yo pensaré por ustedes, voy a configurar un sistema para ustedes. No hagan nada, sólo consuman”.

“La modernidad capitalista y el Estado están cuidando de usted ahora, tal vez también usted pueda ganar algo. Simplemente no haga nada de política. Usted tiene sus representantes en Ankara, simplemente tampoco haga nada en su propia región”. En todo el mundo hay autoadministraciones regionales y los kurdos también quieren gobernarse a sí mismos. ¿Hay un “gobernador” Alemania? No, pero mientras que en Amed hay co-alcaldes electos, por encima de ellos hay designado un gobernador. Todo el poder está en sus manos. Todo el poder es entregado por el AKP-Estado a sus seguidores. Todos los servicios públicos, la construcción de carreteras y así sucesivamente, se entrega a los clientes del AKP o, donde el CHP está en el poder, organizados y distribuidos por el CHP. Pero el gobernador es superfluo. Los co-alcaldes elegidos son del todo suficientes. El gobernador es de Tekirdag, no sabe de Amed en absoluto. Alrededor de él hay dos o tres oficiales y él hace lo que le dicen. Todas las personas deben vivir libremente y la construcción debe tener que ver con algo más que mezquitas. Si en Dersim (Tunceli) es necesario un cemevi (sala de reuniones alevi), debería realizarse, o si es necesaria una iglesia, debería ser construida, de manera que las personas se sientan libres para practicar su propia religión.

Pero aquí no es así. Ellos construyen mezquitas en los pueblos alevi por la fuerza y la violencia. Hay una violenta homogeneización forzada de la sociedad, un turquificación, una islamización, y desde el DBP decimos que esto tiene que parar. Hemos apoyado los diálogos de Dolmabahçe y los brazos estaban caídos. Pero, ¿quién volcó la mesa de negociación? ¿Quién canceló las negociaciones de paz? Cuando Erdogan se dió cuenta de que sus votos estaban disminuyendo, cambió inmediatamente su retórica, no mantuvo su palabra. Por ello, se podría decir que el enfoque del gobierno ya no se dirige a encontrar una solución, sino sólo al mantenimiento de su propio poder. Erdogan ha recurrido a los islamistas, nacionalistas, fascistas y militaristas y ha recibido una gran cantidad de votos de la clase media conservadora. Aparte de las fuerzas kurdas, ha disminuido el número de los que quieren la democracia, y puesto que tras los diálogos de Dolmabahçe aumentaron los nacionalistas, es a ellos hacia los que se ha dirigido. Se ha aprobado la ley de seguridad nacional, se ha ampliado el poder de los gobernadores y establecido nuevas bases militares fortificadas por todas partes. Se han talado bosques, construido represas e incrementado la represión política de la población. Se han formado unidades especiales, contratado mercenarios. El Estado comparte todo con sus propios cuadros y maneja el poder judicial, lo que contradice legislación y moralidad.

Queremos democracia y el sistema más humano de autonomía democrática, en la que todos los seres humanos puedan gobernarse a sí mismos. La administración también debe distribuir todos sus recursos regionales. Concentrar todo en Ankara es dictatorial, sexista y antidemocrático. Todo el mundo debe participar igualmente en la política. Decimos que los beneficios no deben quedarse en el centro, que la naturaleza no debe ser destruida -por ejemplo, las presas se construyen en todas partes, destruyendo tanto la naturaleza como la historia, simplemente con fines de lucro-. Sur está siendo devastada en este momento, pero nadie dice nada. Nosotros decimos que la gente debe escuchar a su conciencia y reaccionar en consecuencia. En Turquía, la política se reparte entre los especuladores, los militares y las fundaciones privadas. Mientras que nosotros estamos a favor de que el dinero se distribuya entre todos los grupos de población de Turquía. El problema no es kurdo, no es algo sólo del HDP o del PKK, se trata del problema del que no desea perder su poder, ya que, si lo pierde, será juzgado. Están haciendo todo para no perder, tratando de controlarlo todo, incluso en Europa. Apoyan al ISIS, generando refugiados, pero las personas que luchan por la emancipación, por los derechos de la mujer, vencerán. El público alemán debe saber que, en cualquier caso, Erdogan va a desaparecer, hoy o mañana, pero los 40 millones de kurdos permanecerán. El público europeo debería saber que queremos trabajar conjuntamente con todos los grupos en las sociedades modernas que defienden los derechos humanos y la democracia. No estamos del lado de los religiosos radicales ni de las fuerzas sectarias de Oriente Medio, ya sean el Baaz o el ISIS.

Traducida por Judith Jochum y Richard Braude.

 

Fuente: Kurdish Question

Traducido por Rojava Azadi

25 de marzo 2016