Han pasado 15 meses desde que el Estado turco y sus bandas aliadas invadieron Afrin. Los invasores han estado violando el derecho internacional y llevando a cabo prácticas inhumanas contra los civiles, el medio ambiente y los lugares históricos para lograr una limpieza étnica en la zona.
Organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y organismos jurídicos de la región, documentan los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra cometidos por el Estado turco y los grupos terroristas, para luego ser enviados a organizaciones de derechos humanos y jurídicas internacionales.
Miles de civiles han sido secuestrados en la ciudad hasta la fecha y la mayoría de ellos aún no han sido localizados. Los secuestros siguen siendo un hecho cotidiano en Afrin.
Los invasores secuestraron a Ceger Hebes y Niset Ebdulrehman Cano, del pueblo de Hebo, en el distrito de Mabata, el 11 de junio. El 19 de junio, Ibrahim Xelil Cemke, Mustefa Resid Yusif, Zekeriya Ibrahim Naso, Mihemed Ehmed Hebes, Seyid Abdin Cemke, Nesret Eytabi Mihemed y Resid Nuri Hebes también fueron raptados en Ereba, del distrito de Mabata.
Se sospecha que Firas Izet Henan, Eli Henif Umer y Mustefa Behcet Yusif, secuestrados por los invasores, fueron trasladados a Turquía.
Los soldados turcos y los mercenarios allanaron las casas de Keferdil, Telef, Keferzeyt, Gaziya y Kefreya, en Jindirese. Fuentes fidedignas informan que Dijwar Mecid, del pueblo de Telef, y Zuher Eziz, Eli Gule Xeyri, Ednan Ebdo Hemo, Mihemed Ferid, Xelil Hesen Ebdo, Mihemed Hesen, Umer Mihemed Hesen, Besar Mihemed Hesen y Ebdo Mehmud, del pueblo de Keferzeyt, también fueron secuestrados.
Los grupos terroristas secuestraron al civil Mesurd Ehed Haci y a su hijo Mehmet el 21 de junio en Meydanke. No hay información sobre el destino del padre y del hijo.
Por otra parte, el grupo terrorista Amshad confiscó casas en las aldeas del distrito de Shiye y está marcando las casas con negro para que nadie se acerque a ellas.
Además, Eel Estado turco y sus aliados han estado gravando la cosecha de trigo y lentejas en las aldeas de Afrin. El grupo terrorista Suleiman Shah está impidiendo que los aldeanos de Qermitliq rieguen sus campos con el agua de la montaña Erende. Los mercenarios sólo permiten el riego de los campos confiscados.
El mismo grupo ha pisoteado los límites éticos y ha estado reteniendo a la familia de Hisen Xoce para pedir un rescate, alegando que el hombre que vivía en la aldea de Cegla y que perdió la vida hace tres meses en Shehba era un miembro de la comuna del pueblo.
A su vez, los soldados turcos han prendido fuego a tierras cultivadas en el norte y el este de Siria y continúan la práctica en Afrin. Los uniformados han incendiado una amplia zona que va desde el pueblo de Badina, en el distrito de Mabata, hasta Derwish y Muske. Hasta ahora, se han quemado hasta 1.500 olivos.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina