Estados Unidos, Reino Unido y Francia atacaron supuestas instalaciones químicas en Siria el pasado 14 de abril. Esto dejó en claro la relevancia de una alternativa de izquierda a los regímenes militares en la región. Todo proyecto que no respalda a Bashar al-Assad y sus aliados, Irán y Rusia, ni apoya a los rebeldes sirios y sus aliados europeos y estadounidenses, se supone que es un peligro para los países vecinos. Sin embargo, los kurdos de Siria, aun cuando los dejaron solos las fuerzas pro Assad y la coalición internacional anti-ISIS, han seguido luchando contra la guerra desatada por las autoridades turcas. El ejército turco entró en el cantón de Afrin el pasado 18 de marzo, como la conclusión de la operación “Rama de Olivo”, que comenzó el pasado 20 de enero. Parece que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, comprometido en fortalecer sus vínculos con Teherán y Moscú, considera, tanto interna como externamente, al movimiento comunalista y de liberación pro-trabajadores, pro-ecología, pro-mujeres, como una amenaza aún mayor que ISIS.
The Region habló con Dilar Dirik, activista del Movimiento de Mujeres Kurdas, para comprender cuál es el futuro del proyecto de Rojava en este contexto de guerra armada.
-Ahora que los rebeldes pro turcos gobiernan Afrin, ¿podemos decir que el sueño de Rojava está por terminar?
-En absoluto, la resistencia en Rojava sigue siendo fuerte. Después de 58 días de resistencia en Afrin, los combatientes de las YPJ/YPG decidieron transformar la naturaleza de la guerra en una lucha guerrillera. Por lo tanto, la resistencia no se rindió, sino que cambió por naturaleza debido a las severas circunstancias, especialmente con respecto a los cientos de miles de personas desplazadas por la fuerza. Para las fuerzas de Rojava, esta ha sido solo una batalla dentro de la guerra. Para los militantes kurdos, Rojava es una idea, un proyecto político que ha influido a cientos de miles de personas. El tiempo no ha pasado en vano. Una cultura de democracia radical se estableció en Afrin en los últimos siete años. Una retirada militar inevitable no significa que el experimento de la autonomía democrática no continuará. La población podría volver a Afrin después de un tiempo, y su proyecto puede ser aún más radical. Cuando los habitantes de Kobane se vieron obligados a abandonar su ciudad porque los yihadistas de ISIS la ocuparon, después de que las YPG/YPJ derrotara al ISIS, volvieron y crearon estructuras más democráticas. Lo mismo podría suceder en Afrin.
-¿Por qué la comunidad internacional ha abandonado nuevamente a los kurdos?
-Aquellos que han traicionado a la gente en Afrin no son la verdadera comunidad internacional. Deberíamos hacer una distinción entre la verdadera comunidad internacional civil que se unió, en todo el mundo, a Afrin: en Afganistán, Japón y Sudáfrica también. En otras palabras, ha habido una movilización por Afrin incluso en países donde no hay una comunidad kurda. La comunidad internacional de estados abandonó a los kurdos. Sin embargo, la palabra “abandonado” podría ser engañosa. El movimiento de libertad kurdo en Rojava nunca contó con el apoyo internacional para la verdadera liberación, y todos sabíamos muy bien que el apoyo de Estados Unidos era solo una alianza táctica y militar, que eventualmente concluiría. Sabíamos que tan pronto como ISIS, el llamado enemigo común, fuera derrotado, los kurdos, sin ningún estatus, se quedarían solos, dejándolos vulnerables a todo tipo de hostilidad. La Federación Democrática del Norte de Siria y todas las formaciones previas de Rojava no fueron invitadas a las conferencias internacionales sobre Siria, para apaciguar a Turquía. Turquía es un aliado estratégico de la OTAN y un actor importante en la región, manteniendo las relaciones con los jugadores más importantes de manera oportunista. Considerando la naturaleza del orden internacional hegemónico, nadie podría esperar que una revolución alternativa de izquierda, con un papel central para las mujeres y la coexistencia institucionalizada de todas las personas, sea tolerada por los poderes geopolíticos. Aunque la cooperación militar táctica fue considerada útil tanto por Estados Unidos como por Rusia, es más que ingenuo pensar que esto necesariamente se traduciría en apoyo en el nivel político. Los ataques a Afrin por parte del Estado turco y sus aliados demuestran claramente esta contradicción. Los ataques turcos tuvieron lugar con la complicidad occidental: Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y otros países que producen y venden las armas a Turquía y que apuntan a los kurdos en Afrin y más allá. Al mismo tiempo, la invasión de Afrin fue una política directa de Rusia para obligar a la administración de Afrin a entregar el área a Assad y a sus fuerzas sedientas de sangre. Aunque estos diferentes actores pueden oponerse entre sí en otros niveles, actúan de acuerdo cuando se trata de suprimir alternativas al statu quo que gobierna a los Estados y sus intereses imperialistas y autoritarios. Necesitan que la guerra continúe para diseminar el caos en Medio Oriente y, especialmente, para mantener la industria armamentista. Las políticas exteriores de los estados les ayudan a legitimar aún más las políticas internas antidemocráticas autoritarias. Su objetivo es evitar que cualquier tipo de revolución izquierdista o proyecto político de izquierda se materialice a nivel nacional e internacional.
-Las cifras son bastante claras: los ataques turcos provocaron cientos de bajas en Afrin mientras se imponía un alto el fuego de la ONU sobre Siria. Por esta razón, ¿podemos decir que Erdogan es un criminal de guerra?
-Erdogan es un criminal de guerra, y no lo oculta. Reclutó a grupos yihadistas para cometer atrocidades en Afrin durante su invasión y ocupación, y tiene un legado de apoyo a las fuerzas yihadistas en Siria contra el pueblo kurdo. Estas fuerzas pro turcas invadieron ilegalmente a Afrin con el silencio del sistema internacional y cometieron crímenes de guerra, asesinatos, torturas y saqueos. Incluso registraron y publicaron documentación de sus crímenes en las redes sociales. Esta es la confianza que tienen sobre no rendir cuentas a nivel internacional. Consideremos las propias palabras de Erdogan: “Despejaremos esta tierra de los terroristas y la devolveremos a sus legítimos dueños”. Constantemente, repitió que no se detendrá en Afrin y avanzará a la frontera entre Irak y Siria. Usando un vocabulario de limpieza étnica, él define a todos los kurdos como terroristas y quiere sacarlos del norte de Siria para crear una zona de amortiguación, que en realidad es una anexión colonialista. Instala a extranjeros en la nueva administración de Afrin: son personas que no tienen nada que ver con el área y no disfrutan de ninguna forma de legitimidad popular. Erdogan quiere anexar Afrin, al igual que a Jarablus, y someterlo ilegalmente a la administración bajo el Estado turco. Esto se desprende del simbolismo nacionalista utilizado en la ocupación: los invasores izaron banderas turcas por todas partes en Afrin, cambiaron los nombres locales y demolieron la estatua de Kawa, un símbolo de la resistencia kurda. Por lo tanto, mientras afirman “luchar contra el terrorismo”, de hecho destruyen deliberadamente la cultura kurda. Y, por supuesto, quieren erradicar el proyecto democrático de Rojava. Erdogan quiere hacer parecer que los árabes y los turcos están luchando conjuntamente contra los kurdos, pero de hecho, en Rojava, durante años las diferentes comunidades étnicas y religiosas, árabes, sirios, turcomanos y armenios han estado luchando codo a codo con los kurdos contra todo tipo de ataques. Las fantasías fascistas y nacionalistas de Erdogan no se corresponden con las historias de solidaridad de los pueblos sobre el terreno en Rojava. Erdogan, como lo hizo el partido Baath sirio en los años sesenta, quiere cambiar la demografía del norte de Siria para controlar y dominar a los kurdos. Con este mismo objetivo, el ejército turco destruyó regiones enteras en el norte del Kurdistán/sureste de Turquía en los últimos años y cometió masacres de civiles en Cizre, Sur y Nusaybin, por ejemplo. En una palabra, Erdogan considera insoportable un sistema revolucionario en la mayoría de las tierras kurdas dentro o cerca de las fronteras turcas. ¡Es una pena que los responsables de la toma de decisiones que pretenden defender los derechos humanos y el derecho internacional deliberadamente se abstengan de definirlo como un criminal de guerra a pesar de todas las pruebas! El desastre más grande es la gran cantidad de refugiados y personas desplazadas debido a los ataques turcos.
-¿Cómo es posible que la Unión Europea (UE) confirme el segundo tramo de tres mil millones de euros en ayudas a Turquía en este contexto?
-Hay más de 300.000 personas desplazadas después de los ataques turcos. Erdogan está utilizando refugiados para chantajear a Europa. Prometió a las autoridades europeas que Turquía mantendría a los refugiados dentro de su territorio. Sin embargo, él mismo está creando miles de nuevos refugiados a través de sus guerras y, por lo tanto, puede continuar amenazando a Europa con una invasión de inmigrantes. Además, está usando esto deliberadamente en la política para dividir a los refugiados y desencadenar enfrentamientos entre árabes y kurdos en Siria y Turquía. Hay muchas pruebas de que Erdogan trata de adoctrinar a los refugiados vulnerables para que actúen en su interés. Por otro lado, cientos de miles de desplazados internos y refugiados, incluso de Irak, encontraron un refugio seguro en Rojava. Es por esta razón que la población Afrin se duplicó en los últimos años. Hasta la invasión turca, Afrin era el lugar más seguro en Siria para las personas desplazadas. Ahora las personas han sido removidas de allí y están esperando ayuda humanitaria en vano. Por el momento, el pueblo kurdo no tiene ningún lugar a donde ir, a menos que quiera comprometer los ideales por los que miles de personas han luchado y han muerto. Ninguna organización o institución internacional está genuinamente invirtiendo en encontrar una solución para Siria y responsabilizar a los criminales de guerra. Mientras que los crímenes de guerra de Assad son discutidos en plataformas internacionales y se habla legítimamente en los medios, la invasión turca ilegal, luego de las brutales masacres de Turquía en el Kurdistán del norte, es simplemente tolerada por las potencias mundiales por su pertenencia a la OTAN y por flirtear con el bloque de poder alrededor de Rusia. Ninguna de las instituciones juega su rol. Por lo tanto, se requiere de la acción ciudadana para poner fin a la máquina de guerra turca. Teniendo en cuenta todo esto, el movimiento kurdo y los grupos de solidaridad han pedido comenzar una campaña para boicotear a Turquía.
FUENTE: Giuseppe Acconcia / The Regio / Traducción y edición: Kurdistán América Latina