El sueño eterno de los mártires de Rojava

En la larga historia del pueblo kurdo, el recuerdo de los mártires se ha convertido en una bandera de resistencia y lucha. Desde principios del siglo XX, con la partición del territorio histórico de Kurdistán, el pueblo de la Mesopotamia inició una lucha que se extiende hasta estos días.

Con la conformación de la guerrilla a finales de la década de 1970, creada bajo el liderazgo de Abdullah Öcalan, la lucha armada fue la vía que encontró el pueblo kurdo para hacer valer sus derechos.

Los cementerios que resguardan las memorias de guerrilleros y guerrilleras son territorios de vida y resistencia para los pobladores de ciudades, pueblos y aldeas. Pero para los estados en los cuales quedó atrapado el pueblo kurdo, estos lugares sagrados son blancos de guerra. El caso más común es el de Turquía, que cuando bombardea las montañas de Qandil –norte de Irak-, donde el PKK tiene sus bases, sus principales objetivos son los cementerios.

A continuación presentamos una serie de fotografías del cementerio de Derik, ciudad de Rojava (norte de Siria), fronteriza con los territorios kurdos de Turquía e Irak, en donde los milicianos y las milicianas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ) reposan con sus sueños eternos de revolución.

FUENTE: Texto: Kurdistán América Latina / Fotos: The Women’s Revolution in Rojava