¿Está Turquía intentando interrumpir la operación en Raqqa?

El siguiente artículo de Fehim Tastekin apareció publicado a finales de abril. Aunque ya pasaron algunos meses de su aparición, el análisis igual nos ayuda a comprender los últimos movimientos del ejército turco en Êfrin.

Desde que Turquía lanzó la Operación Escudo de Éufrates en Siria en agosto de 2016, los ataques contra organizaciones vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Siria e Irak ha estado siempre en su agenda. El hostigamiento con fuego de artillería sobre Rojava, un área kurda autónoma, pero no reconocida, ha sido constante. Después de que la coalición de países que combaten al Estado Islámico (ISIS) decidiese excluir a Turquía de una operación pendiente para retomar Raqqa en Siria, la masa de tropas turcas en la frontera ha delatado sus intenciones.

La última operación turca llegó el 25 de abril, cuando la fuerza aérea turca atacó a los Yazidis aliados del PKK en la región iraquí de Sinjar y muchas posiciones en el área de Deriq en el norte de Siria. Turquía también bombardeó la montaña de Qarachok en Siria, dirigiéndose a la sede, centro de prensa, oficinas de prensa y radio de la Voz de Rojava, todas pertenecientes a las Unidades de Protección Popular (YPG), aliadas del PKK. Los informes dijeron que 20 miembros de las YPG que trabajaban en esas unidades fueron asesinados y 18 resultaron heridos.

Las YPG están trabajando con la coalición liderada por Estados Unidos contra ISIS en Siria. Sin embargo, Turquía considera a las YPG un grupo terrorista debido a sus lazos con el PKK. Turquía ha intentado convencer sin éxito a Estados Unidos que terminase su alianza con las YPG y a cambio que trabajase con fuerzas respaldadas por Turquía.

Turquía también alcanzó cinco blancos en el Valle de Kersey y la aldea de Amude unida a Sinjar. Uno de los objetivos era Radio Cira, la cual tiene muchos oyentes yazidis. Kersey había servido como refugio en 2014 para los yazidis que huían del ISIS. En este ataque aéreo de Turquía, un militante de las Fuerzas de Resistencia de Sinjar (una unidad de autodefensa local yazidí) y cinco fuerzas peshmerga fueron asesinados; nueve peshmergas fueron heridos.

El jefe de la oficina general de Turquía explicó la operación en una declaración escrita: “Siria y el norte de Irak son utilizadas por el PKK y sus extensiones para contrabandear terroristas, armas, municiones y explosivos a nuestro país”.

Después de que el Consejo de Seguridad Nacional Turco declarara el fin de la Operación Escudo del Éufrates, el presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que las operaciones continuarían bajo nuevos nombres y que Turquía nunca permitiría que Sinjar se convirtiese en un “segundo Qandil”. Qandil es el principal cuartel general del PKK en las montañas del norte de Irak. El 4 de abril, Erdogan dijo que “existen esfuerzos en Sinjar para crear un segundo Qandil. Actualmente hay 2500 efectivos del PKK en Sinjar como parte de estos esfuerzos”.

Antes de los ataques aéreos del 25 de abril, los periódicos turcos estaban reportando un escenario de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) entrando en Tell Abyad, norte de Siria, para cortar vínculos entre los cantones de Rojava. De acuerdo con la teoría más extendida, Turquía busca expulsar a las YPG de Tell Abyad, donde árabes, kurdos y turcomanos viven juntos; y entregar la región al Ejército Libre Sirio apoyado por el TSK; y abrirla a la colonización árabe.

Fuentes kurdas también llamaron la atención sobre el aumento de los movimientos de la TSK en Akcakale, a través de la frontera turca desde Tel Abyad, y el hostigamiento más frecuente de la artillería hacia aldeas en el área de Efrin. El hecho de que todos estos movimientos coincidan con los preparativos de la visita de Erdogan del 16 al 17 de mayo a Washington han añadido nuevas dimensiones a la situación.

¿Qué será de Turquía después? ¿Qué es lo que Ankara quiere lograr?

Desde que Turquía ha decidido que una entidad autónoma en el norte de Siria bajo el liderazgo kurdo es una amenaza para su seguridad, Ankara ha optado por una política agresiva. Las muy publicitadas conexiones del PKK con el Partido de la Unión Democrática (PYD) y su brazo militar YPG, proporcionan al gobierno de Turquía un amplio apoyo político a nivel nacional. En el evento más reciente, incluso la principal oposición -el Partido Popular Republicano (CHP)- ofreció al gobierno su pleno apoyo. Ozturk Yilmaz, el vicepresidente del CHP, dijo en los medios: “El PKK ha hecho una importante redistribución de Qandil a Sinjar. Turquía debe defender su frontera. Nuestra lucha contra el PKK está plenamente justificada por el derecho internacional. Todo esto es muy normal, en realidad, tardío”.

El apoyo de los yazidís de Sinjar al PKK y sus crecientes contactos con Rojava han amplificado la amenaza percibida contra el Estado turco. Ankara ha asegurado que el Gobierno Regional del Kurdistán de Irak (KRG) comparte sus preocupaciones. Aunque Massoud Barzani, el presidente del KRG y líder del Partido Democrático del Kurdistán, no aprueba los ataques de Turquía, él todavía mantiene que el PKK es responsable. “Este bombardeo fue provocado por la presencia del PKK en Sinjar. Estamos exigiendo que las fuerzas del PKK abandonen la montaña de Sinjar”, dijo.

Aunque no es la posición colectiva de todos los partidos kurdos, el enfoque de Barzani hace que Ankara sienta cierto alivio. La actitud del gobierno de Barzani es ampliamente difundida por los medios turcos, que apenas mencionan las reacciones negativas de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), el movimiento kurdo-iraquí Goran (Movimiento por el Cambio), el Movimiento Islámico, el Partido de Unión Islámica y el Partido de la Sociedad Islámica, que deploran a Turquía.

Otro de los principales objetivos de Turquía, además de minar los avances kurdos en la región, es poner fin a la asociación de Estados Unidos con las YPG bajo el paraguas de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF). Turquía se ha opuesto con vehemencia a una operación en Raqqa en cooperación con las YPG y en cambio, ha ofrecido establecer un ejército de 10.000 combatientes locales apoyados por las TSK.

Si Turquía continúa con semejantes operaciones, la distribución de poder en el campo está destinada a cambiar. Las YPG podrían tener que retirar sus fuerzas alrededor de Raqqa y Tabqa para defender Rojava contra Turquía. Esto debilitará y frenará la operación contra ISIS en Raqqa. Pero esto también podría hacer que la oferta de Turquía de una asociación fuese más valiosa para los Estados Unidos.

Irán, Rusia y el régimen sirio quieren que el ejército sirio sea el que libere Raqqa, impidiendo así a Estados Unidos establecer y mantener una presencia en Siria.

Mientras tanto, ¿cómo interpretan los kurdos los ataques turcos?

Sipan Hemo, comandante general de YPG, hizo esta evaluación para Al-Monitor: “Este no es un desarrollo inesperado, se estaban preparando para esto desde hace mucho. Ciertamente, las grandes potencias deben haberlo sabido. Tanto los rusos como los americanos deben haber conocido los preparativos turcos… Nos dimos cuenta de que las tropas americanas que trabajan con nosotros estaban disgustadas porque no podían detener estos ataques turcos. Se fueron a Qarachok y se mezclaron con el pueblo. Esta no fue una decisión oficial de arriba, sino un reflejo del sentimiento de su comandante en tierra. Era una manera de decirle a los turcos, ‘si atacáis a los kurdos, nosotros también estamos aquí’. En realidad, Rusia controlaba a Turquía en Siria. Pero para lograr la victoria en Idlib, Rusia está ‘dando luz verde a Turquía’. ¿No has notado cómo las principales unidades rebeldes que alguna vez fueron apoyadas por Turquía se están desintegrando debido a la cooperación Turquía-Rusia?”.

Cuando se le preguntó si las YPG retirarán sus fuerzas involucradas en la operación de Raqqa al norte si los ataques turcos continúan, Hemo respondió: “Para nosotros, luchar contra ISIS no es una táctica, sino una opción estratégica. No estamos haciendo esto para conseguir más armas de los Estados Unidos. Si estos ataques continúan, la operación de Raqqa sufrirá, ya que tendremos que luchar en dos frentes. Ciertamente Rusia, Irán y Siria estarán contentos, porque todos quieren que la operación de Raqqa fracase, así Siria podría liberar Raqqa sin los Estados Unidos”.

En cuanto a los escenarios del ejército de Turquía entrando en Tell Abyad en Siria y la resistencia local que podría encontrarse, Hemo, explicó: “No esperamos una operación terrestre contra Tell Abyad”, porque no sólo hay una “presencia considerable” de kurdos allí, en su mayoría “los árabes allí no apoyan a Turquía”.

“Los árabes en Tell Abyad son aquellos en el pasado escaparon de las pandillas apoyadas por Turquía y que volvieron después de que liberásemos la ciudad”, dijo. Además, “la presencia turcomana no es significativa”.

Isho Gweriye, presidente del Partido de Unión Siria y miembro de la Asamblea Democrática Siria, dijo que no sólo los kurdos, sino todos los pueblos de la zona ven los ataques turcos como una agresión. Hizo esta afirmación para Al-Monitor: “Estos ataques son una continuación de las políticas chovinistas turcas. Para Erdogan, era importante ir a Raqqa. Pero las políticas de Estados Unidos no se lo permitieron. Lo que Erdogan quiere es que las fuerzas ahora involucradas en la operación de Raqqa regresen al norte. Cuando las unidades de la SDF (Fuerzas Democráticas de Siria) estaban entrando en Tabqa, el ejército turco intensificó sus operaciones. Esto es importante. Erdogan quiere interrumpir la operación de Raqqa e insertar a las fuerzas turcas en las operaciones”.

Añadió: “Todo está ocurriendo en la víspera del viaje de Erdogan a Washington. Es un esfuerzo por influenciar a Washington. Pero es el pueblo de la región el que está pagando el precio más alto. Solo alimenta la animadversión entre los pueblos. Los árabes están incómodos también. Nuestra gente ve los movimientos turcos como una ocupación de nuestra tierra, una violación de los derechos soberanos y como colonialismo. Los turcos pueden obtener el apoyo de unos pocos que están movidos pos intereses privados, pero las tribus aquí no aprueban los diseños de Turquía”.

FUENTE: Al-Monitor/Traducido por Rojava Azadî