Por Wladimir van Wilgenburg / Kurdistan 24 / Traducción y edición: Kurdistán América Latina – Funcionarios kurdos de Siria dicen que Turquía planea implementar un cambio demográfico en el norte del país, luego de la reciente reunión del presidente turco Recep Tayyip Erdogan con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Erdogan se reunió con el jefe de la ONU el viernes pasado para presentar un plan para el reasentamiento de cientos de miles de refugiados sirios. Según los kurdos sirios, el proyecto cambiará la demografía étnica del noreste del país.
Luqman Ahmi, portavoz de la autoadministración liderada por los kurdos en el noreste de Siria, dijo a Kurdistán 24 que el plan de Turquía es similar al cambio demográfico implementado en Afrin.
“Hemos visto a Turquía hacer lo mismo en la región de Afrin, donde más de 250.000 personas fueron desplazadas y se vieron obligadas a abandonar sus hogares y propiedades”, dijo Ahmi.
Según un informe de junio de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), hay preocupaciones sobre el cambio demográfico después de que Turquía se hizo cargo de Afrin en marzo de 2018.
Según Ahmi, Turquía quiere repetir el mismo proyecto en las áreas de Tal Abyad y Serekaniye, ahora bajo su control.
“Sabemos que más de 300.000 personas ya han sido desplazadas de esos dos lugares, se han quedado sin un lugar para quedarse, sin comida y en el frío”, aseveró Ahmi.
Durante la reunión de Erdogan con Guterres, el presidente turco describió el plan de su gobierno para, según los informes, devolver al noreste de Siria hasta dos millones de los aproximadamente 3,6 millones de refugiados sirios que actualmente se encuentran en Turquía.
La mayoría de estos sirios no son del noreste del país sino de otras áreas. Los kurdos temen que su regreso pueda cambiar significativamente la demografía de las ciudades en la frontera sirio-turca.
Ahmi dijo que Turquía utilizó la fuerza militar para desplazar a las personas de sus países de origen, y ahora planea “reasentar a otros sirios que fueron desplazados, a través de varios acuerdos entre Rusia y Turquía, desde Ghouta, Homs, Zabadani y Douma”. “Eso no será aceptado, porque significa que se está produciendo un cambio demográfico”, agregó.
“Si Turquía realmente quiere ayudar a los refugiados sirios, deben (ser devueltos) a su pueblo y aldeas”, estimó Ahmi.
En la reunión del viernes, Guterres subrayó que se deben respetar los “principios básicos relacionados con el retorno voluntario, seguro y digno de los refugiados”, según una declaración de la ONU.
El Secretario General informó a Erdogan que la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) “inmediatamente formaría un equipo para estudiar la propuesta y entablar conversaciones con las autoridades turcas, de acuerdo con su mandato”.
Ahmi explicó que los kurdos sirios esperan que la ONU rechace el proyecto y tome conciencia de las ambiciones de Turquía. “De lo contrario, la ONU será cómplice del crimen de cambio demográfico que Turquía está cometiendo”, manifestó. “Esperamos que la ONU sea responsable de preservar el derecho internacional que exige la protección de los pueblos”, remarcó Ahmi.
Mientras tanto, Nicholas A. Heras, un analista de seguridad de Medio Oriente en el Centro para una Nueva Seguridad de Estados Unidos, con sede en Washington, dijo que el jefe de la ONU está “jugando con fuego”. “Guterres tiene que pagar por las ideas de Erdogan porque Turquía es una nación influyente”, dijo a Kurdistán 24.
“Erdogan quiere reescribir las normas del derecho internacional con respecto a los derechos de los refugiados para que Turquía pueda asentarlos por la fuerza en Siria –agregó Heras-. Si se permitiera que eso sucediera, se sentaría un precedente mundial devastador”.
