Milicia respaldada por Turquía quiere la limpieza étnica en Afrin

El Jefe de Seguridad de la 23 División del Ejército Libre Sirio (FSA), una de las principales milicias respaldadas por Turquía que participa en la ocupación de Afrin, en el norte de Airia, pidió la limpieza étnica en respuesta al ataque exitoso de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) al comandante de ese grupo.

La declaración, publicada en Telegram, dice que todos los hombres kurdos entre las edades de 15 y 50 años deben ser “desplazados y perseguidos”.

El 4 de septiembre, las YPG anunciaron la neutralización de 15 miembros de varias milicias ocupantes durante la noche del 3 de septiembre, incluido Ahmed Semir Brier, comandante de la 23 División del FSA.

Las milicias respaldadas por Turquía en Afrin han participado en la limpieza étnica de la ciudad, robando casas, edificios públicos y negocios para luego albergar a sus combatientes. A esto se suma el desplazamiento de familias locales kurdas y forzar a los yezidíes y cristianos a convertirse al Islam.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan declaró al comienzo de la denominada Operación Rama de Olivo que Afrin, mayoritariamente kurda, debería ser “devuelta” a los árabes que habitan otras partes de Siria.

Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, “deportación o transferencia ilegal” y la “transferencia, directa o indirecta, por parte de la potencia ocupante de partes de su propia población civil al territorio que ocupa, o la deportación o transferencia de todo o partes de la población del territorio ocupado dentro o fuera de este territorio, son crímenes de guerra”.

Más terroristas en Afrin

Por otra parte, se conoció que Jaish Al Islam, una milicia yihadista que huyó del este de Ghouta cuando la ciudad fue recuperada por el gobierno sirio, estableció una base militar en Afrin, donde continúa aterrorizando a los civiles.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Jaish Al Islam ocupó un edificio civil, además de controlar puestos en la localidad de Rajo, en un acuerdo con el grupo Ahrar Al Sharqiya, por lo cual ocupan alrededor de 100 hogares civiles en los que ahora viven los terroristas.

El grupo es conocido por sus vínculos con otros grupos afiliados a Al Qaeda y por el uso de armas químicas contra civiles kurdos en Sheikh Masqud, en 2016. Amnistía Internacional (AI) informó que un líder del grupo admitió abiertamente usar armas internacionalmente prohibidas en la zona.

En abril de 2018, sus combatientes pudieron evacuar desde Ghouta a Jarablus a cambio de la liberación de rehenes y prisioneros de guerra.

En Afrin, junto con docenas de otras milicias de ocupación respaldadas por Turquía, Jaish Al Islam ha participado de la limpieza étnica y el cambio demográfico contra los kurdos, yezidíes, cristianos y pueblos de otras nacionalidades y creencias.

Recientemente, varios de sus combatientes secuestraron a dos civiles yezidíes para obtener un rescate, situación que se ha vuelto una epidemia en Afrin debido a los arrestos arbitrarios y los posteriores pedidos de rescate.

El establecimiento de este tipo de bases muestra cómo la ocupación de Afrin ha permitido que los yihadistas ganen fuerza en Siria, incluso cuando el territorio en poder de tales grupos es reducido. Las regiones ocupadas por Turquía proporcionan un refugio seguro para que los grupos huyan y se reagrupen a expensas de las poblaciones locales.

FUENTE: Meghan Bodette / The Region / Traducción y edición: Kurdistán América Latina