Seyit Evran: la memoria de la prensa libre

El periodista y autor kurdo Seyit Evran murió el 22 de septiembre a la edad de 54 años en un hospital del noreste de Siria a consecuencia de una enfermedad cardíaca.

El lunes pasado, en un comunicado de prensa frente al Centro de Arte y Cultura Mihemed Şêxo, en la ciudad de Qamishlo, la Asociación de Medios Libres (YRA) declaró lo siguiente: “Con Seyit Evran hemos perdido la memoria de la prensa libre. Durante treinta años fue un militante incansable en este camino honorable e inestimable. Su pasión por iluminar a las sociedades y su determinación de luchar le permitieron superar todos los obstáculos y dificultades. Su actitud, sus acciones y su pluma, ocuparon un lugar firme en las páginas de la prensa libre”.

Seyit Evran tuvo una gran influencia en el periodismo en la tradición de la prensa kurda libre. Nacido en 1969 en el distrito Hênê de Amed (Diyarbakır, Bakur), su espíritu rebelde se formó en la casa de sus padres, moldeada por la resistencia de Şêx Seîd. El abuelo de Evran era compañero de armas del líder del levantamiento. En su juventud conoció el movimiento de liberación kurdo. Cuando estudiaba en la Universidad de Çukurova, en Adana, conoció a Gurbetelli Ersöz (una guerrillera que murió en la “Guerra del Sur” en 1997, contribuyó decisivamente al desarrollo de la prensa kurda y se convirtió en la primera mujer editora en jefe en Turquía en el periódico Özgür Gündem).

Profundamente impresionado por el trabajo periodístico bajo la vanguardia de Gurbetelli Ersöz, Evran se unió al movimiento de liberación kurdo en Amed en 1990. Se volvió activo en el periodismo en un momento en que los ataques del Estado turco contra el pueblo de Kurdistán eran más extremos. Los trabajadores de los medios de comunicación estaban siendo ejecutados extralegalmente en plena calle y la política de tierra arrasada estaba en su apogeo. Cuando el 3 de diciembre de 1994 fueron bombardeadas las tres redacciones del periódico Özgür Ülke, en Estambul, Ankara y Amed, Seyit Evran se encontraba entre las 23 personas heridas.

Eran los años en los que mucha gente en Kurdistán y Turquía tenía miedo de leer los periódicos. Seyit Evran no sintió miedo. Su amor por la verdad y la libertad era más fuerte, de modo que al informar sobre masacres y otros crímenes contra el pueblo kurdo, también arriesgó su propia vida una y otra vez. Fue a la montaña a escribir sobre la realidad de la lucha por la liberación. Siguiendo los pasos de pioneros como Gurbetelli Ersöz, pasó años investigando la vida y la lucha de las guerrillas y comunicándolas al pueblo kurdo y al mundo. Escribió innumerables artículos sobre temas científicos, históricos y literarios e hizo importantes contribuciones al Free Press Archive. Más tarde trazó este camino en su libro El viaje al borde de la vida.

Seyit Evran trabajó para la agencia de noticias ANF durante muchos años. No sólo trabajó como periodista en Kurdistán, sino también en otros países. En Armenia y Rusia, por ejemplo, investigó la situación de las comunidades kurdas y de personalidades conocidas de esas regiones. Dirigió su atención a prácticamente todos los lugares con kurdos donde había actividad revolucionaria. En 2012, cuando Rojava estaba sumida en la revolución, fue allí. Por un lado, escribió sobre la realidad del levantamiento en Rojava. Por otro lado, desempeñó un papel destacado en la construcción de las estructuras de la prensa. De Dêrik a Afrin, viajó por toda la región siguiendo el proceso revolucionario y formando a decenas de periodistas al mismo tiempo. Con este trabajo se convirtió en uno de los pilares de la revolución de Rojava y de la revolución de la prensa.

Seyit Evran padecía problemas de salud desde 2020. Sufrió dos infartos y tuvo que someterse a varias operaciones. Sin embargo, continuó su trabajo con inquebrantable entusiasmo y moral. Recientemente, sufrió una recaída que pasó factura a su organismo. Desde entonces estuvo hospitalizado.

Lamentablemente, a pesar de todos sus esfuerzos, su corazón se detuvo la mañana del 22 de septiembre. Seyit Evran, al igual que Apê Musa, Gurbetelli Ersöz, Halil Dağ, Nûjiyan Erhan, Deniz Fırat, Dilîşan Îbîş y docenas de otros luchadores por la libertad de prensa, fue una antorcha que iluminó nuestro camino hacia la verdad y la libertad. Ha dejado un gran legado con su trabajo. “Nosotros, los sucesores de esta tradición, prometemos extender y expandir esta lucha y esta verdad. Su camino siempre nos iluminará y elevará nuestra conciencia”, resumieron desde la Asociación de Medios Libres.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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