Sobre los ataques turcos contra Rojava

Fighters from the Kurdish women's protection units (YPJ) attend the funeral of a fellow fighter, who was killed while fighting against the Islamic State (IS), in northeastern Syrian Kurdish-majority city of Qamishli on February 9, 2019. (Photo by Delil souleiman / AFP) (Photo credit should read DELIL SOULEIMAN/AFP via Getty Images)

Cuatro miembros de una fuerza kurda-siria respaldada por Estados Unidos murieron en un ataque aéreo turco contra la ciudad de Til Temir el jueves pasado, según las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), como parte de una creciente campaña de múltiples frentes contra militantes kurdos en Siria e Irak.

Las FDS dijeron que el ataque ocurrió a las 6 pm -hora local- y tuvo como objetivo la sede del Consejo Militar de Til Temir.

Ankara insiste en que los kurdos, hombres y mujeres que luchan dentro de las filas de las FDS, representan una amenaza existencial para Turquía debido a sus conexiones con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lucha por el autogobierno en el territorio turco. La insurgencia se lanzó en 1984, inicialmente por la independencia kurda, y hasta ahora la guerra interna se ha cobrado al menos 40.000 vidas, la mayoría de ellas de las filas rebeldes.

El máximo comandante de las FDS,  Mazlum Kobane, ha dicho repetidamente que quiere relaciones pacíficas con Turquía. Sin embargo, Turquía llama a Kobane un “terrorista” y ha puesto una recompensa por su cabeza.

Asentado en la estratégica autopista M4 que conecta la parte este del país con el oeste, Til Temir está teóricamente bajo protección rusa, en el marco de los términos de una tregua negociada por Moscú. El acuerdo se selló luego de la incursión de Turquía, en octubre de 2019, en el área que recibió luz verde del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, Til Temir y la vecina ciudad de Ain Issa son atacados con frecuencia por las fuerzas turcas y sus aliados del Ejército Nacional Sirio (ENS), mientras Turquía presiona por el control de ambas localidades.

Til Temir se encuentra fuera del área que Turquía puede controlar, según el acuerdo de alto el fuego negociado por Estados Unidos, que también se firmó en ese momento, señaló Amy Austin Holmes, investigadora de políticas públicas del Wilson Center. “En un análisis anterior, descubrí que Turquía había violado el acuerdo más de 800 veces durante el primer año después de su firma. Til Temir fue atacado todos los meses”, dijo Holmes a Al Monitor. “Parece ser un intento de expandir el control territorial de Turquía y posiblemente cambiar la demografía de la región, históricamente asiria a lo largo del (río) Khabur”, agregó.

Sosin Ahmed, una prominente comandanta de las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) ampliamente aclamada por su valentía en la batalla contra el Estado Islámico, se encuentra entre las víctimas.

La autora estadounidense Elizabeth Flock, que entrevistó a Ahmed para un próximo libro, compartió una foto de la combatiente asesinada en Twitter y dijo: “No puedo evitar preguntarme si Turquía se aprovechó de la situación en Afganistán para este ataque, y cuántas muertes desconocidas pueden estar vinculadas a la desestabilización de lugares en Estados Unidos”.

Un niño de cuatro años y una mujer murieron, y alrededor de 15 civiles más resultaron heridos en un ataque, el martes pasado, por parte de las fuerzas del Ejército Nacional turco en la aldea de Tawila, cerca de Til Temir, según miembros de las FDS. Las imágenes de la escena publicadas por la agencia de noticias Hawar mostraron varias casas derrumbadas.

Apenas unas horas antes del ataque con aviones no tripulados del jueves, los lugareños se reunieron frente a una base rusa cerca del edificio, para protestar contra la supuesta complicidad rusa en el ataque a Tawila, dijo Salih Muslim, una figura de alto rango en la administración dirigida por los kurdos en el noreste de Siria, a Al Monitor. “Los rusos sabrían lo que estaban planeando los turcos”, dijo.

Se cree que Rusia está haciendo la vista gorda porque quiere que los kurdos-sirios eliminen su alianza con Estados Unidos y lleguen a un acuerdo con el presidente Bashar Al Assad.

Pero Assad no ha mostrado interés en conceder sus derechos a la minoría kurda, durante mucho tiempo reprimida de Siria. Esos derechos ahora los disfrutan en áreas fuera de su control, incluido el autogobierno local y la educación en su lengua materna.

“No hay diálogo con el régimen sirio en este momento. Hay cierta coordinación sobre el terreno, cuestiones prácticas, ya que hay soldados del régimen en el noreste de Siria. Aparte de esto, no hay diálogo”, dijo Ilham Ahmed, co-presidenta del Consejo Democrático Sirio, que es el brazo político de las FDS. En declaraciones al Centro de Información de Rojava, un equipo de investigación local que monitorea los desarrollos políticos y económicos en el espacio gobernado por los kurdos, agregó: “También hay fuerzas del régimen en la frontera, hay discusiones sobre este tema, pero no una solución política. Esto no ha sucedido. El régimen sirio tiene una posición de no colaboración”.

Muslim explicó que esperaba que la administración de Joe Biden frenara a su aliado de la OTAN. “Hasta donde yo sé, la OTAN es una organización basada en valores y principios democráticos. ¿Encaja el bombardeo de hospitales con estos valores? ¿Se ajusta a estos principios matar a civiles, mujeres y bebés? ¿Cómo es que a Turquía, un supuesto miembro de la OTAN, se le permite salirse con la suya con tales acciones?”, se preguntó.

El Departamento de Estado de Estados Unidos no respondió a la solicitud de comentarios de Al Monitor.

FUENTE: Amberin Zaman / Al Monitor / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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