Basak Demirtaş, esposa del líder opositor y ex co-presidente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Selahattin Demirtaş, fue víctima de amenazas sexuales por parte de un seguidor del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), agrupación que dirige el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
La agresión contra la mujer del político kurdo, preso injustamente desde hace más de dos años, fue realizada por Vedat Muti el pasado 13 de junio, quien escribió: “Demirtaş ha estado en prisión mientras su esposa está libre. Debe estar caliente, debería apagar su fuego”.
De acuerdo al abogado de la familia, Mahsuni Karaman, el agresor ya fue detenido y su cuenta de Twitter fue suspendida. Además, detalló que realizaron denuncias por amenazas sexuales, intimidación y calumnias.
La información y los distintos posteos en la cuenta de Muti lo evidencian como un fuerte seguidor de Erdogan y del gobierno turco, con numerosas imágenes a favor del mandatario. Tras los hechos, a través del hashtag que decía “Estamos con Basak Demirtaş”, distintas figuras políticas expresaron su solidaridad con la familia.
Ya son varias las mujeres políticas y periodistas que luego de criticar al gobierno son cosificadas sexualmente y reciben amenazas o difamaciones. Incluso, varios especialistas la citan como una de las causas por las cuales el número de mujeres en política disminuye en Turquía.
Una de las voces más fuertes contra este tipo de actos fue la de Meral Aksener, líder del partido ultranacionalista IYI, quien en un discurso en el parlamento, expresó: “Esta corrupción continuará hasta que las personas que nos gobiernan adopten una postura clara contra ella. Llamo al gobierno y especialmente al presidente Erdogan para que dé a conocer su punto de vista”.
Un ejemplo de este tipo de casos se dio luego del intento del golpe de Estado en Turquía, en 2016, cuando varios seguidores del AKP publicaron en Twitter: “Las esposas de los golpistas son nuestros trofeos”. Un empleado del municipio de Estambul aseguró que era una guerra y que podían quedarse con las hijas y esposas de aquellos que se oponían al sistema presidencial.
En una entrevista a Al Monitor, Suleyman Demirtaş, hermano menor de Selahattin, detalló: “Este tipo de amenazas se hacen para polarizar aún más a la sociedad y mantener a las mujeres encerradas en la casa y obedientes de los hombres en todo momento. El HDP defiende la lucha de las mujeres por la igualdad. Las mujeres kurdas y aquellas que trabajan en las filas de HDP se lo han ganado por sí mismas”.
Gulistan Kocyigit, legislador del HDP, agregó: “Nuestro trabajo ha sido diseñado en torno a la confianza. Eso alienta a más mujeres a participar en el proceso político. Eso es precisamente lo que el AKP pretende bloquear. Este tipo de ataques le dice a las mujeres: ‘La política no es para ustedes’. Saben y temen que las mujeres que actúan por su propia voluntad pueden destruir el sistema y su mentalidad patriarcal”.
Eren Keskin, una destacada abogada y vicepresidente de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía, explicó: “El Estado turco es parte de la Convención de Estambul del Consejo Europeo, que tiene como objetivo minimizar la violencia contra las mujeres. Pero en la práctica, esto no está vigente. Todo tipo de violencia contra las mujeres es política”. Cabe destacar que luego de brindar estas declaraciones a Al Monitor, perpetradores desconocidos irrumpieron en su casa para amenazarla.
FUENTE: Diario Armenia / Edición: Kurdistán América Latina