El Centro de Información de Rojava (RIC, por sus siglas en inglés) publicó un balance al cumplirse un año de la derrota del Estado Islámico (ISIS) en Siria. El 23 de marzo del año pasado, las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) anunciaron su victoria sobre ISIS en la aldea de Baghouz, el último reducto de los terroristas, ubicada en la provincia de Deir Ezzor.
En su informe, el RIC alertó que pese a la derrota, ISIS continúa activo y es “una amenaza tan potente como siempre”, ya que realiza “un mayor número de ataques y asesinatos” a través “de células durmientes en el norte y el este de Siria”.
Según la investigación presentada por la institución, el norte y el este de Siria “enfrenta más ataques de células durmientes (61) en febrero de 2020 que en febrero de 2019 (53)”, lo que equivale a un aumento del 15 por ciento.
El centro agregó que la cifra de ataques y atentados reivindicados por ISIS “aumentó ligeramente”, de 51 a 53, mientras que en febrero pasado hubo más “ataques de actores desconocidos” (de 2 a 8).
El RIC recordó que los ataques de células durmientes de ISIS “se redujeron a un mínimo histórico en septiembre de 2019” (43 ataques), pero aumentaron nuevamente después de la invasión militar de Turquía, en octubre de 2019, a la región. A partir de ese momento, en noviembre y diciembre se produjeron 83 y 84 ataques, respectivamente.
A su vez, las incursiones contra ISIS de la Coalición Internacional –conformada por más de cien países-, disminuyeron de 32 hasta 16, como resultado de la retirada parcial de Estados Unidos del norte y el este de Siria.
El RIC agregó que solo en febrero de 2020, las células de ISIS cometieron 21 asesinatos de mukhtars (ancianos tribales) y autoridades de consejo tribales.
En febrero de 2019, detalló el RIC, las incursiones aumentaron un 220%, con un total de 32 documentadas, mientras que hubo 53 ataques totales, un aumento del 66% desde enero, “ya que ISIS continuó perdiendo territorio y cambió a tácticas de insurgencia”.
En tanto, los arrestos por parte de las FDS a mercenarios y terroristas crecieron un 394%, llegando a 84.
En tanto, el mes pasado, según el centro de información, los ataques de ISIS “se limitaron principalmente a Deir Ezzor, que sufrió 41 de un total de 53 ataques, aunque Raqqa también enfrentó una serie de incidentes.
“Raqqa vio siete ataques, cuatro ataques documentados en Heseke y solo uno en Manbij –detalló el RIC-. Ninguno de los cuatro ataques en la región de Heseke tuvo lugar en ninguna de las principales ciudades fronterizas, que no han sido afectadas por los ataques de células durmientes en enero y febrero”.
El RIC enfatizó que ISIS lleva adelante una “campaña de asesinatos”, destinada a “alejar a las comunidades árabes de las FDS y de la Administración Autónoma”. Este plan de los terroristas “está causando estragos en las zonas rurales de Deir Ezzor”.
Robin Fleminh, investigador del RIC, aseguró que “un año después de su derrota territorial en Baghouz, las cifras muestran que ISIS conserva la capacidad de realizar ataques con células durmientes en el norte y el este de Siria”.
“Los ataques de células durmientes se dispararon después de la derrota de ISIS y lentamente fueron aplastados por incursiones conjuntas de las FDS y la Coalición –estimó-, pero la invasión turca en octubre de 2019 revirtió gran parte de este buen trabajo, con el resultado de que ISIS está llevando a cabo tantos ataques de células durmientes ahora como hace un año”.
Fleminh señaló que “en los últimos meses, ISIS y otras células durmientes parecen haber cambiado sus tácticas, centrándose menos en los coches-bomba indiscriminados en los centros de las ciudades y, en cambio, se dirigen contra personas conectadas a la Administración Autónoma o las Fuerzas Democráticas de Siria. Esto puede indicar una disminución de la capacidad, pero es una forma efectiva de utilizar el miedo para alejar a las comunidades árabes de las FDS y del proyecto de pluralidad étnica de administración autónoma”.
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FUENTE: Kurdistán América Latina