Cáritas participa en un proyecto de asimilación pro turco en el Afrin ocupado

Recientemente, se inauguró en Afrin (Rojava, Kurdistán sirio) el “Centro Barzani para la Cultura y el Desarrollo”. El acto contó con un espectáculo con los colores nacionales turcos. El propio nombre del espacio muestra una estrecha relación con la familia kurda Barzani, que dirige con puño de hierro Bashur (Kurdistán iraquí) y mantiene su dominio mediante una combinación de represión y colaboración con el régimen turco de Recep Tayyip Erdogan.

Los Barzani siempre han intentado expandir su régimen corrupto a Rojava y el norte de Siria. Por lo tanto, no es de extrañar que el partido de Barzani, PDK (Partido Democrático de Kurdistán), apoye la ocupación turca de las zonas kurdas del norte y el este de Siria.

El “centro cultural” se creó, principalmente, con el apoyo de la Fundación Barzani. Su socio colaborador, la organización de ayuda Cáritas, perteneciente a la Iglesia Católica romana, es bastante inquietante. Cáritas colabora estrechamente con la Fundación Barzani tanto en el Afrin ocupado como en Bashur y no le interesa demasiado el hecho de que Afrin haya sido ocupada por mercenarios pro turcos, violando el derecho internacional.

La inscripción kurda de la placa muestra claramente que esta institución está al servicio de la asimilación turca. El centro cultural estaba decorado con globos con los colores nacionales de Turquía, blanco y rojo, mientras que los colores nacionales kurdos, verde, amarillo y rojo, no se veían por ninguna parte. Los niños y niñas fueron vestidos con los colores nacionales de Turquía para celebrar el evento.

Antes de la invasión turca, la población de Afrin estaba formada por el 90 por ciento de kurdos. Según diversas fuentes, este porcentaje se ha reducido entre el 15 y el 22 por ciento debido a la ocupación. Los 300.000 desplazados internos de Afrin confirman estas cifras. Al mismo tiempo, más de 450.000 personas han sido reasentadas en Afrin, principalmente miembros de grupos mercenarios de Turquía y sus familias, así como refugiados de otras partes de Siria con vínculos con Turquía.

La Fundación Barzani y el PDK (ENKS, en Rojava) desempeñan un papel importante en las maniobras expansionistas de Turquía. Desde el comienzo de la revolución de Rojava, el PDK y el ENKS han intentado desestabilizar la región mediante atentados terroristas, apoyo a mercenarios salafistas yihadistas y campañas de desprestigio contra la AANES, con tal de allanar el camino para una ocupación turca. La ocupación de Afrin ha dado lugar a un régimen de terror.

Alrededor de 9.000 personas han sido secuestradas en los últimos años, y alrededor de un tercio de ellas siguen desaparecidas. Estos actos atroces fueron cometidos por Hayat Tahrir al-Sham, filial de Al Qaeda en Siria, así como por remanentes del ISIS y extremistas de derecha turcos. Sólo en los últimos seis meses, 12 personas han muerto a manos de los ocupantes y 173 han sido secuestradas.

Al mismo tiempo, se ha prohibido la lengua kurda y se han colgado por todas partes banderas turcas y fotos del presidente Erdogan. Incluso se han expedido carnés de identidad turcos. Los nombres de los lugares se han turquificados. Por ejemplo, la plaza Azadî ha pasado a llamarse Atatürk. Además, se han saqueado y destruido lugares sagrados yezidíes.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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