Después de una reunión sorpresa entre los jefes de Defensa de Turquía y Siria en Moscú, Ankara indicó el jueves que las conversaciones turco-sirias continuarán en 2023, con un enfoque en los esfuerzos conjuntos para combatir a los grupos terroristas y el regreso de los refugiados sirios a su país.
El próximo paso sería un encuentro entre los ministros de Relaciones Exteriores, dijo el canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu, a los periodistas en una rueda de prensa de fin de año en Ankara. Aseveró que aún no se ha fijado una fecha para la reunión, aunque fuentes en la capital turca señalan que tendrá lugar a principios de 2023.
Cavusoglu evitó cualquier especulación sobre si en los planes estaba una reunión entre los presidentes Recep Tayyip Erdogan y Bashar al-Assad. Después de realizar varias propuestas a Damasco en la segunda mitad de 2022, el mandatario turco anunció, a mediados de diciembre, que había propuesto a su homólogo ruso, Vladimir Putin, establecer un mecanismo trilateral con Rusia y Siria, y celebrar una reunión de líderes sobre seguridad y migración. “Primero, nuestras agencias de inteligencia, luego los ministros de Defensa y luego los ministros de Relaciones Exteriores podrían reunirse. Después de sus reuniones, nosotros, como líderes, podemos reunirnos”, había dicho Erdogan a un grupo de periodistas.
El encuentro de ministros de Defensa del miércoles, entre Hulusi Akar y Ali Mahmoud Abbas, organizada por su homólogo ruso Sergei Shoigu, es el primer compromiso a nivel ministerial entre los dos países en 11 años. Los ministros estuvieron acompañados por sus jefes de inteligencia. En declaraciones idénticas, los ministerios de Defensa turco, sirio y ruso afirmaron que las partes abordaron tres temas: la crisis siria, el regreso de los refugiados y los esfuerzos conjuntos para combatir las organizaciones terroristas en Siria.
“Fue una reunión útil”, dijo Cavusoglu. “Creemos que este compromiso es importante en términos de reconciliación entre el régimen sirio y la oposición en una hoja de ruta para una solución política”. Agregó que también se reunirá pronto con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov.
Cavusoglu y Akar subrayaron, repetidamente, que las operaciones militares en Siria estaban destinadas a asegurar la frontera de Turquía, no la integridad territorial de Siria. “Hemos dicho a nuestros interlocutores que nuestro único objetivo es la lucha contra el terrorismo. No tenemos otro propósito”, sostuvo Akar en Moscú antes de dirigirse a Ankara.
Cavusoglu comentó sobre el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y su rama siria, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), argumentando: “El PKK/YPG es una amenaza para nosotros, pero representan una amenaza aún mayor para Damasco debido a su agenda separatista”. Y continuó: “El régimen (sirio) también ve muy bien la amenaza, pero no hemos tenido ninguna cooperación concreta en la lucha contra el terrorismo debido a sus conflictos con nosotros”.
El canciller turco expresó: “Nuestra lucha contra el terrorismo en Siria continuará con determinación. El compromiso actual con el régimen, es decir, contactos directos o indirectos, no impide nuestra lucha contra el terrorismo”.
Luego de una explosión en el centro de Estambul que mató a seis personas el mes pasado, Ankara lanzó múltiples ataques aéreos contra bases de grupos militantes kurdos en el norte de Siria e Irak, algo que justificó diciendo que eran utilizadas para cometer ataques “terroristas” en suelo turco. A pesar de la resistencia internacional, Ankara también ha mantenido abierta la opción de una nueva ofensiva terrestre para establecer una “ línea de seguridad ” que, según Erdogan, protegería las fronteras de Turquía y, en última instancia, “garantizaría la integridad territorial de Siria e Irak”.
Cuando se le preguntó específicamente sobre una posible incursión terrestre turca, Cavusoglu dijo que en caso de amenaza, una campaña militar terrestre o aérea “todavía podría estar en la agenda”, en paralelo al proceso de acercamiento con el régimen sirio.
El veterano periodista y analista político Murat Yetkin interpretó la declaración como la suspensión de la opción ofensiva terrestre, al menos por el momento. “Sin embargo, si hubiera un ataque del PKK/YPG, entonces volvería a la mesa”, escribió en el Yetkin Report.
Yetkin dijo que uno de los temas críticos para Erdogan antes de las elecciones (de 2023) era el regreso de los sirios bajo protección temporal en Turquía. Turquía alberga al menos a 3,7 millones de refugiados sirios, la mayor población de refugiados del mundo. Su presencia se ha convertido en un punto de vulnerabilidad para el gobierno de Erdogan, y el sentimiento público se vuelve en su contra a medida que aumentan los problemas económicos y el desempleo de Turquía.
“Erdogan quiere ver un movimiento aquí, sin importar cuán simbólico sea”, dijo. “Assad, por otro lado, es reacio a hacer gestos de buena voluntad a Erdogan antes de las elecciones en Turquía”.
FUENTE: Nazlan Ertan / Al Monitor / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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