“En Rojava está naciendo un nuevo modelo de sociedad, y es para todo el mundo”

Fatos Göksungur, copresidenta del Congreso de la Sociedad Kurda Democrática en Europa (KCDK-E), habla sobre los ataques de Turquía sobre Afrin, la resistencia del pueblo kurdo y la pasividad de los organismos internacionales.

Nos encontramos en la sede del Movimiento de Liberación del Pueblo Kurdo en Estrasburgo, a las puertas de la gran manifestación que tuvo lugar el pasado 17 de febrero y en la que se dieron cita más de 30.000 kurdas y kurdos, así como cientos de activistas internacionales, para exigir la libertad de Abdullah Öcalan (líder encarcelado de la revolución y la resistencia kurda), el cese inmediato de la invasión militar por parte del Estado turco de la región de Afrin en Rojava (el territorio kurdo del norte Siria) y el reconocimiento de los derechos políticos del Kurdistán, cuyo territorio se encuentra dividido entre las zonas fronterizas de Turquía, Iraq, Irán, Siria y, en menor medida, Armenia.

Öcalan fue arrestado por las autoridades turcas en 1999, con la aquiescencia y la complicidad de las potencias occidentales, y está confinado en la prisión de la isla de Imrali (Turquía) desde entonces. Los ataques sobre Afrin, por su parte, ya se han cobrado la vida de cientos de personas y otras tantas han resultado heridas.

En este contexto de conflicto en el que se definirá el futuro de la experiencia revolucionaria de los kurdos y otras comunidades en la Federación del Norte de Siria, nos hemos citado con Fatos Göksungur, copresidenta del Congreso de la Sociedad Kurda Democrática en Europa (KCDK-E), entidad que reúne a las organizaciones pro-kurdas que realizan su actividad o residen en Europa.

Asimismo, lidera la “Gran Marcha” contestataria que arrancó el 8 de febrero desde la sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Luxemburgo y que escenificó el día 17 su acto final. Antes de salir a participar de las arengas y reivindicaciones que ya se escuchan en las calles aledañas, Göksungur concede una entrevista a El Salto en uno de los momentos más determinantes de la historia reciente del movimiento revolucionario kurdo.

-Las fuerzas militares del Estado turco, en colaboración con grupos fundamentalistas, están invadiendo el cantón de Afrin, en Rojava, desde el pasado 22 de enero. ¿Cómo enfrentáis este ataque?

-Ha pasado casi un mes desde que el Estado turco comenzó su ataque sobre Afrin. No es la primera vez. El Estado turco ya se alió con grupos yihadistas para conquistar Kobanê, pero conseguimos resistir y ahora también estamos resistiendo con el apoyo de la población kurda de Europa y otros colectivos populares de todo el mundo.

Hace 19 años, Abdullah Öcalan fue capturado en una conspiración internacional por luchar contra el Estado turco y el sistema capitalista. Nosotros seguimos su pensamiento y estamos encantados de luchar por estas ideas. Además, los últimos dos años, varios grupos de solidaridad internacional se han unido a nuestras protestas contra estos ataques. La marcha por la libertad de Öcalan y los derechos del pueblo kurdo lleva nueve días sobre el asfalto y hoy es la acción final en Estrasburgo para reivindicar el fin de las hostilidades contra Afrin.

-¿Cuáles han sido las consecuencias del ataque de Turquía para la población civil?

-La Federación Rusa ha permitido la entrada de las fuerzas turcas al abrir su espacio aéreo a ésta invasión criminal. Pero los habitantes de Afrin no dejaron la ciudad para resistir y defender su territorio. En consecuencia, mucha gente ha muerto o ha resultado herida en dichos ataques.

La gente que vive en Kobanê adquirió su libertad mediante la perseverancia y la confianza en la propuesta de Apo (A. Öcalan). Si la gente deja Afrin, las tropas de las YPG e YPJ (Ejército de Rojava de hombres y mujeres, respectivamente) estarían solas y el genocidio sería aún peor. Hay que tener en cuenta que, más allá de la población kurda, árabes, yazidíes, cristianos y personas de otras naciones viven en Afrin. Toda esta gente se ha quedado en la ciudad para apoyar a los que se juegan la vida en el campo de batalla.

Nosotros decimos que es “la resistencia del siglo”. Estamos resistiendo frente a un Estado turco en connivencia con las principales potencias internacionles (Rusia, Alemania, la Unión Europea), que guardan silencio como el resto de organismos internacionales.

-¿Cuál es el papel que están desempeñando las mujeres en la resistencia de Afrin, teniendo en cuenta que esta ciudad ha sido el centro de la revolución de las mujeres, donde se han alcanzado las mayores victorias?

-Las mujeres llevan más de 5.000 años bajo el yugo de la sociedad patriarcal. Ellas fueron el símbolo de la resistencia y la revolución en Kobanê y están cumpliendo el mismo papel en Afrin. Las mujeres son cada vez más conscientes de su posición y luchan para alcanzar su libertad. La revolución en Rojava es la revolución de las mujeres. Sin la emancipación de las mujeres, no habrá revolución social.

-¿Cuál es la estrategia del Estado turco?

-Las YPG e YPJ son perfectamente conscientes de las intenciones de Erdogan y analizan su estrategia para defenderse mejor. Desde Europa no estamos al tanto de dichos matices. Todo lo que podemos hacer es protestar e invitar a los pueblos del mundo a unirse en defensa del pueblo de Afrin.

-¿Cuál es la relación y las alianzas dadas entre el Estado turco y los grupos yihadistas en Siria?

-El Estado turco ha estado alimentando de manera directa el avance y la capacidad militar de los grupos fundamentalistas implicados en la guerra de Siria. Les han facilitado todo tipo de armas y herramientas para que ataquen el territorio kurdo. Ayer los yihadistas atacaban Kobanê y hoy el Ejército turco ataca Afrin. Es la misma ideología, la misma forma de pensar.

En Turquía puedes observar cómo manipulan a la gente con una mentalidad propia del Daesh. Por ejemplo, obligando a las mujeres a vestir de cierta manera y aislarse en las labores domésticas, condenando a las mujeres a niveles altísimos de inseguridad. Hay una relación directa entre el Estado turco y el fundamentalismo yihadista.

-¿Cuáles son los componentes de las Fuerzas Democráticas Sirias y cómo funciona su alianza con las YPG y las YPJ?

-En estos momentos, Rojava forma parte de la Federación del Norte de Siria, y las Fuerzas Democráticas de Siria son las que protegen todo el territorio que comprende la federación. Las YPG y las YPJ forman parte de dichas fuerzas, que luchan junto a otras comunidades para defender el proyecto democrático del norte de Siria. El pueblo kurdo no puede ni debe luchar solo, sino unirse a otros pueblos para defender la libertad y la justicia.

-¿Es cierto que el Estado sirio ha lanzado una propuesta a las fuerzas en defensa de Afrin: si entregan las armas, el Ejército sirio frenará la invasión del Estado turco?

-Antes del ataque turco, Rusia ofreció algo similar a los ejércitos de las YPG y las YPJ: “Si entregáis Rojava al Estado sirio, os defenderemos de las fuerzas turcas y no abriremos nuestro espacio aéreo para ellas”. Todo el mundo dice lo mismo, pero no es verdad, no quieren ni van a protegernos. El Gobierno sirio no ha caído hasta ahora gracias al esfuerzo de los ejércitos kurdos y sus aliados. Rojava resistirá gracias al mismo esfuerzo, no gracias a la ayuda del Gobierno sirio u otras potencias extranjeras.

-¿Cómo opera la rivalidad geopolítica entre el Gobierno sirio y el Estado turco? ¿Se pueden usar estas contradicciones en favor de la defensa de Afrin?

-En 2011, una nueva era dio comienzo en Oriente Medio, con la llegada de las primaveras árabes en países como Túnez o Egipto. También en Siria. Los Estados Unidos y otros poderes imperiales intentaron aprovechar esta situación para hundir al Gobierno sirio. De esta forma, los grupos fundamentalistas vinculados a Al-Qaeda y Daesh fueron los que desempeñaron este papel. Pero, ahora que Al-Assad no tiene alternativa en Siria, dichos poderes han tenido que dejar que se quede… por ahora.

En este contexto, somos la tercera línea entre los poderes imperiales y el statu quo de los estados de la región; solo creemos en nuestro propio poder como pueblo. Quizás cambie el equilibrio entre los intereses de los diferentes estados y podamos hacer una lectura política de dichos cambios para extraer nuevas oportunidades de ellos, pero eso no significa que confiemos en el poder de otros estados, solo confiamos en nuestro poder.

-¿Qué ayuda se puede esperar de organismos internacionales como las Naciones Unidas? ¿Qué actitud están mostrando este tipo de entidades?

-En Rojava está naciendo un nuevo modelo de sociedad y es para todo el mundo, personas de cualquier procedencia, cultura o religión. Nuestra misión principal es llamar y convencer a las gentes de otras regiones de que se unan a nuestra defensa de una organización social basada en la democracia directa, el feminismo y el ecologismo. Solo contamos con su apoyo.

Además, intentamos ejercer cierta presión sobre los organismos internacionales para que cumplan con su cometido. Por ejemplo, nos hemos manifestado enfrente de la sede de Naciones Unidas en Ginebra para que obligue a Rusia a cerrar su espacio aéreo a la invasión turca o al Estado turco a cesar sus hostilidades contra Afrin y el resto de Rojava.

Es nuestro deber denunciar el silencio de los organismos internacionales frente a las acciones del Estado turco y sus aliados. Pero, después de todo, sabemos que nuestros principales aliados son los pueblos y apelamos a otras comunidades para que se unan a nosotros o nos apoyen en la medida de lo posible.

FUENTE: Ramón P. Yelo / El Salto