El pueblo kurdo tiene una de las historias más duras y, al mismo tiempo, desconocidas de Oriente Medio. Las zonas montañosas que dan nacimiento al Tigris y al Éufrates han visto cómo los conquistadores pasaban y jugaban con sus tierras durante miles de años, de griegos a romanos, de sasánidas a árabes, o incluso de otomanos a franceses y británicos; y aun así, el pueblo kurdo sigue resistiendo. Y no sólo eso: en los últimos años ha sido famosa su victoria contra todo pronóstico, cuando se enfrentaron al Estado Islámico y se desencadenó un gran apoyo a su causa, sin embargo nunca llegó a la agenda política de ninguna potencia. Faruk Eyyup Doru forma parte de este pueblo, de la parte que los kurdos denominan norte, o Bakur, el territorio que se encuentra dentro de las fronteras turcas. Doru ha sido portavoz del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en la Unión Europea (UE) y en la actualidad representa al movimiento kurdo en España y Portugal.
-¿Qué pasa en el Kurdistán? ¿Cuál es la situación actual?
-Hay una guerra en casi todas las partes. En Irán se están asesinando a los jóvenes y, además, hay una política de aislamiento total, que nos divide aún más como pueblo. Los políticos y la prensa internacional no pueden entrar en la zona, y colaboran también con Turquía. Se consideran enemigos, pero pueden colaborar contra los kurdos. Esto lo hemos visto en Siria, donde conjuntamente bloquean las posibles ayudas internacionales en Kurdistán. Rojilat (Kurdistán iraní) es la segunda región más poblada del Kurdistán y una zona bastante politizada, pero actualmente la mayoría de los militantes están centrados en las situaciones del norte (Bakur, Kurdistán turco) y de Rojava (Kurdistán sirio). Ahora mismo, Turquía es quien más ataca contra todo su entorno. Por un lado, en sus relaciones internacionales con la OTAN y con Rusia, con las que está jugando siempre, con la amenaza de los refugiados, las amenazas a la frontera de Grecia o Chipre. Por otra parte, sus fuerzas militares han llegado hasta Libia; tiene ambiciones políticas imperialistas, de crear un nuevo espacio de acción como el antiguo imperio otomano, y aspira a un liderazgo en el mundo islámico. Pero, para cumplir con sus objetivos, el pueblo kurdo es un impedimento. Turquía es un Estado criminal que utiliza el potencial militar de toda la OTAN contra la población civil, bombardeando donde quieren: en el Kurdistán sirio, en el de Irak, e incluso en los campos de refugiados como el de Makhmour. También bombardea a los yezidíes, que ya fueron masacrados por el Estado Islámico. Turquía también está ocupando una parte del Kurdistán de Irak, con la complicidad del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) de Irak. Está avanzando con su estrategia de intentar recuperar las fronteras otomanas de antes de la Primera Guerra Mundial, pero aquí encuentran la resistencia del pueblo kurdo, que parece de los pocos agentes que trata de resistir ante su avance. Se escuda con la complicidad de la Unión Europea, dice que protege sus fronteras de olas de refugiados, y por eso tienen apoyo económico y político de los estados europeos.
-¿Cuál es la situación interna de Turquía?
-Turquía es una dictadura que controla cada uno de los ámbitos del país, desde la justicia a la economía. Es un Estado en manos de un partido, dirigido de forma personalista, y cualquier oposición a sus acciones son calificadas de terrorismo, lo que conlleva cárcel y robo de todos los bienes. También a Erdogan se le relaciona con tráfico de armas y de drogas. Sabemos que gente relacionada con el gobierno es crucial en el tráfico de cocaína y armas desde América Latina. Al final, la situación política se ve también desde fuera, incluso en los Estados Unidos hay procesos contra ellos, pero la Unión Europea no se atreve, porque Turquía amenaza con la llegada de refugiados. Siempre ha jugado entre la OTAN y Rusia, pero parece que nuevamente ha dado un giro hacia la OTAN, después de que sus relaciones con Rusia molesten a varios de sus aliados. Esto le da más fuerza para continuar masacrando al pueblo kurdo y a la oposición turca, porque al final han dicho que aceptan todas las peticiones de los Estados Unidos en la región, con la condición de que los Estados Unidos no permitan una autonomía real kurda o la creación de un estado. El éxito de esta estrategia se ve muy claro: ningún dirigente norteamericano o europeo ha criticado los bombardeos sistemáticos de Turquía, ni siquiera contra los campos de refugiados. Ninguna declaración de condena. Es una vergüenza. Ahora, además, han abierto un proceso contra la tercera fuerza política, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Ha sido golpeado desde diversas partes, porque tiene un proyecto político, el Confederalismo Democrático, que consiste en la participación directa de la ciudadanía en las decisiones políticas en las alcaldías, los barrios… También está en contra de la corrupción y el colonialismo, y a favor de un diálogo con los pueblos vecinos. Erdogan lo ve como un gran peligro. Por ejemplo, en las últimas elecciones municipales el HDP apoyó a la oposición, lo que ha supuesto que el partido de Erdogan, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) perdiera alcaldías de grandes ciudades, como Estambul, Ankara, Izmir, Antalya, Adana o Mersin; y un duro golpe económico, al perder los recursos que utilizaban de manera partidaria. Ahora, el AKP ha pedido a la Corte constitucional la ilegalización de HDP y el poder judicial ha accedido. De los 15 jueces, diez han sido puestos a dedo por Erdogan. Es una situación bastante complicada. Turquía busca una victoria militar para alentar a los sectores más nacionalistas, eliminar oposiciones, y así, volver a ganar las elecciones y mandar cinco años más. Contra esta situación política no hay ninguna reacción de la Unión Europea o Estados Unidos, que continúan con la venta de armas.
-Las intervenciones en Kurdistán sirio, Bashur, Libia; la actitud con las islas griegas, el apoyo directo en Azerbaiyán… ¿A qué se debe tanta agresividad por parte de Turquía?
-Económicamente, Turquía es un caos total. No llega a pagar la deuda externa, el banco central no tiene dinero, no se sabe dónde está gran parte del dinero del Estado, el turismo está inactivo y la pandemia ha golpeado muy fuerte. Como económicamente están muy mal, y políticamente el AKP cuenta con un apoyo mucho menor que en otras ocasiones, de un 45% de intención de voto a un 27%, Erdogan necesita una victoria, y la victoria que busca es aplastar al pueblo kurdo para animar las bases ultranacionalistas y fascistas de Turquía. Con la ilegalización del HDP consigue una victoria, ya que no podría existir ninguna alternativa por mucho que baje su intención de voto, y además eliminan la única oposición a las acciones criminales como las que ha cometido contra los armenios, en Bashur y en el Kurdistán sirio, en Libia; o las provocaciones contra los griegos. Podemos decir que como económicamente y políticamente está muy mal, los países árabes, excepto Qatar, están en su contra. Necesitan esta victoria contra los kurdos, por eso intentan ocupar zonas del Kurdistán en Siria e Irak, para alentar a los ultranacionalistas y poder repetir un mandato.
-Dices que todos los partidos, excepto el HDP, apoyan las acciones bélicas de Erdogan. ¿Crees que con la salida de Erdogan podría haber un cambio en Turquía?
-No lo creo. Erdogan tiene una alianza con la ultraderecha. Hace unos años sólo se lanzaban insultos, pero ahora llegan a acuerdos cuando encuentran un enemigo común. Creo que si Erdogan se ve en peligro, puede llegar a colaborar, incluso, con los socialdemócratas. Los socialdemócratas podrían dejar caer a Erdogan en un futuro, pero no sé qué alternativa construirían.
-La información que llega aquí desde el Kurdistán sirio es que Turquía está bombardeando a la población civil y está formando y enviando milicias islamistas. ¿Es esto cierto? ¿Cómo es la intervención turca en Siria?
-Turquía bombardea sistemáticamente la región, incluso, los campos de refugiados, sobre todo los que están situados en Afrin, distrito a donde se han desplazado más de 130.000 personas hacia los campos de refugiados, que están a unos diez kilómetros. Turquía tiene el plan de ocupar la ciudad de Ayn Issa, para poder dividir el territorio de las Fuerzas Democráticas y aislar Afrin de Kobane. Rusia también intervino. Dijo que o la ciudad se dejaba en manos del Gobierno sirio o Turquía lo ocuparía. Era una amenaza, ya que la presencia rusa en la zona aseguraba que no hubiera movimientos en ningún bando, y se han retirado. Pero, los kurdos han resistido y no han dejado que Turquía avance en esta área. Después, cuando los rusos han visto que Turquía no avanzaba han vuelto para no perder su presencia y poder en el área. Ellos siempre piden lo mismo: devolver el territorio autónomo al gobierno de Siria.
-¿Cuál es el papel de las potencias internacionales? ¿Hay más estados involucrados además de Rusia y Turquía?
-Podemos decir que en esta área siempre hay un juego entre las potencias mundiales. El territorio sirio es el campo de batalla de una nueva guerra mundial. Las potencias ponen las armas, pero las víctimas las ponemos los pueblos de la región. Pero, claro, en esta guerra, los frentes y alianzas cambian continuamente. Esto lo hemos visto con los desacuerdos entre Rusia e Irán, que a la vez son aliados de Siria. Turquía está contra el régimen sirio, aunque ahora han comenzado a negociar con el régimen de Al Asad, contra quien también luchan los Estados Unidos, que es un gran aliado de Turquía, pero no saben a quién apoyar directamente. También hay presencia de intereses, armas o milicias de países como Arabia Saudita, China o países europeos. Esta guerra entre las fuerzas internacionales en el pequeño escenario sirio es real.
-¿Apenas existen condenas internacionales contra Turquía?
-La Unión Europea no ha llegado ni a condenar los actos de Turquía. Cada vez que leas sus declaraciones dicen “estar preocupados” por los ataques a los civiles, no llegan a condenar nunca los actos bárbaros, fascistas y contra las leyes internacionales, convenciones, los Derechos Humanos o los valores de Europa y de cualquier estado de derecho. Además, Turquía sabe que no se aplicarán restricciones y tampoco les preocupan este tipo de declaraciones, que siempre quedan en el aire. Si la Unión Europea dejara de vender armas, sobre todo Alemania, los turcos no podrían seguir con sus matanzas de civiles o las operaciones militares, pero la tendencia es diferente. Vemos que la OTAN ha dejado que Turquía sea quien defienda el espacio aéreo de Afganistán. Esto significa dejarla en manos de los turcos y muestra una gran confianza en los turcos, como ha ocurrido en Libia, donde Occidente tampoco ha exigido la retirada turca. La Unión Europea no quiere tener una posición clara; prefiere mirar hacia otra parte y continuar con la venta de armas y el apoyo económico.
-¿Y cuál es la situación en Bashur (Kurdistán iraquí)?
-Desgraciadamente, el gobierno del Kurdistán iraquí no tiene una unidad con el resto del Kurdistán. Es un clan familiar y los Barzani controlan todo. Se trata de un gobierno familiar, que colabora con Turquía, aunque una parte de la familia se ha empezado a dividir, porque no quieren la presencia turca, ya que los bombardeos destruyen los pueblos y el entorno. La mayoría de la población de Irak y los partidos están en contra de la ocupación, dejando sólo al gobierno del Kurdistán iraquí en conversaciones con Turquía; y el pueblo kurdo de Irak empieza a estar molesto. Todos saben que los turcos han sido quienes, en las últimas décadas, han asesinado más kurdos, y resulta molesta la relación de su gobierno con el de Turquía. Realmente, es un retroceso, incluso los Barzani. Cuando en el Kurdistán iraquí se celebró un referéndum, los turcos fueron los primeros en posicionarse en contra, llevando su ejército a la frontera para demostrar poder y atemorizar por si se declaraba la independencia. Los Barzani dicen que los turcos sólo atacan al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y no a los kurdos, pero luego vemos cómo mueren muchos civiles, y además los turcos mataron gran parte de la familia Barzani hace veinte años.
-¿Entonces la lucha contra el PKK es la excusa de Turquía para camuflar su expansión territorial y la limpieza étnica del pueblo kurdo?
-Exactamente, es sólo una excusa. Muchos bombardeos se llevan a cabo sobre zonas sin influencia del PKK, e incluso, en centros de pueblos y sobre población civil. Su estrategia es la de tierra quemada, que no quede nada para la supervivencia del pueblo kurdo.
-¿Cuál es la situación de Abdullah Öcalan, fundador y líder del PKK? ¿Y de los otros presos políticos?
-No tenemos ninguna información sobre su situación. Incluso, se han hecho preguntas desde gobiernos extranjeros, pero no ha habido ninguna respuesta. Turquía no deja ni a sus familiares o abogados visitarlo, contra todo derecho humano. Es un rehén en poder de Turquía. Están llevando a cabo una huelga de hambre desde hace mucho tiempo de presos políticos y familiares, pero Erdogan continúa con el aislamiento. En los últimos años, ha habido al menos 22.000 detenciones de militantes, cargos, diputados, alcaldes o concejales del HPD, y aún quedan unos 10.000 detenidos. Es una política que tiene como objetivo eliminar toda la representación kurda en la sociedad. Además, somos muchas las exiliadas, las que vemos que no tenemos una protección real. Formas parte de un partido democrático y tienes dos vías, la cárcel o el exilio; y en la segunda, las potencias europeas no nos protegen. Hace unos años fueron asesinadas tres compañeras en Francia por las fuerzas de inteligencia turcas, y parece que no pasa nada.
FUENTE: Adrián Caballero / Fotografía: Jaume Ferrando / Directa.cat / Traducido por Newrozeke
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