El 25 de junio de 2016 hizo un año, en el que 233 vidas fueron arrebatadas, pero no olvidadas. Las fuerzas oscuras del Daesh entraron en una Kobane liberada e iniciaron una masacre que duró 24 horas. Arrebataron la vida a mujeres, hombres y niños, algunos incluso bebés de cuna. Estas almas permanecerán siempre presentes en el corazón de la ciudad de Kobane, y éstas siguen siendo una de las razones más importantes para continuar la lucha y librar a este mundo de males indecibles, de actos de gran violencia que desenfocan las líneas de la humanidad. El 25 de junio es un recordatorio que no se debe olvidar nunca.
La complacencia no es una opción, es un lujo que no podemos darnos. Cada vez que viajo al hermoso pueblo de la madre de dos mártires de las YPG observo un cartel en la pared que dice “OLVIDAR ES TRAICIÓN”(Abdullah Öcalan).
Esta declaración debe guiarnos hoy como una luz filosófica. Mi corazón se rompe hoy con mi querida Kobane. “Namirin Shahid” (los mártires son inmortales), viven para siempre en nuestros corazones.
FUENTE: Hawzhin Azeez/Newrozeke