Los iraníes acudirán a las urnas este viernes para votar en las elecciones parlamentarias. Los comicios se celebran en un momento de inestabilidad en el país y de tensiones en el extranjero.
La votación se produce después de meses de protestas antigubernamentales alimentadas por una crisis económica cada vez más profunda y de una brutal represión de la disidencia, especialmente en la región de Kurdistán.
Las elecciones también se celebran un mes después de la orden del presidente estadounidense Donald Trump de matar al comandante militar iraní Qassem Soleimani, un asesinato que situó a Washington y Teherán al borde de la guerra.
Irán tomó represalias atacando bases de Estados Unidos en Irak. Mientras las tensiones crecían, Irán derribó un avión civil ucraniano que acababa de despegar de Teherán.
Los analistas afirman que estas elecciones serán ganadas por los sectores más poderosos y verán una baja participación, ya que la gente está engañada y decepcionada. Más de 15.000 personas se presentaron como candidatos al Parlamento, pero 7.296 fueron descalificados por el Consejo de Guardianes, incluidos algunos legisladores en ejercicio y muchos candidatos moderados.
El 10 de febrero pasado, la Sociedad Democrática y Libre de Kurdistán Oriental (KODAR) y el Partido de la Vida Libre de Kurdistán (PJAK) anunció su posición con respecto a las elecciones. En una declaración, KODAR y PJAK dijeron que boicotearían los comicios, ya que eran solo formales y antidemocráticas, y no respondían a las demandas de los pueblos. La declaración recordó las demandas destacadas por KODAR en la hoja de ruta para la democratización, que había presentado en 2018.
En la declaración conjunta se indicó que solo aprobarían una elección democrática, y se pidió un reconocimiento oficial del derecho a la autodeterminación de los pueblos iraní y kurdo.
Tras señalar que las elecciones se producen en un momento de conflictos dentro del sistema vigente, y de conflictos y tensiones crecientes con las potencias externas, la declaración destacó la creciente agitación política, las crisis económicas y sociales en el país.
KODAR y PJAK recordaron que el pueblo de Irán había votado a favor de un cambio radical en las elecciones anteriores, pero siempre se enfrentaron a comicios falsos y resultados irreales. “Sabemos que el nuevo parlamento que se formará dependerá de rechazar las demandas democráticas y justas de los pueblos de una manera cruel. Será un parlamento de guerra y amenaza, pero no uno de solución”, aseveraron.
La declaración pidió una “fuerte respuesta a la atrocidad del sistema de la República Islámica”. A su vez, se mencionó las razones del boicot y se enfatizó que las elecciones no irán más allá del formalismo.
KODAR y PJAK comentaron que el parlamento homogéneo se establecería solo para los “radicales y conservadores”, mientras que la Asamblea de Expertos se basaría en principios fascistas y rechazaría a los candidatos que no son conservadores y aquellos que no están cerca del gobierno.
Las dos organizaciones señalaron los casos de fraude ya revelados, y dijeron que esto resultaría a favor de los conservadores. Agregaron que el régimen iraní también aprovechó los conflictos entre las estructuras tribales, culturales y sectarias.
La declaración continuó: “El Parlamento, al igual que todos los demás órganos del sistema, no tiene un proyecto de solución para los problemas de los pueblos, especialmente los de los kurdos, demostrando ser solo formal”.
Al recordar el hecho de que el parlamento no había aprobado leyes para las provincias y la autoadministración hasta el momento, KODAR Y PJAK criticaron al poder legislativo por haberse convertido en una organización de violencia y aprovechamiento de la guerra. “El parlamento es cruel al igual que las otras organizaciones del sistema”, enfatizaron.
Al hacer hincapié en la necesidad de boicotear las elecciones en respuesta al hecho de que la política a favor de la guerra pisoteó los principios democráticos, en la declaración se analizó que “la forma única y radical contra la corrupción y la atrocidad del sistema es la desobediencia civil”.
KODAR y PJAK dijeron que solo aprobarían una elección democrática, y anunciaron que se basaron en la hoja de ruta presentada en 2018, y que el pueblo kurdo estaba comprometido con su derecho a la autodeterminación.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina