Turquía está aprovechando la pandemia del Covid-19 para expandir sus políticas de ocupación. Así lo advirtió el comandante de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), Majed Fayyad Al Shibli, que remarcó que la situación se está intensificando en el norte y el este de Siria, especialmente en Ain Issa y sus alrededores.
Como parte de las medidas internacional para contener la propagación del coronavirus, el secretario general de la ONU, António Guterres, el 23 de marzo pasado pidió un alto el fuego global. En un llamado, la máxima autoridad de Naciones Unidas expresó: “Poner fin a la enfermedad de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Es hora de poner el conflicto armado en el cierre y enfocarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas. Silenciar las armas; detener la artillería; poner fin a los ataques aéreos. Esto es crucial”.
En Siria, las FDS respondieron de forma automática que cumplirían el llamamiento de la ONU dentro la región autónoma. Pero hasta ahora las otras partes en guerra en la región ignoraron el reclamó de Guterres.
En la provincia siria de Idlib, se observa un alto el fuego negociado entre Ankara y Moscú desde principios de marzo. Pero en las ciudades de Serekaniye (Ras Al Ain) y Gire Spi (Tal Abyad), que se encuentran en la zona de ocupación turca desde octubre de 2019, y en las áreas autónomas a lo largo de la frontera turca-siria, se están llevando a cabo importantes actividades militares de los grupos yihadistas aliados a Ankara.
Ahora, Turquía utiliza la pandemia del coronavirus para expandir la ocupación en medio de la crisis. A pesar de las advertencias de que un brote de Covid-19 en Siria representaría una amenaza mortal para los 6,5 millones de desplazados internos que sufren los efectos de nueve años de guerra, el norte del país sigue siendo atacado por Ankara.
Según el comandante de las FDS, Majed Fayyad Al Shibli, la situación está escalando, especialmente en la ciudad de Ain Issa y sus alrededores. La localidad está ubicada sobre la autopista M4 y ocupa una posición estratégica clave, debido a su relativa proximidad a Gire Spi en el norte, y Raqqa en el sur. Por lo tanto, es la puerta de entrada a la provincia de Deir Ezzor. Durante meses, ha habido ataques a gran escala en áreas residenciales de Ain Issa, que se están intensificando en la fase actual.
“La pandemia del coronavirus nos amenaza a todos –aseguró Al Shibli-. Estamos decididos a apoyar el llamamiento de la ONU y la lucha internacional contra el virus, para proteger a nuestro pueblo. Evitaremos iniciativas o acciones militares, y nos limitaremos a la legítima defensa”.
El comandante de las FDS señaló que el “Estado turco ocupante y sus mercenarios, por otro lado ven el alto el fuego global como una oportunidad para lanzar ataques a gran escala contra nuestras regiones”.
Además de las zonas de asentamiento civil en el cantón de Gire Spi, las fuerzas de ocupación están atacando cada vez más las posiciones de las tropas del régimen sirio. Solo en los últimos días, al menos cuatro soldados sirios han muerto y otros seis han resultado heridos. “Estamos comprometidos con el alto el fuego y hasta ahora no hemos mostrado ninguna reacción. Pero también estamos obligados a tomar contramedidas apropiadas en el marco de legítima defensa”, enfatizó Al Shibli.
Las aldeas de Debs, Om Al Baramil, Al Fatesa, Saida y Al Khalidiyya fueron atacadas por los invasores en Ain Issa, como también los pueblos de de Kor Hassen, Qizeli, Salib y Sufyan. “Además de los civiles, los soldados del régimen sirio también están estacionados aquí. Sin embargo, las fuerzas de ocupación están bombardeando todo lo que se mueve. Se llevan a cabo ataques indiscriminados para expulsar a todas las personas de estas áreas. No nos quedaremos sin hacer nada mientras los civiles y la población es atacada”, afirmó el comandante de las FDS.
Mientras tanto, se espera que unos 70 países apoyen el llamamiento del Secretario General de la ONU para un alto el fuego global. Las partes en conflicto, a nivel mundial, aceptaron el llamado a dejar las armas, como Guterres explicó el viernes pasado en un comunicado difundido por la ONU Sin embargo, Guterres, que se sintió alentado por las primeras “señales positivas”, tuvo que repetir su llamado.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina