Anciana relata cómo los mercenarios respaldados por Turquía la secuestraron en Afrin

Ya no es un secreto para nadie las violaciones diarias cometidas por las facciones respaldadas por Ankara con el consentimiento de las fuerzas turcas desde que tomaron el control total de la ciudad de Afrin y sus alrededores, en marzo de 2018.

Algunas de estas violaciones han sido documentadas, mientras que otras han permanecido indocumentadas hasta la fecha debido al apagón de los medios de comunicación en Afrin, y algunos intentos de los medios de retratar la imagen de la vida dentro de la ciudad como una “utopía” desde que las fuerzas turcas y las facciones de poder tomaron el control.

Sin embargo, la vida dentro de la ciudad empeora día a día en todos los niveles, particularmente en la seguridad y las violaciones diarias cometidas contra los civiles kurdos que todavía se encuentran en Afrin.

Una anciana llamada Zainab Mohammed habló con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y dio los detalles de su secuestro por parte de miembros Ahrar al-Sham, movimiento islámico respaldado por Turquía, en el vecindario de al-Ashrafieh de Afrin en mayo de 2018, casi dos meses después de la ocupación turca.

Mohammed relató que fue “secuestrada por una patrulla de Ahrar al-Sham, los miembros de la patrulla eran antiguos vecinos que me vendaron los ojos y me llevaron al antiguo edificio de Al-Saraya, y luego me entregaron a la inteligencia turca, que me llevó a la provincia turca de Kilis en medio de la noche. Ahí fui interrogada por un corto período de tiempo y luego me enviaron de regreso a Siria, a la prisión de Al-Ra’i, en el campo de Alepo”.

La anciana agregó: “La prisión está ubicada bajo tierra y me pusieron en una habitación muy pequeña con más de 150 niñas y mujeres, en su mayoría kurdas de Afrin. Estaba viendo con mis propios ojos cómo las llevaban a torturar después de insultarlas con palabras obscenas. Les cortan el pelo después de haber sido torturadas, y la mayoría de ellas fueron secuestradas o arrestadas por ‘trabajar o tratar con los partidos kurdos del PYD y el PKK’”.

Mohammed recordó que “algunas niñas intentaron suicidarse por el horror de las violaciones que sufrieron y las enfermedades que prevalecen en la prisión, donde la sarna prevalece entre los detenidos. Fui liberada 17 días después de mi secuestro sin aclarar los cargos en mi contra, y pude escapar a las áreas controladas por las fuerzas kurdas, en al-Shehba en el campo de Alepo, después de pagar una suma de dinero”.

El testimonio de la mujer y los desafortunados hechos que atravesó durante su detención son solo una pequeña parte de las violaciones cometidas contra civiles en las cárceles de las facciones respaldadas por Ankara, en las zonas de las operaciones “Fuente de paz” y “Rama de olivo”, que se llevan a cabo lejos de los medios de comunicación.

El OSDH ha documentado y continúa documentando tales violaciones, por lo tanto, renueva su llamado a la comunidad internacional y al gobierno turco para que ejerzan presión sobre las facciones de poder para detener las violaciones cometidas contra la gente de las áreas bajo su control, que se llevan a cabo con el consentimiento de la inteligencia turca.

FUENTE: Observatorio Sirio de Derechos Humanos

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