¿Cómo se encuentra la reestructuración de los principales partidos políticos kurdos en Turquía?

En Bakur (Kurdistán turco) y en Turquía, continúa el proceso de crítica y autocrítica en el seno del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y del Partido de la Izquierda Verde (YSP) tras la victoria electoral del régimen AKP-MHP el pasado mes de mayo. Aunque la oposición democrática obtuvo buenos resultados a pesar del fraude y la manipulación del bando de Recep Tayyip Erdogan en Bakur, en general no estuvo a la altura de las expectativas.

En los últimos meses se han celebrado numerosas reuniones populares para recoger las críticas, opiniones y sugerencias de los y las votantes. Y ahora se extraen las consecuencias y síntesis al respecto.

En declaraciones a ANF, el diputado del YSP de Estambul y co-portavoz del HDK (Congreso Democrático de los Pueblos), Cengiz Çiçek, señaló que una crítica importante al HDP se refiere a su evolución hacia un partido de clase media.

“De hecho, esta crítica no es la primera vez que se expresa, y no procede sólo de la población -explicó Çiçek-. Ha habido percepciones y debates en este sentido dentro de nuestras estructuras organizadas durante algún tiempo. Sin embargo, el relativo éxito electoral impidió que estos debates se profundizaran y que las críticas se hicieran visibles. Rechazamos este enfoque centrado en los resultados electorales. Definitivamente, los resultados electorales no son la única vara de medir la lucha. Derivaremos nuestros próximos pasos de esta crítica [sobre la evolución del partido]”.

Çiçek subrayó que el propio pueblo ha hecho inmensos sacrificios y que el propio pueblo es el sujeto político: “Es un hecho que durante mucho tiempo hemos tenido dificultades para establecer relaciones directas con nuestro pueblo. Las asambleas populares son extremadamente importantes en este proceso, sobre todo teniendo en cuenta los principios sobre los que se construirá la nueva fase de la lucha. Las asambleas populares y los debates son una crítica práctica de la fase anterior. Si tomamos esta actitud como base y nos atenemos a ella, supondrá una contribución histórica a nuestra lucha a medio y largo plazo”.

Refiriéndose a la trágica muerte de dos Madres de la Paz que fallecieron recientemente en un accidente de tráfico cuando regresaban de un interrogatorio en Yüksekova, Çiçek dijo: “La realidad de las personas en nuestro país es tan dolorosa como la de las Madres de la Paz que murieron recientemente en un accidente de tráfico. Las personas tienen una enorme responsabilidad. Han hecho grandes sacrificios y se han convertido en actores políticos. Lo que esperan de su partido es un comportamiento acorde. Mientras la gente se aferra a la rectitud y legitimidad de nuestra lucha, critica el estado de alienación de su realidad. El núcleo de la crítica se dirige a la forma de entender y enfocar la ‘socialidad sin comunidad’. Hay una crítica seria a la forma en que hemos organizado el proceso electoral y nuestras decisiones, pero no se limita a eso. Sobre todo, las críticas se refieren también a nuestras deficiencias en relación con los valores morales y políticos del pueblo kurdo, especialmente en lo que se refiere al aislamiento total de Abdullah Öcalan. La gente ha hecho sugerencias sobre cómo podemos salir de esta situación”.

Çiçek remarcó que las críticas se aplicarían ahora en los congresos tras la fase de las asambleas populares. Informó sobre la evolución del HDP y del YSP, pero también criticó que persistan ciertos problemas. “Actualmente estamos en la fase de congresos. Queremos que todas las fuerzas que componen el partido, le dan carácter y lo apoyan, participen en este proceso congresual y se organicen en él –sostuvo-. Somos conscientes de que un proceso sano y coherente de autocrítica después de las elecciones sólo será posible de esta manera. Aunque todavía existan algunas áreas problemáticas, lo cual es bastante normal, podemos afirmar sin lugar a dudas que estamos viviendo uno de los procesos congresuales más democráticos y cualificados. Aunque este proceso no esté exento de debilidades, muestra la determinación de superar los déficits detectados”.

Según Çiçek, un punto importante de las críticas fue la insuficiente aplicación de los derechos de participación en el partido. “Las críticas provienen no sólo de la población, sino también de nuestros comités y de los trabajadores del partido –analizó-. En primer lugar, nosotros y nosotras, como miembros e individuos, tenemos la obligación de definir colectivamente esta norma y determinar su aplicación práctica. Como ya se ha dicho, aunque hemos mantenido un proceso de debate muy productivo, esto no significa que estemos de acuerdo en todas las cuestiones. Pero nuestro entendimiento común es cada vez mayor en comparación con el pasado. Además, ya no podemos evitar criticar un entendimiento que se limita a la participación de componentes sociales o individuos del partido. En su lugar, debe crearse un derecho a la participación de los pueblos y los sujetos sociales”.

Çiçek continuó: “Esta forma anterior de aplicación condujo a la a menudo criticada alienación, elitismo y burocracia de la política representativa. En la actualidad, el derecho a participar significa formar una alianza de luchas sociales y hacer valer sus reivindicaciones. Por esta razón, la crítica no debe entenderse como una crítica a nuestra línea de batalla estratégica, la política de alianzas, sino como una crítica a sus insuficiencias prácticas. Además, nadie piensa que no debamos formar una alianza contra el sistema, que no debamos librar una lucha común, y nadie ignora los sacrificios que cada organización, así como los individuos, están haciendo en esta lucha. Lo mínimo para hacer justicia a esto es crear un colectivo entre nosotros y nosotras para defender y desarrollar las posiciones y valores políticos y sociales que hemos adquirido a lo largo de los años. En este contexto, la cuestión para nosotros y nosotras no es si resistimos o no, sino cómo podemos desarrollar la resistencia”.

Çiçek también respondió a las críticas de que el YSP no se había publicitado lo suficiente, diciendo que “hay dos razones por las que el YSP no se publicitó lo suficiente durante el proceso electoral. La primera es que la campaña electoral tuvo que realizarse en un periodo de tiempo muy corto. Si cualquier otro partido se hubiera presentado por primera vez a unas elecciones en tan poco tiempo, sería cuestionable que hubiera podido recibir tantos votos. Este es también un punto positivo, que muestra el grado de desarrollo de la conciencia política de nuestro pueblo. Por supuesto, no se trata de un dato nuevo para nosotros y nosotras. Sin embargo, merece la pena recordarlo en este sombrío entorno. La segunda razón es que la falta de publicidad muestra una debilidad organizativa. Hacemos autocrítica por no haber afrontado esta realidad organizativa, que lleva mucho tiempo encogiéndose y debilitándose bajo la influencia de las condiciones objetivas y subjetivas. No podemos sustraernos a esta autocrítica utilizando el argumento de la represión y la persecución. Porque no debemos olvidar que el estado de emergencia es nuestro estado normal. Por lo tanto, no tenemos más remedio que seguir siendo una organización fuerte en sus valores ideológicos, políticos y sociales en cualquier circunstancia”.

Çiçek también comentó las críticas a la evolución del HDP hacia un “partido de clase media”. Sobre esto, explicó: “De hecho, esta crítica no se ha expresado por primera vez y no se ha limitado a la gente. Dentro de nuestras estructuras organizadas ha habido debates y críticas en este sentido durante mucho tiempo. Los relativos éxitos electorales impidieron que estos debates se profundizaran y que las críticas se hicieran visibles. Desde este punto de vista, criticamos que los resultados electorales sean casi el único criterio de la lucha. Por lo demás, no se trata de ignorar los procesos electorales o considerarlos sin importancia. Si los éxitos electorales enmascaran nuestra realidad organizativa y los problemas de la lucha, entonces estamos cometiendo un grave error y una aberración ideológica. Con la victoria del HDP en las elecciones del 7 de junio de 2015, la balanza entre elecciones y lucha social comenzó a inclinarse a favor de las elecciones. Sin embargo, las elecciones no deben ser vistas como un proceso de lucha en sí mismo, sino como una parada en el camino de la lucha revolucionaria democrática”.

El representante del YSP agregó: “El estrechamiento de la lucha social a los procesos electorales también nos impidió tomar medidas oportunas contra el desarrollo del fascismo. Como este estado erróneo persistió durante mucho tiempo, en lugar de una comprensión revolucionaria, democrática y legítima de la lucha, surgió una perspectiva limitada a los ámbitos en los que el sistema nos aprisionaba. ¿Cuál fue el resultado? Mientras el sistema nos atacaba por todos los flancos, descargando sobre nosotros y nosotras su aparato ideológico y coercitivo de todas las formas imaginables, la salida se veía en una ‘soberbia actuación’ de nuestro grupo parlamentario y de la dirección del partido. Por el contrario, una realidad organizada, resistente y popular no se consideraba necesaria, casi no estaba en nuestra agenda. El hecho de que el papel del HDP, que hoy se critica a menudo, se haya minimizado y anulado de facto, también está relacionado con esta actitud y cultura de lucha inherentes al sistema. Por lo tanto, debemos ofrecer una crítica objetiva de nuestra historia reciente. Debemos eliminar la distorsión del éxito electoral, que nos distrae de las tareas de la lucha y del carácter organizativo que se basa en ella”.

“La victoria final será la victoria de la política revolucionaria. La victoria reside en la consigna ‘las elecciones son una cosa, pero no lo son todo’”.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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