Denuncian violaciones a los derechos de presos y presas en Diyarbakır

Un reciente informe elaborado conjuntamente por dos organizaciones turcas de derechos humanos, ha revelado que los reclusos fueron sometidos a cacheos, insultos y agresiones en las cárceles de la provincia de Diyarbakır, en el sureste de Turquía, informó el jueves pasado el sitio web de noticias Duvar.

El informe, elaborado por la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD) y la Asociación de Ayuda a las Familias de Presos y Condenados (TUAYDER), describe las violaciones de derechos en las prisiones de alta seguridad número 1 y número 2 de Diyarbakır, capital histórica de Kurdistán.

El informe se ha elaborado para identificar las violaciones de derechos que se están produciendo desde el 14 de julio de 2020, y para proporcionar una base para las quejas oficiales contra ellas.

Según el informe, los reclusos eran sometidos a cacheos desnudos, antes de ser admitidos en las prisiones y los que se negaban eran golpeados.

Durante los 15 días de cuarentena por el Covid-19, cuando los reclusos fueron admitidos por primera vez en la prisión, se les aisló, no se cubrieron sus necesidades básicas y no se observó una buena higiene.

Los pabellones están infestados de insectos, un problema ignorado por la administración turca de la prisión.

Además de las malas condiciones, el personal penitenciario recurre continuamente a los insultos y al lenguaje provocador cuando se comunica con los reclusos, según el informe.

La administración penitenciaria se apresura a rechazar las solicitudes, incluidas las relacionadas con las visitas y los traslados a otras prisiones, alegando la pandemia, aunque muchos reclusos son trasladados contra su voluntad, como castigo.

Según el informe, muchos reclusos no salen de la cárcel debido a las evaluaciones negativas arbitrarias de la junta de libertad condicional.

Incluso, los artículos básicos disponibles en los comedores de las prisiones, como cortaúñas, cinturones, radios, cubos de basura y mangos de fregona, están siendo confiscados por la administración penitenciaria, reveló el informe.

El informe también enumera varias recomendaciones para mejorar la situación en las prisiones de Diyarbakır.

Los reclusos gravemente enfermos deben ser puestos en libertad, ya que se encuentran en un grupo de grave riesgo debido a la COVID-19, según el informe.

Dado el impacto del coronavirus en las personas de 60 años o más, los reclusos de mayores a esta edad deberían ser liberados.

Se debe proporcionar ropa de protección al personal médico y al personal penitenciario que pueda entrar en contacto con los reclusos, y las zonas de visita deben desinfectarse con frecuencia.

El informe subraya que las medidas adoptadas por motivos de salud no deben violar los derechos fundamentales de los reclusos.

En vista de la pandemia, los reclusos deberían recibir material de limpieza para garantizar la limpieza de los pabellones, dice la investigación.

El informe pide al Ministerio de Justicia y a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento turco que tome medidas en relación con las violaciones de derechos en las dos prisiones de Diyarbakır.

Aunque se han generalizado las denuncias de violaciones de derechos en las cárceles y centros de detención de Turquía, especialmente desde que un intento de golpe de Estado se cobró la vida de más de 250 civiles en Turquía, el 15 de julio de 2016, hasta ahora no se han investigado.

FUENTE: Turkish Minute / Rojava Azadî Madrid

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