El futuro de las legiones kurdas en Siria

Los kurdos establecieron una región autónoma en el norte de Siria después del inicio de la guerra en 2011, pero luego del anuncio de la retirada de soldados estadounidenses este territorio se ve amenazado ante una eventual ofensiva del ejército turco.

El anuncio de la retirada de las tropas estadounidenses obligó a los kurdos a aliarse con el régimen de Bashar al Asad para hacer frente a una posible operación turca.

Las regiones kurdas, que representan casi el 30% de la superficie del país, viven actualmente en una total incertidumbre.

¿Hacia una pérdida de territorio?

La guerra permitió a la minoría kurda crear una autonomía de hecho en las regiones bajo su control, en el norte y el noreste del país.

La lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), librada junto a Washington, permitió a las tropas de esta comunidad, la alianza árabo-kurda de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), conquistar nuevos territorios.

Las FDS controlan la ciudad de Raqa (norte), pero también zonas extensas de la provincia oriental de Deir Ezzor, donde se apoderaron de campos petroleros.

El 19 de diciembre, el presidente estadounidense Donald Trump sorprendió a sus aliados kurdos anunciando la retirada de unos 2.000 soldados estadounidenses apostados en Siria.

Además, Turquía amenaza con una ofensiva contra las Unidades de Protección Popular (YPG), principal milicia kurda en Siria y columna vertebral de las FDS.

El experto francés Fabrice Balanche no descarta que los turcos y el ejército sirio puedan llegar a repartirse el territorio de las FDS.

¿Qué quiere el régimen?

Para protegerse de un eventual ataque turco, los kurdos se acercaron al régimen de Damasco.

El 28 de diciembre, el ejército sirio se desplegó en los alrededores de la ciudad de Manbij después de que las YPG, a las que Ankara considera “terroristas”, le pidieran ayuda. El miércoles, Damasco anunció la salida de “casi 400 combatientes kurdos” del sector.

La ciudad de Manbij, donde se encuentran las tropas estadounidenses y francesas de la coalición internacional anti-ISIS, liderada por Washington, sigue bajo el mando del consejo militar de Manbij, una facción de las FDS de mayoría árabe.

El periódico Al Watan, que cita a un diplomático árabe en Moscú, informó el lunes de un acuerdo entre Turquía y Rusia (aliado del régimen sirio) sobre el futuro de Manbij, que volverá “bajo la dirección total del Estado sirio”.

El destino de las otras regiones kurdas se debatirá en una cumbre, al comienzo de este año, entre los presidentes de Rusia, Irán y Turquía, añade el diario.

“El régimen sirio volverá a Raqa, Deir Ezzor e incluso Hasaka. Qamishlo pasará completamente bajo control del régimen sirio”, estima Balanche. Todas estas regiones se encuentran en el norte y el noreste del país.

También cree que el régimen recuperará los campos petroleros de Deir Ezzor.

¿Qué quiere Turquía?

En marzo de 2018, Turquía conquistó el enclave kurdo de Afrin (noroeste) tras una ofensiva militar. Esta región se encuentra ahora bajo el control de facciones militares sirias pro-Ankara.

Para los expertos, el tema de los kurdos puede resolverse por la vía diplomática.

Turquía, aliado de los rebeldes, quiere establecer una “zona tapón a lo largo de la frontera”, afirma Heiko Wimmen, del grupo de análisis International Crisis Group (ICG). Para hacerlo necesita el visto bueno de Rusia, “al menos implícito”, confirma el experto.

¿De vuelta al punto de partida?

Los kurdos disponen actualmente de sus propias instituciones públicas. En algunos colegios se enseña kurdo y han creado sus fuerzas de seguridad.

En julio, esta minoría entabló negociaciones con el régimen, con la esperanza de integrarse dentro de un sistema “descentralizado”. Pero ahora podrían verse abocados a la casilla de salida.

El régimen sirio controla casi dos tercios del país, se opone a cualquier demanda independentista y tiene la firme intención de recuperar todo el territorio.

“El tema es saber si la pérdida será total o si se puede salvar una parte”, resume Wimmen.

FUENTE: AFP / Edición: Kurdistán América Latina