La Cámara de Ingenieros Geológicos de Turquía había advertido al gobierno, una y otra vez, sobre un desastre como el causado por los terremotos de magnitud 7,8 del lunes pasado, con epicentro en Kahramanmaraş, dijo el titular de esa institución, Hüseyin Alan, al diario BirGün.
La Cámara esperaba un terremoto en el mismo segmento de la falla de Anatolia oriental y elaboró un informe sobre cómo debería prepararse la región, pero la oficina del presidente turco, Recep Tayyip Erodgan, no ofreció comentarios al respecto. “No recibimos una sola respuesta”, dijo Alan.
Los ingenieros han estado advirtiendo del peligro durante “décadas”, aseguró el experto en desastres Kubilay Kaptan, pero su alarma cayó en oídos sordos. Según Kaptan, estaba “claro que no se habían tomado precauciones”, algo demostrado por los daños que sufrieron los edificios y las carreteras. Los materiales utilizados fueron “terribles… claramente no habían sido inspeccionados”, remarcó.
“Desafortunadamente, uno de los peores escenarios que imaginamos se ha hecho realidad”, continuó Kaptan. El desastre se produjo de noche, cuando todos dormían, afectando a una región de unos seis millones de habitantes en las más duras condiciones invernales.
Hasta el momento, los terremotos que afectaron Turquía y Siria dejaron como saldo más de 12.000 personas fallecidas y alrededor de 60.000 heridos.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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