La conspiración contra el líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, comenzó el 9 de octubre de 1998. Esta fecha marca la partida de Öcalan de Oriente Medio, donde había pasado unos 20 años, hacia Europa. Aunque se reconoce que la conspiración comenzó el 9 de octubre, la antesala fueron ciertas amenazas proferidas por el Estado turco, con el apoyo de Estados Unidos e Israel, contra el gobierno sirio, que provocaron la salida de Öcalan de Damasco.
Según lo que Öcalan ha dicho desde entonces, tenía dos opciones: liderar la lucha desde las montañas de Kurdistán o buscar una solución política a la cuestión kurda en Europa. Era consciente de las dificultades de estos últimos a pesar de creer en la posibilidad de una solución política por parte de los países europeos. Durante su estancia en Roma, emitió un comunicado pidiendo una solución no violenta al problema, pero los países europeos permanecieron indiferentes a sus iniciativas.
La culminación del proceso que comenzó el 9 de octubre de 1998 fue el secuestro de Öcalan en Kenia y su traslado a la isla de İmralı en Turquía, el 15 de febrero de 1999. El objetivo de la conspiración era marginar al movimiento kurdo liderado por Öcalan, que era visto como un obstáculo a la intervención de los Estados occidentales, encabezados por Estados Unidos en Oriente Medio. Öcalan debía someterse a estas potencias o ser eliminado, pero se negó a ser controlado por ellas, ya que equiparaba el control de estas potencias con la aniquilación de los kurdos. No esperaba que Occidente obligara a los kurdos a someterse, sino que resolviera el problema kurdo que había ayudado a crear.
Una filosofía de paz
En su primera reunión con sus abogados tres semanas después de su secuestro, Öcalan pidió el fin de todos los actos de violencia. Reconociendo que el objetivo de la conspiración era provocar una guerra que podría durar siglos, se centró en prevenir un conflicto ciego. La defensa de Öcalan de una solución pacífica a la cuestión kurda jugó un papel importante a la hora de socavar el principal objetivo de la conspiración.
Con el tiempo, Öcalan desarrolló estas ideas hasta convertirlas en un paradigma para soluciones no violentas a los conflictos, no sólo en Kurdistán sino en todo Medio Oriente, promoviendo la igualdad y la unidad entre todos los pueblos y religiones. Su concepto de confederalismo democrático, que enfatiza la libertad de las mujeres como algo primordial, ha sido adoptado en todo el mundo y está ejemplificado por el modelo de Rojava en Siria.
Un llamado a la justicia
Durante veinticinco años, Öcalan ha estado recluido en régimen de aislamiento en la isla de İmralı, y durante los últimos tres años ha sido imposible obtener noticias suyas. A pesar de varias iniciativas de diálogo por parte del gobierno turco, y de que Öcalan aprovechó estas oportunidades para abrir la puerta a una solución pacífica, sus esfuerzos han sido en vano y la situación ha empeorado debido a los continuos ataques del Estado turco en Siria y el Kurdistán iraquí.
Veinticinco años después de lo que ahora se conoce como la conspiración del 15 de febrero, los kurdos piden disculpas a los Estados e instituciones implicados, incluidos Estados Unidos, la OTAN y la UE, y la liberación de Öcalan. Los kurdos no han mostrado hostilidad hacia las citadas potencias, ni han tomado ninguna acción negativa contra ellas a pesar de la conspiración, y no hay ninguna expectativa de que lo hagan. Sin embargo, consideran inaceptable la colaboración de estas fuerzas con Turquía en el secuestro de su líder y piden esfuerzos para encontrar una solución pacífica y política a la cuestión kurda. El conflicto actual, exacerbado por el apoyo de ciertas potencias, no sólo no resuelve el problema sino que también contribuye a su perpetuación.
En resumen: a pesar de décadas de conspiración, guerra y represión, la lucha kurda por la libertad continúa sin cesar. El encarcelamiento y aislamiento de Öcalan en la isla de İmralı no disuadirá al movimiento kurdo. La búsqueda de la libertad por parte del pueblo kurdo y sus aliados es inquebrantable y siguen confiando en su eventual victoria. Para quienes buscan una comprensión de la situación actual y su posible resolución, la sociología de la libertad de Öcalan es una idea valiosa.
FUENTE: Amed Dicle / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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