“Es hora de una rebelión global contra el patriarcado, el fascismo y el capitalismo”

Mañana es el Día Internacional de la Lucha de las Mujeres. Las mujeres de todo el mundo se están movilizando y realizando acciones contra el patriarcado. La Coordinadora de la Comunidad de Mujeres Libres de Kurdistán (KJK) hizo un llamamiento a una amplia participación en todas las actividades que se llevarán a cabo este 8 de marzo.

En un comunicado, la KJK se dirigió a “todas las mujeres que entran en la primavera el 8 de marzo” y manifestó que “este es otro día de lucha que se levanta como un sol contra la sombra de la guerra y el feminicidio”. “El 8 de marzo da esperanza contra el patriarcado, que con su sistema intenta asfixiar a las mujeres y a los pueblos en un oscuro invierno. Es el presagio de la primavera que da color a la vida”, se indicó.

A continuación publicamos la declaración completa de la KJK:

La lucha por la liberación de la mujer no cabe en un día. Es nuestra mayor responsabilidad convertir el 8 de marzo, un día en el que cientos de mujeres fueron quemadas, en un día en el que las mujeres resurjan de sus cenizas, y hacer que todos los días sean así.

La Tercera Guerra Mundial es una guerra encubierta y no declarada contra las mujeres. Aunque se intenta ocultar este hecho con mentiras y engaños, se trata de un estado de guerra. Por esta razón, la resistencia de las mujeres es también una lucha de autodefensa contra esta guerra. Estados Unidos, los países de Europa y muchos países de otros continentes no están oficialmente en guerra con ningún país, pero cuando miramos las estadísticas de feminicidios, violaciones, asesinatos laborales y explotación, vemos cifras que corresponden a las pérdidas de algo nada inferior a la guerra. No es posible, de hecho, explicar estas estadísticas utilizando otro término que no sea el de guerra.

En los últimos años, esta situación se ha vuelto aún más terrible con la intensificación de las guerras entre Estados nación y las guerras civiles. El número de feminicidios ha alcanzado las cotas más altas en Kurdistán, Palestina, Ucrania, Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Irán, Azerbaiyán, Armenia y muchos otros países. Por supuesto, las mujeres de todo el mundo están luchando contra estos ataques, aunque a diferentes niveles, y cada una de estas luchas tiene su significado y su importancia.

La Tercera Guerra Mundial se expresa en una estructura mental patriarcal que hace todo lo posible por dejar sin aliento a las mujeres de todo el mundo. En este sentido, el 8 de marzo de este año adquiere un gran significado. Nosotras, como mujeres, debemos apoyarnos mutuamente contra esta realidad de guerra que asola el mundo, incluso más allá de las fronteras de los Estados nación, gritando el sufrimiento con una voz aún más fuerte y construyendo una fuerza de lucha y organización. Luchar por la paz hoy significa organizarse y organizar a la sociedad contra la guerra que los estados patriarcales, la mentalidad patriarcal y el sistema patriarcal global están librando contra todas las mujeres y los pueblos.

La Tercera Guerra Mundial se está librando sobre la base del nacionalismo, el sexismo, el fundamentalismo y el cientificismo. Debemos luchar contra el nacionalismo sobre la base del paradigma de la Nación Democrática, contra el fundamentalismo sobre la base de una visión democrática del mundo, oponer la vida en pareja libre contra el sexismo y oponer la ciencia libre y la Jineolojî contra el cientificismo. Sobre esta base, debemos ampliar nuestra lucha.

Durante 25 años, Rêber Apo [Abdullah Öcalan] ha estado aislado y encarcelado en las condiciones más difíciles en Imrali. Sin embargo, nos mostró a las mujeres el camino hacia la libertad y la paz de la mejor manera. Por lo tanto, los actos del 8 de marzo de este año deben ser también acciones que reivindiquen la libertad física de Rêber Apo. La lucha por la liberación de la mujer en el siglo XXI está directamente vinculada al paradigma de Rêber Apo y al linaje de la mujer libre.

A medida que avanzamos hacia la finalización del primer cuarto del siglo XXI, la lucha de las mujeres debe desarrollar una idea estratégica de paz y realizar su defensa a nivel ideológico, político, organizativo y en combate. Esta lucha es una lucha de autodefensa. El 8 de marzo, debemos recordar por su nombre a todas las mujeres asesinadas. Dondequiera que vivieran en el mundo. Debemos gritar más allá de las fronteras y solidarizarnos unas con otras sobre la base de la Nación Democrática y el Confederalismo Democrático. Debemos alzar la voz en todas partes contra esta guerra que devora a las mujeres y a la sociedad. Ya sea Boko Haram en Nigeria, los talibanes en Afganistán, el régimen de la Sharia en Irán, los ataques contra las mujeres por el fascismo del AKP en Turquía, los acontecimientos en Sudán, Yemen, Ucrania, Armenia, Brasil, en Argentina, en México, en Chile y en todos los países donde las mujeres están amenazadas con todo, desde la violación hasta el asesinato, la ejecución, la tortura, la explotación laboral, la humillación, denunciaremos estos ataques y fortaleceremos la unidad de nuestra lucha contra ellos.

El Estado turco está atacando la revolución de las mujeres en Rojava y está asesinando a las mujeres que luchan por su libertad en Shengal, Mekhmur, Kurdistán del Sur y del Norte, e incluso en París. En Afrin, Serekaniye y todas las zonas ocupadas por la República fascista de Turquía, las mujeres son gravemente torturadas y asesinadas todos los días. En Kurdistán del Norte se intenta destruir los logros de la lucha de las mujeres utilizando todo tipo de métodos especiales de guerra y ataques directos. Las cárceles están llenas de mujeres luchadoras; las tumbas están llenas de mujeres masacradas por los hombres.

Este 8 de marzo, hay que arrancarle la máscara a Erdoğan. La mentalidad fascista y patriarcal debe ser condenada por la justicia de las mujeres. Debemos desenmascarar al Estado iraní que ejecuta, tortura y encarcela a las mujeres, al régimen talibán de Afganistán, a la organización criminal Boko Haram, a los Estados patriarcales que están detrás de la guerra y la opresión, y al sistema capitalista que mercantiliza la lucha de las mujeres.

Debemos condenar el patriarcado en todas partes, coreando la consigna “Jin, Jiyan, Azadî”. Marchando con este llamamiento a la revolución de las mujeres, debemos levantarnos contra este sistema capitalista que seca la vida y la corroe, contra todas las versiones del fascismo, contra el sistema patriarcal que nos explota. Las calles, las ciudades, los pueblos, las montañas, las fábricas, los campos, todos los espacios nos pertenecen y son el corazón de la rebelión y la construcción.

Las mujeres hacen florecer la vida con su rebeldía, sus noes, su voluntad de vida libre y su proceso de construcción. El 8 de marzo, llamamos a todas las mujeres a recrear el levantamiento desde las cenizas, a hacer del mundo entero el corazón de la rebelión, a reforzar la cooperatividad y a ampliar la lucha.FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*