Las Fuerzas de Defensa Popular (HPG), que mantiene sus bases guerrilleras en las montañas de Qandil, en el Kurdistán del Sur (Bashur/norte de Irak), se manifestaron luego que el Estado turco lanzara un gran operativo militar contra la región de Gare, donde la insurgencia tiene presencia.
En una declaración pública, las HPG explicaron que el 15 de febrero a la madrugada el ejército turco comenzó los ataques y bombardeos contra los territorios rodean las aldeas de Gûzê, Meyrokê, Siyanê, Çemşerîtkê, Yekmalê, Kanîsarkê, en el área de Garê, y la llanura de Kafya. Los ataques fueron lanzados desde drones y aviones de combate. Los bombardeos además alcanzaron las inmediaciones del pueblo de Çemrobotkiyê dos veces consecutivas. Las fuerzas turca, utilizando helicópteros Cobra, también bombardearon las aldeas de Yekmalê y Siyanê. A su vez, el ejército invasor se desplegó en el pueblo de Siyanê.
En este último caso, los soldados turcos se enfrentaron con los y las guerrilleras de las HPG. La insurgencia apuntó a los helicópteros, los cuales huyeron de la zona. Las fuerzas invasoras, según la declaración, no llegaron desde el Kurdistán del Norte (Bakur/sudeste de Turquía), sino que desde el propio Kurdistán del Sur.
Las HPG indicaron que los operativos militares de Turquía en el Kurdistán del Sur se intensificaron a partir de enero. Desde la defensa aérea de las HPG agregaron que el 9 de febrero bombardearon a “las fuerzas de ocupación estacionadas en la colina de Mêrganîşê, en el distrito de Çelê, en la región de Colemêrgê”, en una operación que calificaron de exitosa.
Con respecto a la operación en Gare, la agencia de noticias ANF reveló que al menos nueve soldados turcos fueron abatidos por las HPG. Medios de comunicación de Turquía informaron que tres soldados murieron y otros cuatro resultaron heridos.
Desde el Congreso Nacional de Kurdistán (KNK), que funciona como la institución de diplomacia internacional del Movimiento de Liberación de Kurdistán, manifestaron ayer que el “régimen del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tiene la clara intención de ampliar la ocupación militar del Kurdistán del Sur y ahora ha optado por intensificar la agresión militar”. Para el KNK, Erdogan busca fortalecer su “poder en respuesta a la actual crisis estatal de Turquía”.
“La creciente resistencia kurda sigue siendo el obstáculo más formidable para el expansionismo neo-otomano y la estrategia de ocupación de Erdogan en el norte y este de Siria y el sur de Kurdistán”, remarcaron desde el KNK. “Erdogan busca con urgencia silenciar a los kurdos para proteger la existencia de su estado antidemocrático, cada vez más aislado y en decadencia”, agregaron en un comunicado.
El KNK puntualizó que mientras el presidente turco “hizo promesas vacías a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos sobre posibles reformas, su Ministro de Defensa, Hulusi Akar, viajó al extranjero, visitó Bagdad y Erbil en enero, y Berlín a principios de este mes, para buscar la aprobación y el apoyo para una nueva etapa en la guerra del Estado turco contra el pueblo kurdo y por la expansión de la ocupación turca en la región”. A esto se sumó que “el 9 de febrero, para obtener el apoyo del nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, Akar se ofreció a negociar sobre el uso por parte de Turquía del sistema de defensa aérea ruso S-400. Erdogan y Akar saben que el ejército turco no podrá expandir su ocupación de Kurdistán del Sur sin enfrentar la resistencia kurda”, destacaron en el KNK.
FUENTE: ANHA / ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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