Human Rights Watch denunció el ataque de Erdogan sobre la democracia en Turquía

“El gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan está desmantelando las protecciones de derechos humanos y las normas democráticas en Turquía a una escala sin precedentes en los 18 años que lleva en el cargo”, denunciaron el pasado 24 de marzo desde Human Rights Watch (HRW, por sus siglas en inglés). “El gobierno tomó más medidas peligrosas durante la semana pasada para socavar el Estado de derecho y atacar a los críticos y opositores políticos”, se lee en el informe publicado la semana pasada. 

Cabe resaltar que el 19 de marzo de 2021 el presidente emitió un decreto donde retiró repentinamente a Turquía del Convenio del Consejo de Europa para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, conocido como el Convenio de Estambul, un tratado pionero fuertemente apoyado por el movimiento por los derechos de las mujeres. Mientras tanto, el Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Apelaciones de Turquía anunciaba que estaba abriendo un caso para cerrar al opositor Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco), solo unas horas después de que el Parlamento controlado por Erdogan expulsara indebidamente a un diputado de este partido pro kurdo.

“El presidente Erdogan está apuntando a cualquier institución o parte de la sociedad que se interponga en su amplio esfuerzo por remodelar la sociedad de Turquía”, dijo Kenneth Roth, Director Ejecutivo del organismo internacional. “Los últimos acontecimientos contra la oposición parlamentaria, los kurdos y las mujeres tienen que ver con garantizar el control del poder por parte del presidente en violación de los derechos humanos y las garantías democráticas”.

“La dramática medida del presidente Erdogan de retirarse de la Convención de Estambul con un decreto presidencial es parte de los esfuerzos para apuntalar el apoyo de los círculos religiosos conservadores fuera de su partido y muestra su disposición a utilizar la convención como pretexto para promover un discurso político altamente divisivo y homofóbico”, expresaron desde HRW. En este sentido, subrayaron que “este discurso afirma falsamente que los derechos de las mujeres socavan los llamados valores familiares y promueve una visión odiosa y discriminatoria de las personas LGBT”.

El jefe de comunicaciones de presidente emitió el 21 de marzo un escrito defendiendo la decisión de retirar a Turquía del tratado, argumentando que fue “secuestrado por un grupo de personas que intentan normalizar la homosexualidad, que es incompatible con los valores sociales y familiares de Turquía”. El reclamo se deriva del lenguaje de la Convención que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género. Los grupos de mujeres en el país apoyaron firmemente la Convención, ya que obliga legalmente a los gobiernos a tomar medidas efectivas para prevenir la violencia contra las mujeres, proteger a las sobrevivientes y castigar a los abusadores.

Para Human Rights Watch, la decisión de Erdogan de retirarse de la Convención es impactante dados los cientos de femicidios que producen los hombres cada año. En este sentido, “esta decisión es un paso atrás en la lucha por proteger los derechos de las mujeres y es un gran golpe para todas en todo el espectro político”, manifestó Roth.

En respuesta, miles y miles de mujeres protestaron el 20 de marzo en diferentes ciudades de Turquía.  Declararon que el movimiento continuará la lucha y exigirá la acción del gobierno para combatir la violencia machista y los femicidios.

Por otro lado, el Observatorio de Derechos Humanos denunció que el gobierno de Erdogan quiere proscribir al Partido Democrático de los Pueblos: “La expulsión de Gergerlioğlu fue en represalia por su enfoque constante en las miles de víctimas de la represión de los derechos humanos de Erdogan, mientras que el esfuerzo por cerrar el HDP apunta a los derechos de millones de votantes kurdos y subvierte el principio de democracia parlamentaria”.

Durante los últimos 30 años, Turquía cerró cinco partidos políticos prokurdos. Como en casos anteriores, el Fiscal General acusa al HDP -el tercero más fuerte en el Parlamento- de ir “contra la integridad indivisible del Estado con su país y nación”, y violar la constitución y las leyes, requiriendo su cierre total y permanente.

También, este Fiscal le pidió al Tribunal que prohibiera la vida política de 687 militantes durante cinco años, incluidos diputados y cientos de funcionarios. “Iniciar un caso para cerrar un partido político que ganó con el 11,7 por ciento de los votos a nivel nacional en 2018 y que tiene 55 parlamentarios es un gran asalto a los derechos de asociación y de expresión política”, aseguró el Director Ejecutivo de HRW.

Sin embargo, los votantes del Partido Democrático de los Pueblos no se escondieron y el pasado 20 y 21 de marzo acudieron con fuerza a las asambleas del año nuevo kurdo, el Newroz, en las principales regiones. Así, convirtieron la celebración en una poderosa expresión de apoyo al partido y de protesta contra el ataque a los derechos humanos.

Cabe recordar que “el gobierno de Erdogan burló repetidamente las sentencias vinculantes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que ordenan la liberación del defensor de los derechos Osman Kavala y el político Selahattin Demirtaş”, resaltaron en el informe publicado la semana pasada.

Por otra parte, el organismo afirmó que Erdogan tomó, en enero, una serie de medidas para profundizar su control sobre la educación superior. Por ejemplo, nombró a un rector en una de las mejores universidades nacionales y reestructuró la institución ante las protestas generalizadas de docentes y estudiantes.

Además, los discursos anti-LGBT y las publicaciones en las redes sociales por parte de altos funcionarios del gobierno se volvieron comunes. En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, arrestaron a estudiantes por una obra de arte con banderas LGBT.

Finalmente, Human Rights Watch aseveró que la publicación de un nuevo Plan de Acción de Derechos Humanos se contradice completamente con la realidad, donde las detenciones arbitrarias y los juicios de periodistas y activistas son cotidianos y se intensifican. Dos semanas después de que Erdogán publicara estos cambios, el copresidente de una destacada asociación de derechos humanos Öztürk Türkdoğan fue arrestado durante las redadas al amanecer en Ankara. Posteriormente, fue puesto en libertad.

En síntesis, la denuncia del observatorio revela que los acontecimientos de los últimos días siguen a una serie de graves reveses para los derechos humanos en Turquía.

FUENTE: Nor Sevan

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