Estados Unidos ha revelado la identidad de un facilitador de dinero importante del grupo terrorista Daesh (Estado Islámico – ISIS) en Turquía, dentro de la actividad que se lleva a cabo contra las redes financieras mundiales del grupo yihadista.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, remarcó que el proveedor de Daesh, Adnan Muhammad Amin Al Rawi, había asistido económicamente al grupo terrorista con apoyo financiero, material o tecnológico.
“Esta acción coincide con la 13ª reunión del Counter Daesh Finance Group (CIFG), que incluye más de 60 países y organizaciones internacionales, y desempeña un papel fundamental en la coordinación de los esfuerzos para negarle a Daesh el acceso al sistema financiero internacional y eliminar sus fuentes de ingresos”, indicó el organismo oficial.
En esta línea, el Tesoro estadounidense exige que todas las propiedades e intereses de personas relevantes que se encuentren en Estados Unidos, o en posesión o control de personas estadounidenses, se bloqueen y se informe a la OFAC.
Además, cualquier institución financiera extranjera que realice o facilite deliberadamente cualquier transacción sustancial en nombre de individuos y entidades designadas por la OFAC, quedaría sujeta a sanciones de Washington.
La actividad de Daesh en Turquía es conocida, ya que la policía del país euroasiático ha llevado a cabo operaciones contra células del grupo terrorista. En esta línea, el 19 de julio, las fuerzas policiales turcas detuvieron a 27 personas en 15 distritos de Estambul por tener vínculos con Daesh; de ellos, se tenía la sospecha que se estaban preparando para materializar un atentado.
Según Colin Clarke, investigador principal en redes de financiación del terrorismo con el Grupo Soufan, las redes financieras de Daesh, como era de esperar, siguen activas en Turquía. “Daesh ha lavado sus ganancias ilícitas en Turquía a través de empresas de servicios monetarios e intermediarios que buscan beneficiarse de ganancias obtenidas ilegalmente. Creo que las redes financieras de Daesh podrían ayudar a mantener al grupo durante la próxima década”, explicó Colin Clarke al medio de comunicación Arab News.
Desde el año pasado, la entidad encargada de vigilar delitos financieros de Turquía –MASAK- ha estado persiguiendo el sistema de transferencia ilegal de dinero del grupo terrorista, señalando como sospechosos a quienes acusan de transferir a Daesh dinero mediante la cadena Hawala. Se cree que las empresas de joyería u oficinas de cambio con sede en Turquía y Siria actúan como tapadera para estos trasvases ilegales de dinero.
En noviembre pasado, Washington puso en la lista negra a tres empresas con sede en Turquía y a dos personas turcas acusados de los cargos de proporcionar apoyo financiero y logístico a Daesh en Siria e Irak a través de oficinas de cambio de divisas y operaciones de importación y exportación. Las sanciones están destinadas a congelar cualquier activo en territorio norteamericano que esté en manos de personas y empresas señaladas y prohibir a los estadounidenses hacer negocios con ellos.
A pesar de las derrotas territoriales sufridas por Daesh, como la padecida en Siria, el grupo terrorista ha encontrado nuevas formas de subsistir, como diversos negocios, contrabando, donaciones, secuestros y extorsiones a personas adineradas en las áreas en las que opera en el desierto oriental de Siria y la región fronteriza entre Siria e Irak.
“La comunidad internacional se da cuenta de que agotar los recursos financieros de Daesh es un factor importante para neutralizar las operaciones militares del grupo. Por lo tanto, CIFG ha estado monitoreando y sancionando algunas oficinas de transferencia de dinero que están involucradas en actividades ilegítimas y que operan tanto en Siria como en Irak”, manifestó Orwa Ajjoub, investigador afiliado en el Centro de Estudios de Pascua Media de la Universidad de Lund.
Ajjoub piensa que la dificultad para lograr esto radica en la capacidad para controlar el proceso de transferencia de remesas desde el punto de envío hasta el momento de recepción por parte de los beneficiarios. “Otras formas de canalizar recursos a los combatientes de Daesh incluyen campañas en redes sociales y donaciones en criptomonedas, que requieren medidas rigurosas de ciberseguridad para contenerlas”, explicó al medio Arab News.
De esta forma, Turquía sigue estando en el ojo del huracán por supuestos nexos con elementos yihadistas. En este sentido, desde diversos medios de comunicación se ha informado sobre las conexiones del país euroasiático con mercenarios a sueldo adscritos a grupos ligados en el pasado con entidades terroristas como Daesh o Al Qaeda, a los que utiliza en su beneficio en las guerras de Siria y Libia, donde toma parte activa dentro de la estrategia turca encaminada a potenciar su posicionamiento geoestratégico en el Mediterráneo y en Oriente Medio y a sacar beneficio de la explotación de zonas económicas en relación con prospecciones de gas y petróleo.
FUENTE: Raúl Redondo / Atalayar