Intentan turquificar Afrin con saqueos, masacres y torturas

El Estado turco está destruyendo la historia, la naturaleza y la sociedad de Afrin desde el 20 de enero de 2018, cuando comenzó la campaña de ocupación militar. El Estado turco está tratando de separar a Afrin de Siria y adjuntarlo a Turquía para, de esa forma, cambiar su demografía y poner a toda esa región bajo el gobierno de Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, la gente de Afrin continúa resistiéndose a estos intentos.

Los crímenes cometidos por el Estado turco en Afrin no fueron menos de lo que el ISIS cometió previamente en Irak y Siria. Al igual que cuando el ISIS se enorgullecía de terminar con los sitios antiguos y religiosos, el Estado turco y sus mercenarios afiliados cuando ocuparon Afrin por primera vez, comenzaron con la destrucción de la estatua de Kawa, El Herrero. Las imágenes de esta barbarie, que fue transmitida en vivo por Rudaw TV, recordaron la destrucción de la antigua ciudad de Palmira por el ISIS.

Documentar el saqueo en Afrin

Los mercenarios liderados por Turquía comenzaron a saquear propiedades civiles cuando entraron en el centro de la ciudad de Afrin. Legitimando sus crímenes bajo el nombre de “botín de guerra”, los mercenarios se apoderaron de las casas y los lugares de trabajo del pueblo. La agencia de noticias francesa AFP tenía un periodista en Afrin que documentó todo el saqueo. Una vez que las imágenes se publicaron en los medios internacionales, Estados Unidos, la Unión Europea (UE), que guardaron silencio durante la campaña de ocupación de Turquía, expresaron su descontento por primera vez.

Las propiedades que fueron saqueadas por mercenarios turcos se vendieron en los mercados de la ciudad de Azaz y en otras partes del noroeste ocupado de Siria. El saqueo incluso apuntó a las casas de los residentes árabes y a colaboradores del ENKS (Consejo Nacional Kurdo, que depende del Partido Democrático de Kurdistán, que dirige desde el norte de Irak Masud Barzani).

El Estado turco y sus mercenarios aliados, a partir del 18 de marzo de 2018, comenzaron a secuestrar, torturar y matar a ciudadanos kurdos en la región de Afrin. Según el Centro de Archivo y Documentación de Derechos Humanos del norte de Siria, a fines de 2018 murieron 270 civiles y otros 4.500 fueron secuestrados y encarcelados. Hay cinco prisiones oficiales en Afrin, sin embargo, cada uno de los grupos mercenarios tiene sus propias cárceles.

La mayoría de los delitos y secuestro se cometieron en las aldeas de Baflun, Qibar y Xezewi, que estaban pobladas por la minoría yazidí  en Afrin. Hasta este momento, de los 4.500 civiles secuestrados, se desconoce la suerte de 850 de ellos: 159 de esos civiles son mujeres.

Cambio demográfico

Cientos de miles de personas de Afrin se vieron obligados a desplazarse a raíz de la ocupación turca. Sus propiedades fueron confiscadas. El Estado turco trajo a unos 80.000 pobladores desde de Gouta, Homs, Qalamoun, Hama, Damasco y otros lugares de Siria para que se establecieran en la Afrin ocupada. Los desplazados internos árabes de Idlib también se establecieron en el distrito de Jindires.

Las fuerzas estatales turcas obligaron a algunos de los aldeanos -que se negaron a abandonar sus hogares después de la ocupación- a abandonar sus tierras. El Estado turco realizó un cambio demográfico masivo y emitió tarjetas de identidad turcas a las personas que habían traído para establecerse en Afrin.

Durante la campaña de ocupación, Turquía no dudó en destruir los sitios religiosos los yazidís y destruir lugares históricos. Usando a sus mercenarios como ocupantes, el Estado turco transfirió las antigüedades robadas de Afrin al territorio turco.

Tampoco mostraron misericordia a los muertos en Afrin: dos cementerios de mártires fueron completamente destruidos por el ejército turco y llevaron a cabo exhumaciones en el cementerio Mártir Avesta.

Saqueo de la naturaleza en Afrin

Los crímenes del Estado turco ocupante no son diferentes a los cometidos por el ISIS. Al saquear la naturaleza de Afrin, quemaron muchos de los olivos de la región. Durante la campaña de ocupación rara vez hubo una noche sin que el ejército turco no prendiera fuego a un bosque. Decenas de bosques y más de diez mil olivos fueron quemados en Afrin.

Después de ocupar Afrin, el ejército turco estableció un protocolo especial entre su personal y los mercenarios afiliados para robar la cosecha agrícola y las aceitunas de Afrin, y las transfirió a Turquía. La junta de agricultura de Afrin informó que el Estado turco y los mercenarios incautaron de 15 toneladas de cosecha de trigo de 2017 y de 20 a 25 toneladas de trigo de 2018.

También saquearon las aceitunas de la región, cuya cosecha en 2018 se proyectó en 220.000 toneladas, que fueron transferidos a Turquía. Las aceitunas se procesaron para obtener aceite en Turquía y luego se vendieron a España. Una vez que los medios de comunicación revelaron la noticia, el ministerio turco de agricultura admitió que “nosotros como gobierno (AKP) no queremos que el PKK obtenga un ingreso de Afrin” y negó el saqueo agrícola en Afrin.

Intentos de turquificación en Afrin

Actualmente, hay tantos carteles, títulos y banderas turcas en Afrin ocupado que ya no parece una ciudad siria; más bien parece parte de Turquía. El Estado turco destruyó 31 escuelas y prohibió la educación en el idioma kurdo. Ahora las escuelas solo enseñan en árabe y turco, y el plan de estudios también se basa en el nacionalismo turco. Los títulos escolares fueron reemplazados con los nombres de sultanes otomanos.

Las instituciones, pueblos y vecindarios en Afrin ocupado también fueron renombrados. Algunas de las áreas ahora se llaman Otomanos, Seljuks e incluso Erdogan.

El Estado turco y los mercenarios no solo actuaron con la misma mentalidad del ISIS. También desplegaron grupos que pertenecían a ISIS y los utilizaron como la primera línea de asalto. Ahora el ISIS tiene presencia dentro de los grupos mercenarios liderados por el Estado turco.

Uno de estos mercenarios, Seif Plat Abu-Bakr, que se había unido al ISIS anteriormente y luchó en Alepo, fue comandante de los mercenarios de Al-Hamzat durante la ocupación de Afrin. El jefe del batallón Al-Zahar Bebars, afiliado al grupo mercenario Sultan Murad, es Abu Abdul-Rahman, un ex combatiente del ISIS.

El Estado turco ha desplegado una parte de los mercenarios de HTS (Frente Al Nusra) de Idlib en Afrin. El 18 de septiembre de 2018, se enviaron 400 mercenarios de HTS a Afrin y se integraron con los grupos Faylaq Al-Rahman y Al-Hamzad en el centro de la ciudad de Afrin y el distrito de Jindires. Aparte de eso, 65 miembros de HTS, liderados por Au Omar Al-Shami, se han unido al grupo Faylaq Al-Rahman en la aldea de Qibar.

FUENTE: Beritan Sarya / Heysem Muslim / ANF / Edición: Kurdistán América Latina