Kurdistán: Huelgas de hambre contra el aislamiento en prisión

El 8 de noviembre de 2018 Leyla Güven comenzó una huelga de hambre desde la cárcel de Diyarbakir (Turquía) contra el aislamiento en prisión del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan. Güven es una histórica militante del Movimiento de Liberación de Kurdistán, llegando a ser copresidenta del DTK (Congreso de la Sociedad Democrática), la mayor organización civil del movimiento en Turquía y mientras cumplía condena en prisión fue elegida diputada en el parlamento turco por el HDP (Partido Democrático de los Pueblos).

La acción de Güven ha supuesto un revulsivo en la lucha contra los malos tratos en prisión y por una solución política a la cuestión kurda en Turquía. Junto a ella ya son 239 presos del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) y del PAJK (Partido de las Mujeres Libres de Kurdistán) y decenas de activistas kurdos repartidos por todo el Kurdistán y la diáspora europea que se suman a la huelga.

Las cárceles turcas son famosas por su crueldad y el historial de torturas contra los presos políticos. El aislamiento en prisión constituye una forma más de tortura, la cual se ejerce de forma continuada en la isla-prisión de Imrali sobre Abdullah Öcalan, quien no recibe una visita de sus abogados desde 2015 y permanece en la isla-prisión de máxima seguridad desde 1999.

Öcalan es el líder político indiscutible de los kurdos en Turquía, y el castigo sobre él se vive como un castigo sobre todo el pueblo y sus organizaciones, que toman como tarea prioritaria el fin de su aislamiento y el restablecimiento del diálogo con el Estado. Un diálogo que el gobierno de Erdogan dio por finalizado en 2016, fecha de la última visita familiar a Öcalan en prisión y el inicio de una nueva escalada represiva y militar contra los kurdos que aun hoy continúa.

Para el movimiento kurdo las cárceles forman parte de su ADN. Estas siempre han sido un punto común de todos los movimientos revolucionarios a lo largo del mundo, un espacio de socialización, de formación, de lucha y de épica. Histórica fue la huelga de hambre de presos en Diyarbakir de 1984, donde varios presos murieron y con la cual la leyenda del PKK se engrandeció. Hoy Güven y el resto de huelguistas recogen el testigo de sus compañeros y no se descarta un final similar, en palabras de la propia Güven: “Quiero decir que estoy respirando en una realidad de la vida por la que vale la pena morir y estoy en un punto en el que con mucho gusto abrazaré la muerte por esta causa”¹. Para la mayoría de los presos su propio cuerpo constituye la última herramienta de lucha una vez sometidos a la falta de libertad.

La huelga tuvo su primer gran éxito el pasado 12 de enero. Tras más de dos años sin noticias, el Estado turco permitió al hermano de Öcalan una visita de 15 minutos. De ella solo sabemos que Öcalan está en buen estado de salud y que sirvió para que en todas las grandes ciudades kurdas la gente saliera a las calles a celebrar. La propia Güven interpreta este hecho como una victoria de la resistencia del pueblo, pero también como una forma de chantaje por parte del Estado que solo trata de acabar con las huelgas. Algo que no está consiguiendo.

De nuevo el movimiento kurdo demuestra que es posible luchar contra la tortura en prisión de una forma colectiva, traspasando los muros y constituyendo un pueblo que hace de la resistencia una forma de vida. Como decía Güven en su última carta desde prisión: “¡Sea cual sea el precio, prevaleceremos!”.

*Puedes seguir toda la información de las huelgas de hambre en: https://hungerstrikes.eu

Notas:

¹ https://anfespanol.com/noticias/carta-de-leyla-gueven-sea-cual-sea-el-precio-prevaleceremos-8939

FUENTE: Arturo Martínez / El Salto Diario