La lucha de los kurdos del norte de Siria para sobrevivir a los cortes de agua de Turquía

Aunque sea fuera de sus fronteras, Turquía no duda en redoblar la presión sobre los kurdos. Ya sea mediante el envío de drones a las provincias montañosas de Irak o cortando el suministro de agua en el norte de Siria. El último ejemplo ha tenido lugar en Siria, donde las fuerzas de ocupación turcas en la zona cortaron durante más de un mes la circulación de agua de la estación de bombeo de Allouk, que abastece de agua potable a casi un millón de personas en la región de Hasaka, según informó este domingo la versión digital de Arab News. “No hemos tenido agua durante casi todo el mes de agosto”, ha recordado Ahmed Zubair, de 22 años. “Sin ella no podemos protegernos contra el Covid-19. Reservamos el agua para beber en lugar de para la higiene. Es un peligro para los niños y la sociedad en general”, ha indicado este joven.

Turquía ha cortado el suministro de agua a la zona hasta 13 veces este año, según Naciones Unidas, para ejercer presión sobre la administración kurda. Toda la región de Hasaka pasó dos semanas en el sofocante calor de agosto sin agua, y algunos vecindarios pasaron más de dos meses sin que se entregara ni gota de agua.

Los primeros cortes empezaron el pasado marzo, según informó la agencia siria oficial de noticias siria SANA. El gerente de la Empresa de Agua de Hasaka, Mahmoud al-Ulka, ha señalado que cortar el suministro de agua pone en riesgo la vida de más de 600.000 personas que dependen de la planta de Allouk, considerada la principal fuente de agua potable de la región. Mahmoud al-Ulka ha asegurado que el ejército turco ha hecho todo lo posible para que los equipos de esta compañía no puedan volver a trabajar para poner en funcionamiento esta planta.

Turquía lanzó en octubre del año pasado la Operación Primavera de la Paz, dirigida contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuesta de kurdos en el noroeste de Siria. Las FDS están integradas en su mayoría por miembros de la Unidades de Protección del Pueblo, que Turquía considera un grupo terrorista por su conexión ideológica con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que ha empleado la lucha armada de 1984 para reivindicar los derechos de los kurdos. Las FDS han encabezado la campaña de la coalición formada por Estados Unidos en el norte de Siria, destruyendo las últimas resistencias de los militantes de ISIS en Deir Ezzor en marzo de 2019. A pesar de ello, Washington se replegó de la zona cuando Turquía se abalanzó contra los kurdos en octubre de 2019, obligándole a retirarse de sus posiciones a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria.

Apenas unas horas después de la ofensiva turca, los proyectiles de artillería alcanzaron la estación de Allouk y la dejaron fuera de servicio. Aunque la instalación ha sido reparada desde entonces con supervisión internacional, todavía continúa bajo control turco, y esto dificulta la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), dirigida por los kurdos, que actualmente controla la zona conocida como Rojava.

“La Administración kurda ha tratado de excavar pozos de agua como alternativa para el suministro de agua, pero eso no es suficiente”, ha indicado a Arab News el analista y periodista Wladimir van Wilgenburg, especialista en la cobertura de los kurdos. “La única solución es que la comunidad internacional presione al gobierno turco para que deje de cortar el agua en el norte de Siria”.

Los grifos dejaron de tener agua en agosto y así comenzó el sufrimiento de la población. La comunidad internacional empezó a presionar a Ankara, aunque con poco éxito. James Jeffrey, el enviado especial de Estados Unidos a Siria, ha instalado a los dirigentes turcos ha reanudar el suministro de agua, mientras que los ingenieros militares rusos de la zona se pusieron a trabajar en una tubería para tratar de ampliar el suministro para los habitantes de la zona.

Rusia respalda desde hace años la posición del presidente sirio Bashar Al Assad. Las fuerzas sirias están librando un conflicto de baja intensidad con las fuerzas turcas en la provincia noroccidental siria de Idlib y en una contienda a tres bandas con los turcos y las Fuerzas Armadas de Defensa por el control del noroeste de Siria. Rusia quiere ganarse el favor de los kurdos para ayudar a promover una solución diplomática al conflicto civil en Siria. Moscú considera que los kurdos deben ser incluidos en las conversaciones constitucionales con el régimen, ya que sino el nuevo sistema político no tendrá legitimidad y no será posible unificar el país, uno de los objetivos de Rusia y de su apoyo a Al Assad.

El objetivo declarado de la Operación Primavera de la Paz de Ankara era forzar al ejército de Al Assad a retirarse de las inmediaciones de la frontera turca mediante la creación de una zona bajo control turco que se adentrara unos 30 kilómetros en territorio sirio. Las ambiciones de Turquía cada vez son más difíciles de llevar a cabo, ya que Estados Unidos ha reforzado su despliegue en Siria con radares centinela, patrullas de combate adicionales y vehículos de combate Bradley en su creciente rivalidad con Rusia, la zona cada vez está más militarizada.

“Las cosas ya eran muy complicadas en Ras Al Ain antes de que los turcos ocuparan la ciudad y cortaran el suministro de agua de Allouk, pero después de aquello la gente se quedó sin agua para lavarse ni para beber, y todo en medio de la crisis sanitaria del Covid-19”, ha indicado Muhammed Baqi, de la Organización Hevy para el Socorro y el Desarrollo en declaraciones a Arab News. “La administración kurda han intentado perforar un pozo de agua conocido como Al-Himme, pero no ha funcionado porque el agua que sacaron de ahí no era potable, solo servía para lavar”, ha asegurado Baqi. “Allouk sigue siendo la principal fuente de agua de la región de Hasakah”, explica este activista.

Las disputas sobre el suministro de electricidad a la instalación de Allouk han inflamado una situación ya de por sí bastante tensa. La parte turca cortó el suministro de agua en Hasakah para presionar a la administración kurda a suministrar más electricidad a su central eléctrica de Mabrouka a las zonas controladas por los representantes sirios de Turquía. El Ministerio de Defensa Nacional de Turquía insistió a principios de agosto en que Allouk estaba en mantenimiento y que Hasakah seguiría recibiendo ministro de agua.

FUENTE: Atalayar / Edición: Kurdistán América Latina