Mujeres de Manbij se ganan la vida con la pesca + Video

Las mujeres que viven en las zonas rurales de Manbij (norte de Siria) dependen de la pesca, la agricultura y la ganadería como fuente de ingresos. Aisha Al-Youssef, madre de cuatro hijos, vive en el pueblo de Shajara, y pesca a orillas del río Éufrates para ganarse la vida.

Aisha, de 40 años, se gana la vida con la pesca desde que tenía 11 años. Fue la primera niña que pescó en su pueblo. “No sufrí ningún tipo de acoso o calumnia por parte de nuestra sociedad. Al contrario, los aldeanos me describían como una chica valiente. Fui una de las primeras en pescar en el pueblo. También tejo y vendo redes de pesca”, cuenta.

Aisha Al-Youssef siguió pescando después de casarse. “Volví a pescar menos de diez días después de casarnos –recuerda-. La pesca es mi única fuente de ingresos. Mi marido también pesca. Después de casarnos, empezamos a pescar juntos para mantener a nuestra familia. Criamos a nuestros hijos con la pesca y ahora nuestros hijos nos ayudan a pescar”.

La mujer explica su trabajo: “Al mediodía, dejamos las redes en el agua y las sacamos antes del amanecer, para vender los pescados frescos. En nuestro pueblo hay cuatro o cinco mujeres que se ganan la vida con la pesca. Tengo eczemas en las manos porque pesco a menudo. Los médicos me dicen que no pesque más, pero sigo haciéndolo porque es mi única fuente de ingresos”.

Zarifa Al-Jassem, de 45 años, vive en el pueblo de Al-Halul, al sureste de Manbij. Es una de las personas que se ganan la vida pescando a orillas del río Éufrates. Zarifa y su marido tienen que caminar un buen rato para pescar a orillas del río. “Llevo 15 años pescando para cubrir mis necesidades. Cuando empecé a pescar, me daba miedo estar en la barca. Pero superé mi miedo”, dice.

Zarifa es la única mujer que vive de la pesca en su pueblo. “Para pescar tenemos que ser dos personas: una rema y la otra deja las redes en el agua y tira de ellas. Por eso, pesco con mi hermano, mi padre y a veces con mi marido. Tenemos que pescar porque la pesca es nuestra única fuente de ingresos. A veces, pescamos cinco peces en un día, pero otras volvemos a casa con las manos vacías”, afirma.

FUENTE: Sîlva El-Îbrahîm / Jin News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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