Después de que la ciudad iraquí de Mosul fuera ocupada por el llamado Estado Islámico (ISIS) en 2014, los yihadistas marcharon hacia Raqqa, una de las mayores ciudades de Siria.
Al Qaeda, Jabhat Al Nusra y el denominado Ejército Sirio Libre (ESL) abandonaron la ciudad. Poco después, Raqqa fue nombrada capital del “Califato de ISIS” y cubierta por un reino de terror, orientado por la interpretación salafista de la Sharia.
Desde Raqqa, ISIS se apoderó gradualmente de muchas otras ciudades del norte de Siria y dirigió su atención a Kobanê, en septiembre de 2014. ISIS atacó esta ciudad en tres frentes, pero se encontró con una resistencia sin parangón. En Kobanê, el grupo terrorista sufrió su primera derrota y a partir de entonces fue retrocediendo, poco a poco, a su centro en Raqqa.
El 6 de junio de 2017, las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) lanzaron una ofensiva para liberar Raqqa y, tras cinco meses de encarnizados combates, acabaron con el dominio de ISIS el 17 de octubre.
La declaración de la liberación de la ciudad fue realizada por las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ), que luchaban en primera línea contra ISIS. La declaración se anunció a todo el mundo en la plaza de Al-Naim, donde el Estado Islámico había llevado a cabo ejecuciones públicas.
La administración de la ciudad liberada de Raqqa se entregó al poco tiempo a un consejo civil, fundado en abril en Ain Issa. Una gran parte de la ciudad había sido destruida por ISIS y durante la ofensiva de liberación. La reconstrucción se vio obstaculizada, sobre todo por las trampas explosivas que dejó ISIS. Al mismo tiempo, las células encubiertas del grupo terrorista siguieron perpetrando atentados.
Este miércoles, las Fuerzas Democráticas de Siria emitieron una declaración para conmemorar el cuarto aniversario de la liberación de Raqqa. El comunicado se recordó a los mártires, “cuyos sacrificios” permitieron la derrota de los terroristas.
En la declaración se añadió que la liberación de la ciudad “fue un claro ejemplo de las operaciones audaces y a gran escala de nuestras fuerzas para liberar al pueblo del terrorismo, ya que nuestros combatientes se han ganado la confianza de todos los componentes del norte y el este de Siria y del mundo para completar sus tareas morales, humanitarias y nacionales, que siguen siendo un compromiso voluntario con nuestros principios para proporcionar una vida segura y mejor a nuestro pueblo”.
“La campaña de liberación de Raqqa fue una gran oportunidad para concentrar los esfuerzos para eliminar a ISIS, evitar que prolifere y reducir su amenaza para el mundo, ya que la organización terrorista estaba en el umbral de una fase peligrosa de expansión de sus operaciones terroristas y su control sobre otros países de la región y del mundo, creando una amenaza que no habría sido eliminada si no fuera por la rápida y audaz decisión de nuestras fuerzas de eliminar a Daesh en 2017, por lo que la decisión de liberar Raqqa fue el paso decisivo que determinó el destino de la región y su población”, agregaron en el texto.
Desde las FDS expresaron que siempre defenderán al pueblo de Raqqa “para mantener la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de la comunidad en varios niveles. También esperamos el apoyo de la comunidad internacional para completar la reconstrucción, apoyar las infraestructuras y los esfuerzos para mantener la seguridad y superar los retrasos que podrían reducir la capacidad de la ciudad para levantarse y hacer frente a los retos que han dejado los largos años de injusticia y subdesarrollo durante el control de ISIS”.
Por último, advirtieron que “es necesario señalar los intentos de la organización terrorista de volver a suponer un peligro a través de células durmientes y esconderse en zonas pobladas por civiles, lo que requiere un mayor apoyo para nuestras fuerzas en esta región”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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