Rojhilat: El modelo Kodar

En abril de 2015, en Hamburgo, Alemania, se desarrolló la conferencia “Desafiar la Modernidad Capitalista II”. Durante las charlas, habló Shirzad Kamangar, miembro del consejo del Partido por la Vida Libre de Kurdistán (PJAK) y que ha estado involucrado en la política activa durante los últimos 15 años en Irán y Kurdistán. Su hermano, Farzad Kamangar, también activista pro derechos humanos, fue ejecutado en mayo de 2010 por el Estado iraní por sus opiniones políticas.

En el momento histórico actual, los mayores legados del sistema capitalista a los pueblos y naciones han sido los de la guerra y el genocidio. La guerra entre las fuerzas de la modernidad capitalista y los sectores que persiguen el poder en Oriente Medio ha llegado a su culmen, mientras que las fuerzas democráticas de las naciones están buscando una salida al caos en constante expansión que se extiende por toda la región. Podría decirse que la Tercera Guerra Mundial está en marcha. En alcance y longitud esta guerra es más profunda y más larga que sus dos precedentes. El sistema capitalista internacional carece de potencial para la auto-renovación en la región. Lo que se está produciendo es la erosión y destrucción del sistema. Tampoco los estados-nación tradicionales y centralistas son capaces de mantener su existencia con su ineficiencia, que es más evidente que nunca. El modelo de Estado-nación y los mecanismos nacionalistas no sólo no han logrado acabar con las luchas nacionales, particularmente la de la nación kurda, sino que, además, han aumentado sus calamidades y crisis. En consecuencia, es de significancia histórica y existencial la preparación y puesta en práctica de un modelo democrático alternativo, con el potencial para deshacer los bloqueos establecidos por el Estado-nación.

Irán: La verdad histórica y la realidad de hoy

La sociedad multicultural iraní tiene una cultura muy rica, tanto étnica como religiosa. Abarca todas las identidades nacionales y religiosas de Oriente Medio. El régimen iraní considera las diferentes identidades simplemente desde un punto de vista de hegemonía ideológica basada en el nacionalismo o la religión, por lo que siempre se terminan produciendo problemas. La visión principal del gobierno actual en Irán se asienta en alguna forma de nacionalismo religioso y racismo. A veces, el gobierno iraní trabaja y opera para una modernidad capitalista, y otras dirige una guerra de propaganda contra el modernismo. El gobierno iraní tiene una larga experiencia en la eliminación de los avances democráticos y revolucionarios.

Irán está en la cúspide de la lista de los estados y sociedades en Oriente Medio que soportan crisis y disturbios. Este ambiente, unido al nacionalismo estatal iraní, favorece una situación para terminar finalmente con el despotismo iraní en la zona.

No se ha llevado a cabo un análisis científico de la historia cotidiana y los estilos de vida de los pueblos iraníes, es decir, un análisis de la vida social, política, ideológica y artística del pueblo y de su resistencia contra los reyes y gobernantes. Historiadores y pensadores, tanto iraníes como extranjeros, han considerado importante escribir sobre la vida de las personas, sus condiciones sociales y económicas. Por ello, estos historiadores y pensadores han construido su pensamiento sobre una ideología individualista y el bienestar individual, poniendo sus ideas al servicio de los gobernantes. Los intelectuales iraníes, que más que ningún otro intelectual en Oriente Medio han estado ocupados en cuestiones de la modernidad, han fracasado en la construcción y desarrollo de una tradición chiita modernista. El Islam político es una ideología nacionalista enmascarada por una nación oligárquica de dos siglos de antigüedad. La República Islámica de Irán es un buen ejemplo de ello. La sociedad iraní está compuesta por diferentes pueblos, religiones, culturas, etc. Allí viven y respiran kurdos, azeríes, árabes, baluches, turcomanos, cada uno con su propia lengua, cultura y religión, pero se les han negado los derechos humanos y nacionales básicos.

La República Islámica está tratando con todo su poder y medios racionalizar y homogeneizar su sociedad. Para alcanzar este objetivo, ha roto todos los principios de la democracia y los derechos humanos. La República Islámica se niega a resolver los numerosos problemas sociales que tiene, como el derecho de la mujer, los intereses y derechos de las diferentes naciones y la libertad de expresión. La negativa de la República Islámica a resolver estas cuestiones ha llevado a una crisis generalizada económica, social, política y cultural y a una crisis diplomática a nivel regional e internacional. Por el contrario, la República Islámica se esfuerza por alcanzar una posición hegemónica en Oriente Medio.

Cabe señalar que, basándonos en fuentes que rebelan verdades y hechos históricos, la historia de Irán no es una historia sobre el estado de civilización, sino una verdadera civilización democrática. Esto significa que la historia de Irán no es una historia que comienza con reyes e imperios y que continúa con la República Islámica. Desafortunadamente, se difunde constantemente que sólo los reyes y el Estado han defendido y preservado la sociedad iraní y los pueblos han podido vivir gracias a esos poderes. Esto es un engaño y una falsedad para confundir al pueblo. Ahora es necesario que la civilización estatista ceda el paso a una civilización democrática y a las verdaderas identidades históricas del pueblo iraní para que éste florezca.

La nación kurda, con su movimiento de búsqueda de identidad y liberación, ha lanzado una campaña sostenida para preservar su existencia y libertad. A partir de sus impresionantes experiencias históricas, ha trascendido la tendencia del Estado-nación y, sobre la base del enfoque de nación democrática, ha ofrecido una nueva alternativa para resolver sus problemas sociales y políticos. La eficiencia del Confederalismo Democrático, particularmente por su idoneidad para con la diversidad natural de la sociedad, promete una nueva era de democracia pionera para la nación kurda. Basándose en esto, la nación kurda en el Kurdistán Oriental e Irán asume como fundamento este sistema, que es un mecanismo democrático y no estatal para resolver sus problemas con toda la diversidad identitaria existente en Kurdistán.

Los principios esenciales del sistema de Confederalismo Democrático en el Kurdistán Oriental se establecen de la siguiente manera:

1- El Estado-nación y el nacionalismo presentan serios obstáculos para la expansión e institucionalización de la democracia y la libertad de la sociedad. Se encuentra inculcada en la sociedad la creencia de que la única manera de lograr la libertad y la fuerza de voluntad en las esferas políticas y sociales es a través de la formación de un Estado. La situación actual de Oriente Medio y las crisis con que tropieza la comunidad internacional están, sin embargo, apuntando a la ineficacia del modelo de Estado-nación. Para lograr el máximo beneficio, los poderes hegemónicos del sistema capitalista han empleado invariablemente estrategias cismáticas y de promoción de conflictos entre las sociedades. Con la generación de una sociedad homogénea, el Estado-nación ha sido el enemigo de todas las diversidades y pluralismos embebidos en las sociedades. En profundo contraste con esto, el Confederalismo Democrático es un modelo no estatal y democrático que posibilita la libertad y participación de todos los diversos elementos de la sociedad y trasciende la mentalidad capitalista egoísta y egocéntrica, eludiendo las crisis y trayendo la paz.

2- El sistema del Confederalismo Democrático lucha contra los paradigmas que hunden a la sociedad en un estado de no-ser y legitima el individualismo promovido por los liberales, y considera básico el equilibrio entre el individuo y la sociedad.

3- En el sistema del Confederalismo Democrático el lugar de la toma de decisiones es la sociedad. La discusión, la toma de decisiones y la ejecución de las políticas son promovidas por la sociedad democrática y se basan en la elección. La democracia se implementará de manera directa y, con la participación de todos los diversos componentes de la sociedad, se realizará de la manera más efectiva. En este sistema, los individuos y ejecutivos elegidos sólo están autorizados a implementar las decisiones tomadas por la sociedad.

4- En el sistema del Confederalismo Democrático, las decisiones y las sanciones se toman en las asambleas de la aldea, las asambleas del pueblo, las asambleas de la ciudad y de sus distritos. La institución con la máxima credencial en la toma de decisiones es las Asambleas de la Nación. Las resoluciones serán implementadas por un consejo ejecutivo que representa todas las diversidades inherentes a la sociedad del Kurdistán Oriental.

5- El sistema del Confederalismo Democrático es democrático y no estatal, en el que todas las clases y diversidades sociales, por encima de ellas las mujeres y los jóvenes, promoverán asambleas de ciudadanos libres e iguales basados ​​en el paradigma de ciudadanos libres e iguales. Este sistema adquiere su poder, en todas las esferas de la sociedad, la cultura, la economía, la ciencia, las artes, la política, la defensa, la diplomacia y la legalidad, de la fuerza esencial de la sociedad.

6- Las relaciones entre el Confederalismo Democrático y el Estado se regularán mediante la fórmula “Estado + democracia”. La base del trabajo es un compromiso apropiado que incluye un reconocimiento mutuo entre el Estado y el sistema de gestión democrática de la sociedad. Sin rechazo o negación del Estado o dependencia de él, el Confederalismo Democrático es un modelo que toma como base la democratización de la sociedad.

7- La mínima condición necesaria para que el Confederalismo Democrático coexista con el Estado iraní bajo un techo político conjunto es el reconocimiento de la condición de autogobierno democrático. Hay que señalar que el objetivo tras el autogobierno democrático no es formar parte del aparato estatal, sino la formación de una administración o autoridad democrática de la sociedad dentro de las fronteras iraníes existentes. Por aparente que sea, el logro de tal condición se haría posible por medio de una constitución democrática que reflejara el acuerdo entre la sociedad democrática y el Estado. De lo contrario, el Confederalismo Democrático se embarcará unilateralmente en la formación de un autogobierno democrático.

8- La libertad de las mujeres es uno de los principios del Confederalismo Democrático. El grado de libertad en la sociedad es paralelo a la libertad de las mujeres. Sin la participación de las mujeres, la política democrática es un esfuerzo imposible, y ni la paz ni el medio ambiente pueden ser promovidos. A través de las uniones confederales y de manera autónoma y autocrítica, las mujeres encontrarán su lugar en el Confederalismo Democrático, movilizándose así de manera efectiva.

9- Como vanguardias del sistema, los jóvenes asumen el papel principal en el KODAR. Son una fuerza que busca la democracia y la libertad y tienen una gran responsabilidad en la promoción de una sociedad política y ética. Participarán en el sistema KODAR de manera autónoma y se movilizarán a través de instituciones confederales.

10- Mediante la promoción del capitalismo, el industrialismo y la tendencia hacia el “Estado-nación”, la modernidad capitalista ha destruido el medio ambiente. El Confederalismo Democrático abordará el tema del medio ambiente con la necesaria sensibilidad y atención, ya que es amistoso y compatible con él. A través del resurgimiento de una cultura ecológica en la sociedad se contrarrestará su subyugación, ocupación y destrucción. Además, establece como principio la promoción de una economía y una sociedad respetuosas con el medio ambiente.

11- El Confederalismo Democrático está en posesión de fuerzas de defensa innatas para contrarrestar las amenazas que plantean las fuerzas ofensivas externas y la intervención de las fuerzas dominadoras internas (interferencias y ofensivas lanzadas por clases autoritarias de la sociedad). En el sistema del Confederalismo Democrático, toda unidad social se defenderá de acuerdo con el principio cósmico de la defensa innata. Sin embargo, esto no implica la militarización de la sociedad ni el engrandecimiento del ejército. Aunque las unidades de defensa innata están en posesión de autorizaciones a su disposición para tomar las medidas necesarias, se colocan sin embargo bajo el control de las instituciones y organizaciones de la política democrática.

FUENTE: Shirzad Kamangar / Rojava Azadi