Las elecciones a la alcaldía de Estambul se repetirán el 23 de junio tras la orden dictada a la Junta Electoral Suprema por parte del partido gobernante AKP de anular los resultados de los comicios del 31 de marzo pasado.
El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) anunció que daría su apoyo al candidato Ekrem Imamoglu –que triunfó en las votaciones de marzo- como medida estratégica para derrotar al partido del presidente Recep Tayyip Erdogan.
En esta entrevista, el copresidente del HDP Sezai Temelli explicó la posición de su partido ante los comicios.
-¿Por qué para el HDP son tan importantes estas elecciones?
-En primer lugar, Turquía está atravesando una severa crisis democrática. Una de las razones más importantes para esta crisis es el mal gobierno. El gobierno hoy es incapaz de solucionar la crisis económica, política o social. Y cada día que pasa, arrastran al país hacia una crisis más profunda con esta incapacidad para gobernar.
En este sentido, las elecciones de Estambul han trascendido la propia ciudad. Por tanto, queremos unas elecciones que muestren una reacción, una oposición, contra esta crisis del mal gobierno. Esto se puede aplicar a toda Turquía. Lo llamamos un referéndum por la democracia. Turquía puede o emprender el camino hacia la democracia o ser condenada por este gobierno a sucesivas crisis. El gobierno quiere institucionalizar el fascismo a través de la alianza Cumhur.
Viendo todo esto, planteamos la oposición a esta situación de falta de estado de derecho, que se aplica desde hace mucho tiempo. Es una oportunidad importante para afirmar una preferencia para la democracia. Pienso que esto es un efecto de dominó. Si miramos los últimos cuatro años en particular, el sistema ha evolucionado rápidamente hacia un estado autoritario en condiciones abiertamente fascistas, empezando por el aislamiento (impuesto al líder kurdo Abdullah Öcalan).
-¿Cómo afecta el aislamiento a esta situación?
-El aislamiento ha estado vigente durante 20 años, pero desde hace cuatro años se ha hecho más severo. Al igual que con la ruptura de las conversaciones del Acuerdo de Dolmabahce, podemos ver que ha habido una fractura y una ruptura absoluta. Se ha extendido a todos lados, ahora en cada casa.
Los fideicomisarios (interventores gubernamentales) lo demuestran. La idea de un fideicomisario es el punto álgido de la crisis. Suponen una forma de las más estrictas de tutelaje político. Ignora a los votantes y a los elegidos en los cargos locales y designa a dedo alcaldes desde el gobierno central, convirtiendo dicho ayuntamientos en puesto de avanzadilla del gobierno central.
-Öcalan se reunió con sus abogados y su familia. Entonces, Binali Yildirim fue a Amed. Al mismo tiempo los esfuerzos de asimilación contra los kurdos continúan, así como los ataques contra Kurdistán Sur y Rojava. ¿Pensando en todo esto, que opina de la posición del AKP?
-Incluso estas visitas dieron a los pueblos de Turquía y a la sociedad en general algo de esperanza, una vez más. Lo he dicho en nuestros actos: existe una cuestión democrática, y si la quieren resolver, no es posible hacerlo hasta que la cuestión kurda sea resuelta, ya que es la que está en el núcleo de todos los demás problemas. Ni la crisis económica ni política puede ser resuelta sin resolver primero la cuestión kurda. La cuestión kurda no es una cuestión que tenga el pueblo kurdo, sino que se trata de asunto global que afecta todo Oriente Medio y el mundo. En este sentido, cuando la cuestión se resuelva, se tomarán importantes pasos para la democratización de Turquía y de Oriente Medio. ¿Cómo se puede resolver? Todo se ha intentado. La propuesta más racional para una solución vino de Öcalan, que es el líder de un pueblo. Es el primer interlocutor y es visto como el líder de un pueblo. Ignorando y aislando al interlocutor no se puede resolver el problema.
Debemos extraer importantes lecciones de estos cuatro años. Öcalan mismo dijo que él está en la misma posición de 2013. El proceso de solución no se manejó bien. No pudo ser extendido al pueblo. No se produjo en conjunción con políticas democráticas. Por tanto, el proceso se bloqueó debido a la mentalidad del propio gobierno, en sus cálculos basado en el interés propio, y debido a la forma de tratar la cuestión kurda. La sociedad debería escuchar las tesis de Öcalan. La política no se puede reproducir con parches. Un hombre saludando en kurdo, otro llamando al pueblo kurdo un pueblo “querido” son actos insinceros. Sobre todo, están insultando al pueblo kurdo que siempre ha sido el sujeto más importante en la cuestión de la paz en Turquía. Tienen conciencia política. Estoy haciendo un llamamiento a toda la sociedad. Vengan y sean valientes en este asunto. Digan lo que piensan, critiquen. Pero hagamos también algo por la solución.
-Volviendo a las elecciones del 31 de marzo, el HDP no presentó candidato. ¿El 23 de junio dará su apoyo a Imamoglu?
-Insistimos en nuestra estrategia del 31 de marzo porque era nuestra estrategia. Nuestra estrategia no está hecha para las elecciones sino para todo el proceso. Las elecciones del 23 de junio son inventadas. Las elecciones que deberían haberse repetido son las de Mus, Tatvan y Malazgirt. Nuestra estrategia no ha cambiado. La cuestión principal es lo que hacemos nosotros, lo que hagan los demás no es importante. Romperemos el aislamiento y aplastaremos el fascismo. Porque este país no debería ser condenado al fascismo. En este sentido continuamos la lucha. Estas elecciones son un momento importante y nuestra posición es contra el fascismo. Apoyaremos a Imamoglu para acabar con el fascismo del AKP-MHP. Lo hicimos el 31 de marzo y haremos lo mismo el 23 de junio. No nos preocupa cómo es el candidato ahora mismo, sino que nos preocupa golpear al fascismo. Porque el fascismo crece con la hostilidad hacia los kurdos. Para detenerlo, uno debe de oponerse al fascismo. Así es como vemos las elecciones.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina