Universidad de Kobane junto a una ONG ayudan a las personas con necesidades especiales a integrarse en la sociedad

Treinta y cinco niños con necesidades especiales (NE) se reúnen todos los días durante cuatro horas en una sala de la ciudad de Kobane, al norte de Siria, para aprender diversas habilidades bajo la supervisión de especialistas de la universidad local y un organización dedicada a ayudar a personas con NE.

El 13 de noviembre pasado, la Universidad de Kobane, en colaboración con Nudem, una organización no gubernamental sin fines de lucro que trabaja en la rehabilitación de personas con discapacidades, inició un curso de capacitación de 40 días.

Mavalda Napoli, formadora italiana de apoyo psicosocial y administradora de Nudem, dijo que el curso incluye diversas actividades como plantar flores y árboles, y que está dedicado a concienciar a los niños sobre la naturaleza y el medio ambiente.

“Se está capacitando a niños sordos y mudos para mejorar sus habilidades lingüísticas. También les enseñamos sobre los colores, así como matemáticas y otras habilidades educativas”, comentó a North Press.

El curso incluye actividades culturales y artísticas como canto, baile, danzas folclóricas tradicionales y pintura. Estas actividades, afirmó Napoli, tienen como objetivo ayudar a los niños y a las niñas a expresar sus sentimientos y desarrollar sus habilidades artísticas y a compartir sus emociones y pensamientos con otras personas.

Los docentes también son el objetivo

El curso no sólo pretende ayudar a los infantes sino que también pretende educar a los profesores sobre las personas con necesidades especiales. En concreto, pretende enseñar a los profesores que esta categoría de niños, especialmente aquellos con discapacidad motriz, pueden continuar su educación en las escuelas públicas.

Napoli explicó que el objetivo es elevar las habilidades de enseñanza y formación de los docentes para que puedan ayudar a los menores dentro de sus aulas y promover su integración a la sociedad.

Durante las sesiones de formación, las y los niños se sientan uno al lado del otro y hacen nuevas amistades, añadió la formadora.

Nesrin, una niña con síndrome de down, participa en actividades deportivas, físicas y musicales durante las cuatro horas diarias de sesión.

Napoli cree que el curso ofrece una oportunidad a las y los niños cuyos padres se abstienen de enviarlos a la escuela debido a diversas dificultades; también les permite aprender nuevas habilidades, fomentando la confianza en sí mismos, ayudándoles a hacer amistades y promoviendo la integración dentro de su comunidad.

Primer paso

Napoli indicó que las personas NE en todo el mundo necesitan actividades adaptadas a ellas, y señaló que, lamentablemente, dichas actividades son pocas. “Este curso, afortunadamente, se considera un primer paso”, aseguró.

La cooperante italiana espera que la comunidad de Kobane apoye a las y los niños en el futuro, y agregó que a través del intercambio de conocimientos y esfuerzos unificados se pueden lograr muchos avances para las infancias.

Napoli destacó la necesidad de crear conciencia, especialmente entre las familias con niñas y niños con necesidades especiales, de que este grupo puede integrarse a la sociedad.

Además, enfatizó que instituciones como universidades y municipios deben prestar atención a las personas con necesidades especiales.

Napoli remarcó el progreso notable observado en el desarrollo de las y los niños durante un período de entrenamiento de dos semanas. Este progreso, dijo, es particularmente evidente en la mejora de sus habilidades de comunicación, especialmente entre los menores con síndrome de down y autismo, que anteriormente enfrentaban desafíos al interactuar con sus compañeros y compañeras.

La formadora detalló que las y los niños de estas dos categorías suelen sufrir acoso en las calles, lo que les lleva a aislarse y evitar interactuar con los demás.

“La mayoría de los profesores enfrentan desafíos al tratar con niños con autismo o síndrome de down, pero a través de este curso se les está capacitando sobre cómo hacerlo”, apuntó Napoli.

Actividades, habilidades

El curso de formación incluye la realización de diversas actividades y la enseñanza de habilidades deportivas, lúdicas, musicales y del habla, según el Dr. Muhammad Barho, copresidente de la Facultad de Educación de la Universidad de Kobane.

“Esperamos lograr resultados positivos para estos niños al final del curso”, afirmó el académico, que añadió que la mayoría del grupo destinatario ha mejorado en los últimos días en términos de pronunciación, lingüística y motricidad.

Barho sostuvo que tres niños con síndrome de down han mejorado significativamente sus habilidades.

El curso está dirigido a niñas y niños de entre 10 y 15 años, pero hay infantes más pequeños que participan en el programa.

“El objetivo del curso de formación es desarrollar habilidades de comunicación y fomentar la creatividad del grupo destinatario. Además, tiene como objetivo integrarlos a la sociedad para que puedan trabajar y contribuir a la comunidad local”, concluyó Barho.

FUENTE: Fattah Issa / North Press / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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