Apoyo global al líder kurdo encarcelado y solución pacífica a la cuestión kurda

Desde el 10 de octubre, funcionarios electos, gobiernos locales, partidos y movimientos, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, intelectuales y otros se han unido en un esfuerzo global para encabezar la campaña global “Libertad para Öcalan, una solución política para Kurdistán”.

Millones de kurdos consideran a Abdullah Öcalan, el líder kurdo al que se compara con Nelson Mandela, su legítimo representante político. Cuando se vio obligado a abandonar su cuartel general en Siria el 9 de octubre de 1998, emprendió una odisea para encontrar un refugio donde poder trabajar en una hoja de ruta para resolver la cuestión kurda de forma pacífica.

No funcionó de esa manera. Öcalan fue secuestrado en una operación de inteligencia internacional y enviado a Turquía el 15 de febrero de 1999 en condiciones particularmente degradantes. Ha estado encarcelado durante 24 años en la remota isla de Imrali, en el mar del Bósforo, donde ha sido sometido a graves torturas y abandono. Desde hace casi tres años nadie lo ve ni sabe nada de él. Lo que está sucediendo en Imrali sólo puede especularse, pero hay motivos para temer por su vida y su salud.

El objetivo de la campaña es la liberación de Öcalan como requisito previo para el inicio de un nuevo proceso de paz en Turquía y la región en general. Sin embargo, la exigencia más inmediata es poner fin al aislamiento total al que está sometido Öcalan desde hace casi tres años.

La campaña reúne a funcionarios electos, gobiernos locales, partidos y movimientos, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, intelectuales y otros. Como puntapié inicial de la campaña, se celebran 74 conferencias de prensa en toda Europa, América Latina, Sudáfrica, Kenia, Japón, India, Bangladesh, Timor Oriental, Filipinas y Australia. Sin embargo, las principales ruedas de prensa se celebrarán ante el Consejo de Europa en Estrasburgo, París, Viena, Bruselas y Berlín. El número de ruedas de prensa es simbólico y señala a Öcalan, que este año cumplió 74 años.

Los problemas que rodean la cuestión kurda, incluido el inhumano encarcelamiento de Öcalan, se encuentran entre los conflictos no resueltos más combustibles del mundo. Los conflictos y la inestabilidad política derivados de la violenta negación por parte de la República Turca de los derechos civiles y políticos fundamentales a 20 millones de ciudadanos kurdos han costado decenas de miles de vidas, desplazado a millones y empoderado a nacionalistas de línea dura, fundamentalistas religiosos y autócratas en todo el mundo. Está vinculado a muchos de los desafíos regionales y globales más graves que afectan las vidas y el bienestar de millones de personas: la ocupación, el racismo, la opresión de las mujeres, la intolerancia religiosa, la explotación económica y la destrucción del medio ambiente.

De la misma manera que Öcalan es reprimido por la fuerza bajo el puño de hierro del presidente Erdoğan, todo el pueblo kurdo está oprimido y privado de sus derechos humanos y políticos más básicos, como el derecho a la vida, un trato legal justo, la educación en su lengua materna, la libertad de expresión, así como la libertad de reunión y protesta.

Una de las razones principales por las que la cuestión kurda sigue sin resolverse es el silencio y la falta de acción política por parte de organizaciones centrales como la UE, la ONU, Estados Unidos y la OTAN. Debido a la importancia geopolítica de Turquía, se evita la confrontación, lo que le da luz verde a Turquía para continuar con su política de represión y ataques armados contra los kurdos, incluso con armas químicas contra áreas y asentamientos kurdos dentro de sus propias fronteras estatales y en el territorio de otros estados. como Irak y Siria.

Erdoğan cree que sólo puede lograr su objetivo neo-otomano, que es una dictadura islámica sunita, eliminando la resistencia kurda y aislando las ideas de Öcalan. Se considera el nuevo califato de todos los grupos islámicos radicales. Erdoğan mostró su verdadero rostro a través de su apoyo activo a Daesh durante los ataques que duraron un año contra los kurdos.

Hoy hace lo mismo. Con su guerra contra los kurdos, Erdoğan crea nuevas rutas de refugiados hacia Europa. Al mismo tiempo, bloquea las rutas energéticas hacia Europa, lo que provoca un aumento de los precios de la energía. Erdoğan anima a los turcos que viven en el extranjero a actuar contra aquellos ciudadanos que piensan diferente en las sociedades europeas. Si su guerra contra los kurdos y su vanguardia política continúa, Erdoğan está dañando no sólo a las regiones kurdas sino también a los intereses de Europa y a la vida cotidiana normal en Europa.

Una solución política a la cuestión kurda no sólo traerá estabilidad, sino que también democratizará a la propia Turquía. Por eso la campaña por la liberación de Öcalan y una solución pacífica a la cuestión kurda es tan importante para los pueblos de Europa.

El mensaje principal de la campaña “Libertad para Öcalan, una solución política para Kurdistán” es que la resolución del conflicto sólo podrá lograrse cuando al líder kurdo Abdullah Öcalan se le permita reunirse con sus abogados y su familia y, en última instancia, se le libere en condiciones que permitan que desempeñe un papel en la búsqueda de una solución política justa y democrática al conflicto kurdo que lleva décadas en Turquía.

FUENTE: Kariane Westreheim (presidenta de la EUTCC – Comisión Cívica UE – Turquía) / Eureporter / Foto de portada: Mauricio Centurión

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