“El partido AKP y los talibanes son hermanos en espíritu”

FILE — Taliban members in an area controlled by the group on March 13, 2020, in Laghman, Afghanistan. The Taliban, rooted in rural areas of Kandahar province, in the country’s ethnic-Pashtun heartland in the south, arose in 1994 amid the turmoil that followed the withdrawal of Soviet forces from Afghanistan in 1989. (Jim Huylebroek/The New York Times)

Con la conquista de Afganistán por los talibanes, las mujeres y las personas LGBTI+ están particularmente amenazadas. El grito de ayuda de las mujeres, que aún recuerdan la crueldad de los talibanes, llegó a la opinión pública mundial. Mujeres de todo el mundo se solidarizaron. Las organizaciones de mujeres en Turquía y Kurdistán del Norte (Bakur) realizaron manifestaciones de solidaridad y protesta por las afganas. Una de estas organizaciones es la Campaña para la Implementación de la Convención de Estambul. Rüya Kurtuluş, integrante de este espacio, se refirió sobre los desarrollos en Afganistán y las posibles consecuencias para Turquía y el Kurdistán del Norte.

Kurtuluş recordó que hace veinte años, los estados imperialistas se habían unido bajo el lema “Liberamos Afganistán e Irak”, pero contribuyeron, en realidad, a la reproducción de los talibanes y otros elementos islamistas reaccionarios, a través de sus políticas de guerra.

La activista señaló que el pueblo de Afganistán, en particular, sufrió ese resultado. Ahora, el gobierno ha sido entregado de facto a los talibanes, y nadie con actitudes de oposición, especialmente las mujeres, está a salvo de los daños.

Kurtuluş señaló que los talibanes eliminaron de inmediato las fotos de mujeres en las paredes, las rechazaron de sus trabajos y las obligaron a cubrirse con un velo. En tal situación, la declaración de los talibanes de “respetamos los derechos de las mujeres” no podría ser más que un engaño al público, comentó.

Especialmente, en los medios de comunicación estatales turcos se difundió el “cuento de hadas” de los “talibanes moderados”. Sobre esto, Kurtuluş enfatizó que nadie cree en este discurso y agregó: “No dejes que nadie te diga que los derechos de las mujeres están garantizados en Afganistán. Las afganas en nuestro país tampoco creen esas cosas. De todos modos, piden ayuda en cada oportunidad en las redes sociales y declaran que ‘la comunidad internacional nos ha fallado, no tenemos seguridad’”.

La activista advirtió que las mujeres en Turquía también están en tal peligro, debido a las políticas del régimen de los partidos AKP/MHP. El “régimen unipersonal” turco interfiere en la vida de las mujeres a través de las fatwas de la autoridad religiosa Diyanet, promueve abiertamente el matrimonio infantil, recompensa a los perpetradores de feminicidios con sentencias reducidas, y marcó esta dirección con su retirada de la Convención de Estambul y el cuestionamiento del artículo 6.284.

Al comentar las declaraciones del gobierno, como por ejemplo “las creencias de los talibanes no contradicen las nuestras”, Kurtuluş manifestó: “Podemos observar esto en nuestras propias vidas. En Turquía hay un gobierno que interfiere en la vida de las mujeres, las confina a la familia y hace dar a luz su deber. Por supuesto, en la práctica hay una diferencia con lo que están haciendo los talibanes, pero como mujeres en Turquía vivimos en el mismo peligro y riesgo. En ese sentido, nuestra vida aquí no es fácil y se está volviendo más difícil”.

Kurtuluş también criticó al partido opositor CHP y observó la campaña “Frontera significa honor” impulsada por esa organización, como una expresión de racismo. La activista explicó que los asesinatos de una familia kurda en Konya y los ataques a los refugiados en Ankara son parte del creciente clima racista en el país.

Además, analizó que solo a través de la solidaridad entre los pueblos, y especialmente las mujeres, se pueden vencer a regímenes como el de los talibanes y poner fin al racismo. De hecho, agregó, la resistencia de las mujeres continúa a pesar de todas las condiciones, pero la esperanza siempre lleva a una expansión de la lucha.

Por último, Kurtuluş remarcó que “estas dictaduras en Palestina, Irak, Siria y ahora en Afganistán, serán aplastadas por la resistencia de las mujeres. Lo que se hace a una de nosotras, se hace a todas. Podemos oponernos a estos sistemas de la Sharia (ley islámica), a estos regímenes religiosos, racistas, autoritarios y fascistas. Esta región está llena de ejemplos de ello. Queremos recordar estos ejemplos y hacer historia. Si nos damos la mano unas a otras, seguro que seremos más fuertes y crearemos un mañana mejor”.

FUENTE: Zeynep Kuray / ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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