Fin de año turco: siguen los ataques químicos a la revolución kurda

Compartimos el artículo publicado en Pikara Magazine y escrito por el colectivo Legerin Azadi País Valencià sobre el uso de armas químicas por parte del régimen turco contra la guerrilla kurda en las montañas de Bashur. Para acceder a la versión original, click aquí

Nunca antes Turquía había cometido tantos crímenes de guerra como en 2022. El enfoque internacional sobre la guerra en Ucrania no puede utilizarse para encubrir que la ocupación de Kurdistán por parte de Turquía ha dado lugar a numerosos casos de crímenes de guerra, incluido el uso intensivo de armas químicas y ataques con drones. Este encubrimiento se debe a que Turquía se presenta internacionalmente como “Estado mediador” entre Rusia y Ucrania.

Turquía forma parte de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ), pero está violando sus compromisos con este tratado. Además, el silencio internacional es cómplice de ello. ¿Será por su papel “mediador”? ¿Por qué es el segundo mayor ejército de la OTAN?

Durante años, las Fuerzas Armadas turcas han estado utilizando estas armas químicas prohibidas por el derecho internacional, en sus implacables intentos de exterminar la resistencia del movimiento de liberación del pueblo kurdo.

Las armas químicas están prohibidas internacionalmente desde el fin de la Primera Guerra Mundial por las graves consecuencias que tuvieron. Prohibidas, excepto en su uso contra la revolución en el Kurdistán.

La población kurda es uno de los grupos étnicos más grandes del mundo sin un Estado propio. Ha estado viviendo bajo la ocupación de Turquía, Irán, Irak y Siria desde el final de la Primera Guerra Mundial. Desde la fundación del Estado turco, en 1923, la población kurda en el Kurdistán septentrional ha estado luchando por los derechos humanos básicos: el derecho de su idioma, a la participación política, a la práctica de su cultura, y a la autonomía.

El pueblo kurdo en Turquía ha sido objeto de persecución estatal, masacres y expulsiones. Las unidades de defensa popular (Hęzen Parastina Gel – HPG), el brazo armado del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), han estado involucradas en la resistencia armada contra las políticas genocidas del estado turco desde 1984.

Más de diez tipos de agentes de guerra química

Desde la primavera de 2021 se han realizado cada vez más informes demostrando ataques con más de diez tipos de agentes de guerra química contra el pueblo en el Kurdistán: gas mostaza, tabun, gas cloro, gas lacrimógeno y Buzz15/BZ.

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ, en inglés OPCW), encargada de la vigilancia de armas químicas prohibidas, permanece inactiva. La OPAQ se creó en el año 1997 y tiene 193 miembros. Uno de ellos es Turquía.

Todos los estados miembros acuerdan, por la pertenencia a la OPAQ, el desarmamiento de armas químicas. La OPAQ, así como la ONU, están impidiendo que se comiencen a investigar las acusaciones contra Turquía, a pesar de su creciente número. Solo la petición de un Estado miembro puede iniciar una investigación sobre las sospechas. Los gobiernos y la OPAQ no están cumpliendo su responsabilidad, y su silencio, mata.

Una de las muchas armas químicas usadas por parte del ejército turco contra la guerrilla es el el gas cloro-gas pulmonar. Un informe del IPPNW3 (Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear) muestra indicios de gas cloro después de un ataque en Werxelê, al norte de Siria, a finales de 2021. En el informe se describe cómo los soldados turcos introducen contenedores de ácido clorhídrico en los túneles de la guerrilla kurda. Se publicó un vídeo del guerrillero de Baz Mordem, Mehmet Can Evren, que fue asesinado en agosto de 2022 en Werxelê (Avaşîn) tras ser envenenado por una exposición a armas químicas. En el vídeo pueden verse las convulsiones y dificultad respiratoria, que sugieren la exposición a un gas químico como el gas cloro.

Persecución por las denuncias por sospechas del uso de armas químicas

El 20 de octubre la Fiscalía General de Ankara abrió una investigación contra la presidenta de la Asociación Médica Turca, Şebnem Korur Fincancı, debido a sus comentarios sobre un video publicado por la agencia de noticias ANF, el 18 de octubre pasado, que mostraba a dos miembros del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) sufriendo de un ataque químico en la región del Kurdistán iraquí (Bashur). Fincancı fue puesta en prisión preventiva por, presuntamente, “difundir propaganda para una organización terrorista”. Fue llevada al Reclusorio Cerrado de Mujeres, del distrito de Sincan.

Del 20 al 27 de septiembre, la IPPNW visitó el KRI (Región del Kurdistán) para investigar el uso de armas químicas. Sin embargo, su misión fue obstruida por el PDK (Partido Democrático del Kurdistán), que está colaborando con el régimen turco por ambiciones estratégicas.

En el informe publicado el 12 de octubre de 2022, la IPPNW, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1985, dijo que había evidencia para respaldar algunas de las acusaciones de uso de armas químicas. Refiriéndose al uso de “gas lacrimógeno, así como de agentes químicos improvisados como el cloro”, los autores del informe pidieron “una investigación internacional inmediata e independiente para seguir investigando y prevenir futuras violaciones de la prohibición de armas químicas de Turquía”.

¿Es un privilegio internacionalista no levantarse ante estos crímenes de guerra?

Un hecho importante es que la fabricación de estas armas químicas se realiza en Alemania y Países Bajos. Parece que el Movimiento por la Libertad del Kurdistán, con su paradigma de democracia radical, ecología y liberación de las mujeres, es un obstáculo para los intereses de poder de las fuerzas hegemónicas regionales e internacionales. Sobre todo porque es su fuerza ideológica, que mueve en todas partes del mundo, es un obstáculo para Turquía. Es el movimiento que desestabiliza al país políticamente, como Estado, e impide que se cumplan sus deseos otomanos colonizadores en Oriente Medio.

Para un pueblo como el kurdo es muy difícil ser escuchado. Durante más de 50 años (después de la Primera Guerra Mundial hasta los primeros levantamientos organizados a finales de los 70 por Abdullah Öcalan y los que serían fundadores del PKK) la lengua, cualquier pincelada de cultura kurda o los nombres kurdos, estaban prohibidos y criminalizados. Se dan asesinatos, torturas, encarcelamientos y muchas otras vulneraciones de los derechos humanos que aún hoy perduran. Por ello, tener algún tipo de influencia en el proceso de toma de decisiones en las instituciones internacionales actualmente no es algo que dé confianza al pueblo kurdo, pero sí es una estrategia de ruido geopolítico.

Es importante que se reconozca la libertad de este pueblo para que se paren y se reconozcan las atrocidades a las que está siendo sometido. Esta es una situación que muchos pueblos colonizados han enfrentado en la historia y que todavía enfrentan hoy. ¡Estamos en lucha juntas!

¡No nos quedaremos calladas ante la complicidad de nuestros gobiernos!

Las leyes y reglas internacionales están hechas por los estados y son juzgadas por los estados, siendo los colonizadores los más poderosos. Como miembro de la OTAN y de la ONU, el Estado turco ha firmado la Carta Internacional de Derechos Humanos de la ONU y es candidato a la adhesión a la Unión Europea. Esto significa que todas estas instituciones internacionales son directamente responsables de las acciones turcas con respecto a estos temas.

Por ello, como sociedad nos debería mover la solidaridad internacionalista en un momento en el que, o apoyamos las demandas de las mujeres y de los pueblos oprimidos, siendo esta nuestra responsabilidad de deshacemos de nuestro privilegio europeo, luchando cuerpo a cuerpo, o veremos como la extraordinaria gravedad del poder humano que actúa sin ningún tipo de ética, acabará por asesinar a todos nuestros pueblos hermanos.

Como internacionalistas, numerosas organizaciones nos hemos movilizado, a través de la campaña “Defend Kurdistan” para denunciar la complicidad internacional en estos crímenes contra la humanidad. ¡A la complicidad criminal de los gobiernos, nuestra respuesta es la unidad y la solidaridad de los pueblos!

FUENTE: Legerin Azadi País Valencià / Pikara Magazine

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