“La mente dominante-patriarcal es la fuente de todos los problemas del mundo”

El fin de semana pasado, se realizó el encuentro Internacional “El Sur Resiste 2023” en el CIDECI, Universidad de la Tierra Chiapas, en donde más de 700 personas se reunieron con el fin de visibilizar el despojo de territorios a nivel nacional y mundial por empresas y proyectos capitalistas, y extractivistas; la violencia que viven los Pueblos Originarios, las mujeres, las infancias como resultado de las guerras y la violencia del crimen organizado; y la imposición de megaproyectos que destruyen el medio ambiente en todo el mundo.

En el encuentro participaron Dilda Roj, representante en América Latina del Movimiento de Mujeres de Kurdistán, y la economista kurda Azize Aslan.

A continuación publicamos la intervención completa de Dilda Roj:

Queridas compañeras, compañeros y compañeres:

En primer lugar, me gustaría agradecer a todes que organizaron este encuentro internacional que es muy significativo para todes nosotres.

Como la mujer kurda del pueblo originario de las montañas de Kurdistán-Zagros, estoy orgullosa de conocer a los pueblos originarios de la Selva Lacandona.

Quiero aprovechar este encuentro precioso para conmemorar a todos los mártires de la libertad que dieron su vida desde Kurdistán hasta Abya Yala por la libertad que nos abrieron las puertas del amor de libertad y eliminaronel sentido de las fronteras. Ellos vivirán, para siempre en las almas de nuestras tierras.

Estoy aquí con la resistencia del pueblo de Kurdistán, con la voz y el espíritu de nuestras montañas, aguas y árboles.

¡Escucho su grito, lo escuchamos!

Cuando se corta un árbol en Abya Yala, nuestras almas también duelen.

Aunque estamos a miles de kilómetros de la distancia, no estamos tan lejos en absoluto.

Nuestra cultura, nuestro espíritu, nuestra existencia se complementan. Los nativos de la tierra están interconectados como árboles, cuyas antiguas raíces están interconectadas en un bosque.

Este es uno de los significados de nuestro encuentro.

Nuestra naturaleza es nuestra cultura, nuestra creencia, nuestro idioma, nuestra moral, nuestro amor. Es nuestra tierra que nos hace existir.

Un aborigen dijo: “Nuestra naturaleza es nuestro archivo”.

¡De hecho, así es!

No solo nosotros, también el sistema patriarcal capitalista lo sabe.

Lo sabe y por eso quiere arrancarnos desde nuestras raíces, de nuestra memoria, de nuestra historia, quiere apropiarse de nuestras almas rebeldes.

Considera nuestra cultura, creencias, idiomas y colores como una amenaza para sí mismo.

Para superar su propia crisis, el Sistema Capitalista quiere consolidar aún más su dominio sobre los pueblos originarios, las mujeres y la naturaleza.

Quiere destruir nuestras esperanzas para el futuro, nuestros sueños de otra vida son posible.

Ataca nuestra naturaleza, nuestro ser, nuestro espíritu.

Nos impiden avanzar en nuestro camino hacia la libertad.

Para garantizar su permanencia, el sistema capitalista considera enemigas a las comunidades donde la vida comunitaria es fuerte, como Kurdistán. Los pueblos indígenas con un fuerte comunalismo suponen una amenaza para el sistema que la mentalidad patriarcal capitalista quiere crear basado en el individualismo y el materialismo. Por ello, ataca sistemáticamente a estos pueblos con las políticas de asimilación, negación y genocidio. Para tener éxito en las políticas de negación y aniquilación que el sistema capitalista lleva a cabo hoy en el Kurdistán, aumenta sistemáticamente las políticas de ecocidio.

El sistema capitalista, con la cara del Estado turco, está quemando bosques del Kurdistán y deforestando nuestro territorio, así quitando el respiro no sólo de los pueblos que viven en el Kurdistán, sino también a toda la humanidad. Como hacen aquí en la selva, como en la Amazonía. Una vez más, al destruir lugares históricos milenarios con hidroeléctricas, presas militares y proyectos industriales por sus intereses del corto plazo, como megaproyectos que ustedes hablaron a lo largo del camino de la caravana. Con esta manera también destruyen la historia y memoria, tanto de los pueblos del territorio como de la humanidad.

Porque quién no tiene pasado no puede imaginar el futuro.

Así que el Corredor Interoceánico o el tren mal llamada Maya son espejos de estas políticas de la destrucción de nosotros.

Sabemos lo que quieren hacer con estos proyectos, es evidente.

Frente a esto, también estamos en la caravana de El Sur Resiste, que levanta la voz de los pueblos locales.

El Sur resiste, resiste por la memoria y la historia de los pueblos originarios de Abya Yala. Resiste por su naturaleza albergando la verdad de los indígenas.

Ustedes luchan para proteger sus almas.

Abya Yala, lleva más de 500 años resistiendo contra todo tipo de ocupación colonial.

No dejaremos que El sistema capitalista destruya nuestros valores para su interés por el dinero que adora.

No están solos, porque estamos con ustedes contra los ataques del sistema dominante.

Así vemos que no estamos solos también. Estamos con ustedes porque luchamos contra las heridas que abrieron el sistema colonial de 5000 años en nuestros cuerpos, memorias y almas.

Estamos con ustedes porque esta es nuestra lucha también.

La historia humana está al borde de un punto de inflexión y tiene un fuerte potencial de transformación.

Este cambio, por otro lado, se está gestando bajo el liderazgo de las mujeres en todos los aspectos. ¡Porque la mente dominante-patriarcal es la fuente de todos los problemas del mundo! No esperemos que él cambie, al contrario, nosotras vamos a destruir y transformar él, como los pueblos indígenas, las mujeres que escuchamos el espíritu de la Madre Tierra.

El Movimiento de la Liberación de Kurdistán no lucha solamente contra los estados que colonizan y explotan sus tierras si no, también quiere cambiar el sistema que destruye la tierra, intenta invadir el espíritu humano y ataca la convivencia de los pueblos y los colores de la vida.

Nosotres, como militantes de este movimiento creamos que otra forma de vida, una nueva forma de vida es posible. Y para construir esta vida estamos resistiendo a la luz de la verdad de los originarios de la Tierra y de las mujeres.

Por eso, el movimiento de liberación de Kurdistán pone la libertad de la mujer en el centro de su paradigma.

Creemos que la sociedad no se liberará hasta que las mujeres no se liberen. Porque para nosotros, la mujer fue la primera colonia de la historia y tiene que ser la primera liberada. Conquistaremos esta libertad con todas las mujeres de los pueblos del mundo. 

Por lo tanto, no son solo los estados colonizadores los que nos atacan, sino también los poderes locales e internacionales que lideran el sistema capitalista patriarcal.

Quieren cerrar los caminos de resistencia que se abren desde Kurdistán hacia el mundo.

Hermanas y hermanos,

Nuestro guía rebelde Abdullah Öcalan es el centro de estos ataques.

Pasó los últimos 24 años de su lucha de 50 años en la prisión de isla de Imrali.

Porque el paradigma democrático, ecológico y libertario de la mujer, es decir el modelo de Confederalismo Democrático presenta la esperanza no solo para el pueblo kurdo, sino también para todos los pueblos del mundo.

Porque este paradigma y su práctica es una forma de preservar la existencia y la cultura tanto de los pueblos antiguos de Mesopotamia como de todos los pueblos antiguos de la tierra.

El confederalismo democrático se está creando la vida en Rojava. La práctica de la autonomía de Rojava muestra a todo el mundo que Estado-nación no es la única solución, y que es posible una nueva vida en la que la sociedad-pueblo pueda autogobernarse.

Este es un modelo en el que los pueblos, colores y creencias que los estados-nación han desgarrado e ignorado, pueden coexistir. Esta es la principal razón porque nos tienen miedo y nos atacan constantemente.

Como hijas e hijos de donde fue la revolución neolítica de nuestro continente, creíamos que es posible una vida comunitaria, democrática, tejida en torno a la madre-mujer, con una fuerte relación con la tierra y la naturaleza.

Por eso, no solo luchamos contra los colonialistas estados. Reflexionamos y cuestionamos también para descolonizar nuestras mentes de los efectos de la mentalidad masculina dominante. Es decir, para alcanzar a ser libre.

Necesitamos antes de todo luchar con nosotros mismos para transformarnos.

Por todo esto, dijimos lucharemos hasta morir.

Somos el aviso de la vida libre, que se teje en torno de consigna de “Jin Jiyan Azadi” (Mujer, Vida, Libertad). Somos orgullosas del presente.

Es por eso que hay ataques a nuestro movimiento por la libertad que no tienen precedentes en el mundo.

Estos ataques se realizan con el acuerdo común de las potencias del OTAN.

Pero la magnificencia de la resistencia contra ellos es tan grande que ni palabras y ni minutos serian suficiente para describirla.

También nos acompaña la solidaridad de los pueblos insumisos del mundo que defienden los valores de la humanidad.

Nuestra fuerza no viene de los estados, sino de la honrosa red de resistencia y solidaridad de los pueblos.

Su presencia en y para nuestra lucha nos fortalece.

Nuestros compañeros y compañeras guerrilleros-luchadoras de las montañas de Kurdistán están generando una gran resistencia para todes nosotres a pesar de condiciones muy limitadas. Cada día, demuestra al mundo entero la superioridad de la voluntad humana frente a las últimas armas tecnológicas y químicas.

En el mundo no existieron solos los sistemas de dominación.

En todo el mundo, los pueblos se levantan por los derechos a la libertad, la igualdad, la autodeterminación. Arman luchas contra la misoginia, el sexismo, el patriarcado y la destrucción natural.

Desde las altas montañas de Zagros hasta las profundas selvas tropicales de América Latina, la lucha de los pueblos por la libertad sigue. Lo que tenemos que hacer es establecer una red de resistencia mundial que se reúna en el denominador de una vida libre.

Fortalezcamos la lucha común contra el sistema capitalista patriarcal para convertir el siglo XXI en un siglo de libertad para los pueblos, bajo el liderazgo de la revolución de las mujeres. Tenemos que luchar juntos, ni separados ni paralelos, juntos.

Necesitamos avanzar fortaleciendo nuestras organizaciones locales y uniéndonos en lo común de la libertad a nivel universal.

Si el capitalismo se organiza a nivel universal y contagia nuestras mentes en todos ámbitos de la sociedad, ¿por qué no convertirnos en cómplices? ¿Por qué no luchamos juntos? Nuestras razones para unir son más que suyas.

Para eso necesitamos juntar todos los diferentes colores y matices del pensamiento y el espíritu, la sabiduría y la conciencia, las experiencias, las esperanzas, los sueños de todos los pueblos, mujeres, disidencias que resisten al capitalismo.

Darse cuenta de esto es posible ampliando, perpetuando y difundiendo encuentros como este.  El espíritu de nuestros árboles, montañas y ríos están aquí con nosotros.

Ningún poder puede rendirnos del camino hacia la vida libre.

¡Defender la revolución de Kurdistán es defender la revolución de las mujeres!

¡Protegemos nuestra existencia y nuestro futuro, protegiendo la madre tierra!

¡El sur existe porque resiste!

¡Jin Jiyan Azadi!

¡Antsetik, Kuxlejal, Kajlel!

FUENTE: Kurdistán América Latina / El Sur Resiste / Fotos: Juan Valeiro

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