Oportunidades para reducir la escalada del conflicto kurdo-turco + Informe

TOPSHOT - Syrian Democratic Forces (SDF) fighters take part in a funeral in Syria's northeastern city of Hasakeh on February, 4, 2022, for members of the group killed in clashes during a jailbreak attempt by the Islamic State (IS) group at the Ghwayran prison in the eponymous province. - US-backed Kurdish forces on January 30 said they had defeated all IS group fighters left inside the Syrian jail that the jihadists stormed 10 days earlier, sparking battles that left over 370 dead. (Photo by AFP) (Photo by -/AFP via Getty Images)

Resumen ejecutivo

En los últimos meses, Estados Unidos ha realizado sus esfuerzos más concentrados hasta la fecha para abordar el conflicto armado entre el gobierno de Turquía y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y, en términos más generales, la “cuestión kurda” en Turquía: el debate sin resolver sobre qué derechos civiles, políticos y culturales debe garantizarse a la minoría kurda del país. Informes fidedignos indican que Estados Unidos ha aprovechado los canales diplomáticos para presionar al PKK para que declare un alto el fuego en el conflicto y que el PKK se ha mostrado receptivo a esta petición.

Este paso limitado pero positivo hacia la paz ha creado una oportunidad para que los responsables políticos de Washington impulsen una solución más duradera a uno de los conflictos más antiguos y sangrientos de Oriente Medio. Si no se aprovecha este momento, podrían lanzarse nuevas campañas militares turcas, no sólo contra el PKK, sino también contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Estados Unidos, en el noreste de Siria. Tales campañas podrían conducir a un resurgimiento de ISIS y a la destrucción de un frágil proyecto político, que ha visto la expansión de los derechos de la mujer y la gobernanza democrática en el noreste de Siria, pilares clave en el impulso de la administración Biden a la resiliencia democrática en todo el mundo.

Estados Unidos puede aprovechar estos acontecimientos no sólo para abordar los retos pendientes desde hace tiempo en materia de seguridad y estabilidad en el noreste de Siria, sino también para competir estratégicamente para contrarrestar la influencia de adversarios como Rusia e Irán, que están preparados para ganar influencia en el noreste de Siria en caso de una ofensiva turca desestabilizadora. 

Debido a las singulares repercusiones del conflicto desde el punto de vista del género, sobre todo en Siria, y a las visiones enormemente divergentes del papel de la mujer en la vida pública y en la sociedad que tienen Turquía y los grupos kurdos de toda la región, un análisis de género puede ayudar a Estados Unidos a dar sus próximos pasos. La agenda Mujeres, Paz y Seguridad (WPS) y la Estrategia Nacional sobre Equidad e Igualdad de Género, proporcionan a los responsables políticos valiosas herramientas para trazar un nuevo rumbo hacia un compromiso más profundo en esta cuestión. 

Puntos claves

-Una solución política a la “cuestión kurda” de Turquía ofrece la mejor oportunidad de preservar la estabilidad a largo plazo en el noreste de Siria y de abordar las principales cuestiones pendientes en las relaciones entre Estados Unidos y Turquía, dos pasos importantes para garantizar la seguridad y la estabilidad regionales a largo plazo.

-Los recientes acontecimientos, incluido un alto el fuego parcial declarado por el PKK, y los posibles acontecimientos, incluida la perspectiva de un nuevo gobierno en Turquía que podría estar más dispuesto a entablar negociaciones, presentan una oportunidad poco frecuente para la diplomacia estadounidense en este asunto.

-Las repercusiones de género del conflicto subrayan y exacerban su gravedad y ofrecen a los responsables políticos importantes vías de actuación.

Recomendaciones políticas:

-Mantener la oposición a cualquier nueva incursión militar turca en el noreste de Siria. 

-Contrarrestar las formas de presión turca que no impliquen una incursión terrestre y que sean particularmente desestabilizadoras, especialmente aquellas que beneficien al ISIS, Irán y Rusia. 

-Consolidar una política favorable a la paz en la cuestión kurda reevaluando las políticas estadounidenses que han incentivado el conflicto o han tenido un efecto paralizador sobre el diálogo y basándose en los marcos políticos y de seguridad existentes para instar a la desescalada en la región. 

-Utilizar la Estrategia sobre Mujeres, Paz y Seguridad y la Estrategia Nacional sobre Igualdad y Equidad de Género para reevaluar las políticas que han contribuido al conflicto o pueden suponer obstáculos para la diplomacia.

FUENTE: Meghan Bodette – Calvino Wilder / Fecha original de publicación: 5 de mayo de 2023 / New Lines Institute / Kurdish Peace Institute / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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