Protestas en Irak tras la masacre de nueve civiles por bombardeos turcos

El miércoles pasado, nueve turistas árabes murieron durante el bombardeo de un merendero en el campo del distrito de Zakho, en el sur del Kurdistán (Bashur, norte de Irak). El ataque fue lanzado por el Estado turco contra un área civil, donde mucha gente se encontraba en un momento de esparcimiento familiar. Entre las víctimas hay niños pequeños, y 23 personas con heridas siguen siendo atendidas en el hospital.

El director provincial de salud de la región de Duhok, Efrasyab Musa, informó el jueves que cinco de los heridos se encuentran en estado crítico.

El mismo día, el gobierno iraquí declaró luto nacional en el país durante 24 horas. Los cuerpos de las víctimas fueron llevados al aeropuerto de Erbil (capital de Bashur), desde donde fueron trasladados ayer a Bagdad.

La masacre cometida por Turquía provocó protestas masivas entre la población iraquí. El miércoles por la noche, innumerables personas se reunieron frente a la embajada de Turquía en Bagdad e intentaron asaltarla. Los activistas entraron en el edificio, arrancaron la bandera turca y la quemaron, mientras exigían el cierre de la sede diplomática.

En otras ciudades, como Kerbala, la gente también salió a las calles para protestas frente al centro de solicitud de visados. En las movilizaciones varias banderas turcas fueron quemadas.

Mientras tanto, en Bagdad continúan las manifestaciones, y activistas de derechos humanos, diputados y artistas llamaron a redoblar las marchas para denunciar la masacre de Zakho.

Por otra parte, la Cámara de Comercio de la región de Diyala decidió boicotear los productos turcos. Un miembro de esa entidad, Musa Temimi, anunció la medida, que alcanza a las agencias de viajes que venden pasajes y tours hacia Turquía.

Frente a este panorama, todos los centros de solicitud de visados turcos en Irak y en el Kurdistán del Sur dejaron de trabajar ante las crecientes protestas. Por el momento no se recibirán solicitudes.

Los habitantes de la ciudad de Kirkuk irrumpieron en el Centro de Solicitud de Visados de Turquía en protesta por la masacre, declarando que no permitirán que Turquía opere en su territorio.

Protesta de los diputados

Al mismo tiempo, 91 miembros del Parlamento iraquí emitieron una declaración conjunta, en la que solicitan una sesión especial en la que participe el Jefe del Estado Mayor iraquí. El domingo, en el Parlamento se realizará una reunión extraordinaria con la participación del primer ministro iraquí Mustafa Al Kadhimi. Según varios informes, en esa cesión se podrían tomar medidas drásticas contra Turquía.

EL gobierno Irak ya convocó al embajador turco en Bagdad para exigirle una disculpa y retiró a su representante diplomático de Ankara. “Una vez más, las fuerzas turcas cometieron una violación explícita y flagrante de la soberanía de Irak y de la vida y la seguridad de los ciudadanos iraquíes”, tuiteó el miércoles el primer ministro Al Kadhimi. “Irak se reserva su pleno derecho a responder a estos ataques y tomará todas las medidas necesarias para proteger a su pueblo y hacer que los agresores rindan cuentas por la actual escalada”, agregó el gobernante.

En tanto, el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Fuad Hussein, declaró a la prensa que, como resultado de las investigaciones realizadas por expertos militares, se determinó que el ataque a Zakho fue llevado a cabo por Turquía. El canciller reiteró que ante el ataque, “es nuestro derecho legal a defendernos. Las relaciones entre Irak y Turquía son históricas. Los problemas deben resolverse mediante el diálogo. Tenemos problemas políticos internos, pero hay una actitud común entre nosotros sobre este ataque”.

A su vez, el representante permanente de Irak ante las Naciones Unidas (ONU), Mohammad Hussein Bahr Al Ulum, declaró en una reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación en Irak, que los “ataques del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) no pueden seguir sirviendo de pretexto para que las tropas turcas permanezcan en suelo iraquí a partir de ahora”.

En su intervención, el enviado iraquí pidió la retirada de todas las tropas turcas del país. Al parecer, Bagdad ha presentado una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU contra Ankara para protestar por sus acciones militares contra Irak.

Por otra parte, el Consejo de Seguridad Nacional iraquí se reunió de urgencia tras la masacre y anunció nuevas decisiones, entre las que se encuentran la preparación de un expediente sobre los ataques de Turquía a la soberanía y la seguridad de Irak. También pidió que el expediente se envíe urgentemente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Ante esta situación, la respuesta del gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan fue la negación de sus responsabilidades en la masacre. Ankara demandó a Bagdad que se abstenga de hacer “propaganda terrorista” e intentó culpar al PKK.

Turquía asesina civiles

El 17 de abril de 2022, las Fuerzas Armadas Turcas (TAF) lanzaron una nueva campaña militar con el nombre en clave de “Claw-Lock” dentro de Bashur, con el objetivo de lograr el control militar total de la región fronteriza montañosa que abarca aproximadamente 180 kilómetros de este a oeste, y hasta 15 kilómetros al sur de la línea fronteriza entre Irak y Turquía.

Los Equipos Comunitarios de Pacificación (ECP) de Bashur declararon el 2 de julio que en el último mes, del 21 de mayo al 21 de junio de 2022, las operaciones militares turcas se han cobrado la vida de tres niños y dos civiles adultos, además de causar daños físicos a 15 pobladores en el norte de Irak.

Desde 2018, las fuerzas turcas han estado construyendo bases en picos y cordilleras desde la zona de Sidakan, en la frontera entre Irak e Irán, hasta Heftanin, en Zakho. Entre el comienzo de “Claw-Lock”, el 17 de abril, y el 25 de abril, las TAF construyeron cuatro nuevas bases: dos en Avashin y dos en Zap. El 16 de junio, comenzó la construcción de una nueva base en el monte Kurazharo, sobre Shiladze.

Los militares turcos también construyeron una red de carreteras que conectan las bases militares y el territorio turco para facilitar el reabastecimiento y el refuerzo, y así reforzar su matriz de control sobre las zonas ocupadas. Desde los emplazamientos de montaña, la artillería turca comenzó a disparar contra los civiles que viven y trabajan en las tierras agrícolas de los valles. Los días 15 y 17 de junio, en las regiones fronterizas, los soldados turcos hirieron a cinco civiles en dos pueblos, al dispararles desde sus bases.

Desde 2015, las Fuerzas Armadas turcas asesinaron 129 civiles e hirieron al menos a 180 habitantes de Bashur. “Claw-Lock” es una más en la sucesión de operaciones militares turcas que han impuesto la muerte y el desplazamiento a la población de esta región.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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