La autodefensa de las mujeres significa mucho más que sólo aspectos militares. Por muy importante que sea la batalla con las armas, la autodefensa de las mujeres también tiene otros colores y formas. Las mujeres defendemos a Rojava y a nosotras mismas en muchos frentes diferentes y de muchas maneras.
El primer paso para la autodefensa de las mujeres es siempre la unidad. Cuando estamos divididas somos vulnerables, ya sea frente a los ataques patriarcales dentro de nuestras comunidades, o a la colonización o invasión de las potencias externas dominantes. Cuando creamos colectividad y solidaridad somos fuertes. Esto significa que, cuando estamos en nuestras luchas, ya sea en la guerra, en una protesta, levantando nuestras voces o creando arte, debemos permanecer unidas y ser una fuerza colectiva. También significa que la creación de esta fuerza colectiva es, en sí misma, una forma de autodefensa. El patriarcado ha pasado miles de años tratando de destruir la colectividad de las mujeres (y a través de ella la de la humanidad). Cuando encontramos, protegemos y desarrollamos esa colectividad, practicamos la autodefensa.
También luchamos por nuestra sociedad, por nuestra tierra y por nuestros hijos e hijas, y por el futuro de esta tierra. Debemos conocer y amar lo que defendemos. La autodefensa de las mujeres no es agresión o violencia. No nace del odio, sino del amor. Cuando construimos vínculos en nuestras sociedades, y nos celebramos unas a otras y dependemos unas de otras, también estamos practicando la autodefensa.
La autodefensa también significa luchar para superar la mentalidad del patriarcado. Las amenazas contra Rojava (Kurdistán sirio) y contra la libertad de las mujeres tienen sus raíces en el fascismo, el colonialismo, el capitalismo y el Estado-nación. Todo esto viene acompañado con creencias y mentalidades que también están dentro de todas de nosotras. No podemos defendernos contra los enemigos de afuera a menos que también estemos desafiando a los enemigos dentro de nosotras. Llamamos a la difusión y dominio de estas ideas “guerra psicológica o guerra especial”. Las mujeres se han visto particularmente afectadas por la guerra psicológica patriarcal. La mentalidad del patriarcado ha vuelto a las mujeres en contra de las demás, nos ha enseñado que no podemos confiar en nosotras mismas y en nuestro juicio, que somos débiles, que necesitamos la aprobación de los hombres, y que no pertenecemos a los roles de liderazgo o políticos. Cuando nos educamos sobre la historia de la mujer, el poder de la mujer y lo que realmente da valor a la vida, estamos practicando la autodefensa.
La revolución de la Rojava debe defender su territorio, pero también mucho más. Luchamos por los valores de la revolución, no sólo por la tierra. Y esos valores pueden, hacen y deben extenderse mucho más allá del territorio del norte y el este de Siria. Cuando las mujeres de todo el mundo desafían el patriarcado, luchan por la libertad y la verdadera democracia, y viven de acuerdo con los valores revolucionarios, estamos defendiendo la revolución de Rojava. Al luchar por la libertad, ya estamos en solidaridad con las mujeres del norte y el este de Siria, incluyendo a las luchadoras de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ).
Las YPJ tampoco son un espejo de un ejército patriarcal, masculino y estatal. La autodefensa de las mujeres significa algo muy diferente. Cuando miramos a la naturaleza podemos ver el inmenso poder de una hembra defendiendo a sus crías. Completamente imparable y peligrosa para sus enemigos, pero nunca actuando sin provocación ni para dominar a otro ser. La autodefensa física de las mujeres aprovecha los valores de protección y cuidado. Quizás el mayor ejemplo de esto son las fuerzas de autodefensa de los barrios de Rojava, las HPC-Jin. Las HPC-Jin juegan un papel activo en el desarrollo de sus comunidades, y dependen de las estrategias de defensa mental y física de cada mujer, de cada casa, de cada calle y de cada pueblo. Son mujeres de sus propias comunidades, dispuestas a defenderlas tanto como sea necesario.
Cuando las mujeres de todo el mundo defienden Rojava, nos basamos en todos estos significados de defensa. Creamos unidad y poder colectivo. Nos educamos las unas a las otras. Alzamos nuestras voces e insistimos en que las voces de las mujeres están en la vanguardia de la lucha. Nos negamos a ser derrotadas por ataques o mentalidades patriarcales. Redefinimos lo que significa la fuerza y la defensa con nuestro propio poder. Tomamos todas las medidas necesarias. Y lo hacemos todo con amor.
FUENTE: Women Defend Rojava / Traducción y edición: Kurdistán América Latina