De Jina a Armita: las mujeres kurdas luchan por la vida y la identidad frente a la opresión iraní

El renombrado poeta kurdo Şêrko Bêkes escribió una vez:

Teherán no le sonríe a nadie más que a la muerte.

Nada le agrada excepto la muerte.

Su esposa, su hijo, su hija, todos llevan el nombre de muerte, y

lo que no se origina ahí es vida.

Es nuevamente la temporada de moda de otoño, y los asesores de moda de los guardianes oficiales de la moralidad de Teherán están haciendo lo que mejor saben: decirles a las mujeres cómo usar sus velos y asesinar a mujeres jóvenes kurdas que demuestran ideas independientes sobre esta cuestión moral vital.

Ha pasado poco más de un año desde el asesinato de Jina Amini, cometido por el Estado iraní, en septiembre de 2022, un hecho que conmocionó al mundo y desencadenó una ola de disidencia dentro de Irán. Bajo el lema “Jin, Jiyan, Azadî” (“Mujer, Vida, Libertad”), este movimiento se encendió en Kurdistán y provocó que más de 20.000 personas fueran encarceladas y cientos más asesinadas, incluidos 134 kurdos, 11 de los cuales perdieron la vida mediante tortura en manos de las fuerzas de seguridad.

En octubre de 2023, otra estudiante kurda de la cordillera de Zagros, Armita Geravand, de 17 años, fue víctima de las políticas draconianas del Estado iraní con respecto al hijab obligatorio. La terrible experiencia de Armita la dejó en coma durante casi cuatro semanas, resultado directo de la lesión infligida durante su agresión a manos de la policía moral iraní. Su lucha es emblemática de la resiliencia exhibida por las mujeres kurdas frente a la adversidad implacable.

De hecho, es cada vez más evidente que el régimen iraní selecciona activamente a sus víctimas para esta agenda opresiva, con especial atención en el pueblo kurdo.

El “Tratado de Paz con Turquía” –más comúnmente conocido como el Tratado de Lausana de 1923– tuvo como resultado la prevención del surgimiento de Kurdistán como un Estado soberano independiente. En consecuencia, los kurdos se encontraron distribuidos arbitrariamente entre los Estados de Turquía, Irán, Siria, Irak y la Unión Soviética (URSS), a menudo mediante manipulaciones y acuerdos geopolíticos que ignoraban sus aspiraciones nacionales y su clamor por la autodeterminación.

Como se describe en el tratado anglo-persa del 9 de agosto de 1919, el compromiso de Gran Bretaña de preservar la integridad territorial de Persia (más tarde conocida como Irán) mantuvo al Kurdistán Oriental dentro de las fronteras de Irán. Los kurdos, que comprenden aproximadamente entre 10 y 12 millones de personas en Irán, representan más del 10 por ciento de la población total del país. Sin embargo, antes del asesinato de Jina Amini, este hecho seguía siendo relativamente desconocido para la comunidad mundial.

La muerte de Jina sirvió como catalizador, provocando una revolución de base que ha trascendido las fronteras de Irán. Arrojó luz sobre las duras realidades que enfrenta el pueblo kurdo e inició una conversación más amplia sobre la situación de los derechos humanos de los grupos nacionales y étnicos en Irán.

Los intentos del Estado iraní de controlar la elección de vestimenta de las mujeres son un microcosmos de sus intentos más amplios de reprimir la disidencia y controlar todos los aspectos de la vida en el país. La lucha por los derechos de las mujeres en el Kurdistán Oriental está estrechamente entrelazada con la batalla más amplia contra la opresión de género, que se ve agravada por la supresión de su identidad nacional.

La imposición del hijab, a menudo percibida como una mera cuestión de código de vestimenta, sirve como un símbolo conmovedor de una violación mucho más amplia y sistémica de los derechos humanos. Para las mujeres kurdas, sin embargo, el peso de esta injusticia se ve exacerbado por la supresión simultánea de su identidad nacional. La interseccionalidad de esta política (que combina, como lo hace, género y nacionalidad) pinta un panorama complejo y profundamente preocupante de su difícil situación.

Cuando se considera la identidad kurda dentro de este contexto, emerge un panorama más intrincado y angustioso. Las mujeres kurdas no sólo luchan contra la discriminación de género sino que también enfrentan la negación de su identidad nacional. El término “Kurdistán” representa una fuerte conexión con la cultura, el idioma y la herencia kurda y, para los kurdos, es una parte fundamental de su identidad. Sin embargo, el Estado iraní ha tratado sistemáticamente de suprimir esta identidad, viéndola como una amenaza a la autoridad central, el perso-sh’ia, con el farsi como lengua oficial impuesta.

Esta política interseccional y de múltiples niveles de género, religión, idioma y nacionalidad amplifica las luchas que enfrentan las mujeres kurdas. Demuestra la naturaleza multifacética de su opresión, ya que enfrentan discriminación en dos frentes distintos. El enfoque represivo del Estado iraní busca efectivamente silenciar no sólo sus voces como mujeres, sino también sus aspiraciones de expresar y celebrar su herencia kurda.

El arma de doble filo de la opresión basada en el género y la supresión de la identidad nacional no sólo infringe los derechos y la dignidad de las mujeres kurdas, sino que también exacerba el clima general de violaciones de derechos humanos bajo el régimen iraní. Es crucial reconocer que su lucha no es aislada; es un componente crítico de una batalla más amplia contra la discriminación sistémica y el autoritarismo dentro de la geografía del país.

El mundo debe reconocer las luchas únicas que enfrentan las mujeres kurdas y solidarizarse con ellas en su búsqueda de la igualdad, la libertad y el derecho a expresar su identidad nacional. Abordar estos desafíos interseccionales requiere un enfoque multifacético que enfatice tanto la igualdad de género como el reconocimiento de las diversas identidades nacionales dentro de Irán. Sólo a través de esfuerzos colectivos podemos esperar desmantelar las barreras que han impedido que estas mujeres participen plenamente en la sociedad y expresen su yo auténtico.

FUENTE: Loqman Radpey / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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