Diwêriya Xidir: una mujer fuerte que trabaja incansablemente

La planta de regaliz es una leguminosa herbácea perenne que crece en Siria, Egipto y muchas regiones de Asia y Europa. La raíz de regaliz se considera uno de los remedios herbales más antiguos del mundo. Un tipo diferente de planta de regaliz crece en Estados Unidos. Y se usa para hacer té. Hay 12 raíces de regaliz que tienen 12 colores y sabores diferentes. Aparte de su sabor, tiene muchos beneficios para la salud.

Con la llegada de la primavera, Diwêriya Xidir, de 50 años, se acerca a la orilla del río Habur para recolectar las raíces de regaliz. Antes de ser desplazada por la fuerza, Diwêriya vivía en la aldea de Tal Nesri, de la ciudad de Tal Tamr de Haseke, en Rojava. Ahora vive con su familia en la aldea de Tal Nasri.

Diwêriya comenzó a hablar sobre los beneficios de las raíces de regaliz mientras las lavaba después de recolectarlas. “Las raíces de regaliz son buenas para muchas enfermedades –contó-. Por lo general, crecen cerca de las orillas de los ríos, arroyos y áreas de humedales. Si hay agua, las raíces crecen. Cavo en el alma tanto como puedo para recolectar esta planta, me canso. Si miras mis manos, puedes ver cómo excavo constantemente. Sus raíces son muy largas. Después de recolectarlas, las vendo a los comerciantes. Un kilogramo de raíz de regaliz son 500 libras sirias. Hace 20 años comencé a recolectarlas para ganarme la vida. Crié a mis hijos de esta manera”.

“Cada temporada, recolecto diferentes hierbas”, dijo Diwêriya, y agregó: “Voy a todas partes para recolectar hierbas. Voy a Tal Tamr, Zerkan, Haseke, Qamishlo para recogerlos. Nada puede impedirme recolectar hierbas excepto una enfermedad, porque es mi trabajo y me gusta mi trabajo. La gente hace este trabajo en todas partes. La única diferencia entre ellos y yo es mi edad. Tengo 50 años pero trabajo como una persona joven. Mis hijos me ayudan y esto me hace más feliz”.

Diwêriya hará jarabe de regaliz para el Ramadán por primera vez. “Después de lavarlos, los pelaré. Los agregaré al agua hirviendo. Luego, lo pondré en la heladera. No es necesario agregar azúcar porque es dulce”, aseguró.

Diwêriya dijo que nunca dejará de estar en la naturaleza y recolectar hierbas a pesar de su edad, y agregó: “Tengo que trabajar. Tengo que moverme. No me siento viva cuando no trabajo ni me muevo. Soy una mujer fuerte que trabaja incansablemente”.

FUENTE: Sorgul  Sêxo / Jinha / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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