Halabja: una herida de mujer sin cicatrizar durante 33 años

33 años después del ataque químico de Halabja, los sobrevivientes todavía buscan justicia y exigen que se encuentre a los niños desaparecidos de la ciudad kurda del norte de Irak.

El ataque químico a Halabja, ciudad de Bashur (Kurdistán iraquí) afectó principalmente a las mujeres, quienes perdieron a sus hijos, maridos y parientes. Por eso, sus heridas aún están frescas, incluso el tiempo no puede curarlas.

Rubar Muhammed es una de estas mujeres. Perdió a su madre, padre, hijos y dos hermanos en el ataque. El 16 de marzo de 1988, llevó a su hijo recién nacido a un hospital en Sulaymaniyah cuando Halabja fue atacada. Todos los miembros de su familia murieron en el ataque químico, excepto ella y su hijo. Rubar se aferró a la vida por su hijo y ahora es una de las personas que trabaja para la Asociación de Víctimas Químicas de Halabja, una organización que intenta curar las heridas de las mujeres sobrevivientes que han sufrido muchas enfermedades físicas y psicológicas luego del ataque.

Rubar se quejó de que el Gobierno Regional de Kurdistán (GRK) no brindaba el apoyo adecuado a las víctimas de Halabja, en particular a las mujeres.

 Los rastros de ataque químico no se borran

“Trabajo voluntariamente para la asociación y también soy miembro oficial de la asociación. Nuestro objetivo es apoyar a quienes han perdido a sus familiares. Solo mi hijo y yo somos supervivientes en mi familia. El día del ataque, llevé a mi hijo a un hospital en Sulaymaniyah. Borrar las huellas en Halabja llevará años. Particularmente, las mujeres no pueden superar los efectos de la masacre. Muchas mujeres tuvieron que divorciarse porque ya no podían asumir la responsabilidad de su familia, su cónyuge y su vida. Muchas mujeres no pudieron volver a quedar embarazadas después del ataque químico de Halabja”, nos dijo Rubar.

Rubar Muhammed continuó hablando y llamó la atención sobre el hecho de que las mujeres se encuentran en una situación difícil: “Muchas mujeres en Halabja han sufrido problemas psicológicos. Pero, lamentablemente, no hay ningún centro en Halabja para que las mujeres reciban apoyo psicológico. La vida puede ser difícil para todos, por supuesto, pero es más difícil para las mujeres. Algunas de ellas han tratado de sobrevivir a pesar de las dificultades, incluso si perdieron a sus familiares. Pero algunas no pueden aferrarse a la vida. Si hubiera un centro que brindara apoyo psicológico a las mujeres, tal vez podrían superar esta situación. La gente dice: ‘Las mujeres constituyen la mitad de la sociedad’; si las mujeres constituyen la mitad de la sociedad, entonces las mujeres deben recibir la importancia necesaria y los problemas que enfrentan las mujeres deben resolverse sin discriminación”.

Rubar habló sobre las ayudas y los servicios proporcionados por el Gobierno Regional de Kurdistán a Halabja: “No afirmo que no hicieron nada por Halabja, pero no hicieron nada por las mujeres. La mayoría de las mujeres ni siquiera pueden salir. Si reciben apoyo psicológico, tal vez puedan superar lo que experimentaron en el pasado”. Rubar exigió la apertura de un centro de apoyo psicológico para mujeres en Halabja.

Perder a todos los miembros de la familia

Şewmin Abdullah perdió a su madre, padre, hermana, hermano, hija e hijo en el ataque químico de Halabja. Nunca olvida su último momento con su hija Sara, aunque hayan pasado 33 años. “Nunca olvido cómo Sara me dijo ‘No me dejes, mamá’, recuerda.

El 14 de marzo, Şewmin fue a Sulaymaniyah para dar a luz. El ataque químico de Halabja se llevó a cabo cuando ella estaba en el hospital. Desde entonces, no ha recibido noticias de sus hijos y familiares. Ella no cree que sus familiares murieron en el ataque y los ha estado esperando durante 33 años. Por eso, pide al Gobierno Regional de Kurdistán que promulgue una ley para encontrar a los niños desaparecidos de Halabja.

“La noche del 14 de marzo, me enviaron a un hospital en Sulaymaniyah para dar a luz. Dejé a mi hija y a mi hijo con mi padre. Fui al hospital con mi esposo. La masacre se llevó a cabo en Halabja cuando estábamos en Sulaymaniyah. No he recibido noticias de ellos desde hace 33 años, así que no creo que estén muertos. Por eso la vida me resulta tan dura. Como madre, todos los días son 16 de marzo para mí. Cada día es un día de luto para mí. Siempre que decido aferrarme a la vida”, señala.

“Se debe hacer algo por los niños desaparecidos”

Şewmin Abdullah comenzó a llorar cuando habló sobre la masacre: “No me llevé a Sara conmigo. La dejé con mi padre. Los he esperado durante 33 años. Tenía cáncer y tuve que lidiar con mis problemas psicológicos. Una madre puede entender lo que siento. Ahora tengo una hija y un hijo. Pero sentiré el dolor de perder a Sara y Karzan hasta que muera”.

 En este 33º aniversario de la masacre de Halabja, Şewmin Abdullah solicita al GRK que promulgue una ley para encontrar a los niños desaparecidos de Halabja. “Deberían escribir una solicitud oficial al gobierno iraní para encontrar a los niños desaparecidos de Halabja, que fueron llevados a Irán después de la masacre –asegura-. Preparamos un proyecto y lo presentamos al Gobierno Regional de Kurdistán para promulgar una ley para encontrar a los niños desaparecidos. Desafortunadamente, no hemos recibido ninguna respuesta hasta ahora”.

Şewmin Abdullah es ahora miembro de la asociación para encontrar a los niños desaparecidos de Halabja.

FUENTE: JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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