“La crisis económica condena a la gente a morir de hambre”

La crisis económica sigue agravándose debido a los gastos de guerra del régimen del AKP-MHP. El poder adquisitivo de la gente disminuye rápidamente, mientras aumentan los costes de los alimentos, la electricidad y la calefacción.

La crisis económica en Turquía y Kurdistán del Norte golpea con especial dureza a la población de las provincias kurdas. Según la agencia estatal de estadística TÜIK, la inflación anual fue del 64,77 por ciento en 2023, pero según el grupo independiente de investigación de la inflación (ENAG), fue del 127,21 por ciento. Tras un aumento del 49 por ciento el 1 de enero de 2024, el salario mínimo en Turquía es de 518 euros (a partir del 9 de enero de 2024, porque el valor del salario mínimo mensual de 17.008,62 liras turcas disminuye diariamente debido a la inflación) al mes por una semana de 45 horas.
La crisis económica sigue agravándose debido a los gastos de guerra del régimen del AKP-MHP. El poder adquisitivo de la población disminuye rápidamente, mientras aumentan los costes de los alimentos, la electricidad y la calefacción.
ANF habló con los habitantes de Amed sobre su situación.

Mecit Turgay dijo que tenía diversidad funcional y estaba en paro. Inmediatamente hizo la conexión entre guerra y crisis y dijo: “Primero tiene que parar la guerra, las madres no deben llorar. Para ello hay que visitar Imrali. Si el dinero que se gasta en la guerra se invierte en agricultura y educación, se acabará la crisis”.

El gobierno está intentando aprobar una ley que encerraría a las mujeres en sus casas. Las mujeres deberían participar más en la educación, los negocios, la política y la vida. Debe haber universidades libres, científicas y democráticas. Los jóvenes y las mujeres deberían participar más en la vida”.


“La guerra empezó de nuevo y la gente se empobreció”

Remzi Elçi recordó que durante el “proceso de diálogo” entre el gobierno turco y el PKK también mejoró la situación económica del país y añadió: “Muchos de nosotros nos convertimos en propietarios de viviendas, nuestros trabajos iban bien. Todo el mundo tenía ingresos. Como el dinero gastado en la guerra beneficiaba a la gente, la prosperidad mejoró. Pero cuando empezó de nuevo la guerra, volvimos a ser pobres. Todo el dinero se destina a la guerra. La gente tiene grandes dificultades financieras. La gente ya no calcula con unos días de antelación, sino con unas horas. Es un gran problema. Los aumentos salariales no son suficientes y la inflación es galopante. Una barra de pan cuesta 15-16 TL. ¿Cómo puede una familia con dos hijos vivir con el salario mínimo? Ni siquiera todo el mundo puede trabajar por el salario mínimo. La mayoría de las empresas contratan a gente sin seguro y por debajo del salario mínimo”.

“Imposible ganarse la vida sin robar”

Mehmet Çiftçi afirmó que la gente tiene ahora grandes problemas para ganarse la vida. Tanto los precios del transporte como los de los alimentos se ven muy afectados por la inflación. Dijo: “Se ha vuelto imposible ganarse la vida sin robar o blanquear dinero. La gente está atrapada, agobiada con tarjetas de crédito y nuevos préstamos que no puede devolver. ¿Cómo puede la gente ganarse la vida? Los funcionarios no pueden ganarse la vida. Los que cobran el salario mínimo no pueden ganarse la vida. Nadie puede comprarse una casa o un coche. Si no se puede garantizar un futuro a los jóvenes, se irán a otros países en busca de calidad de vida y libertad. ¿Quién quiere vivir en el extranjero, separado de sus padres?”

“La gente está condenada a pasar hambre”

Burhan Işlen dijo que, aunque era soltero, no podía ganarse la vida. Işlen dijo que fue al hospital a causa de un resfriado y pagó 90 TL por un medicamento. Y continuó: “El pan cuesta 15 TL, el transporte 14 TL. ¿Cómo podemos vivir? Hay personas con enfermedades crónicas que necesitan tomar medicamentos regularmente todos los meses. ¿Sabe el gobierno el precio de los medicamentos? No podemos ganarnos la vida. Como estamos gobernados por una administración despótica, la gente no se atreve a hablar, pero los hechos no desaparecen por el despotismo. ¿Cómo puede sobrevivir una familia de cinco miembros con el salario mínimo? El gobierno dice que son musulmanes, y hay gente que les vota porque rezan, pero Alá maldice al opresor. Alá maldice al que se come el pan de su siervo. Se ignora la pobreza de la gente. Se condena a la gente a morir de hambre. Este sistema tiene que cambiar”.

Fuente: ANF

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