La cultura de la rueca sigue viva en Kurdistán

A pesar de los avances tecnológicos, las mujeres hacen todo lo posible para mantener vivas las tradiciones antiguas. Una de estas tradiciones es la rueca, una herramienta tradicional utilizada en el hilado. Rifa Eli Hesen, de 61 años, es madre de siete hijos y trata de mantener viva esta tradición.

Rifa Eli Hesen, que vive en la aldea de Uzelmer, de la ciudad de Amude, en el noreste de Siria, fabrica colchones de lana, almohadas y alfombras para las oraciones. Rifa aprendió a usar la rueca de su madre.

“Siempre que miro a la rueca, recuerdo los días en que mi madre y las mujeres se juntaban y cantaban canciones”, rememora.

Para Rifa, “una sociedad que no protege su cultura, colapsará”. “La nueva generación no sabe cómo usar materiales antiguos e históricos –reflexiona-. Están acostumbrados a productos confeccionados. Esta situación tiene un impacto negativo en la sociedad”.

Rifa utiliza su rueca para hilar lana todos los días y todavía tiene los colchones de lana que hizo hace años. “Los colchones de lana son buenos para quienes sufren dolores de espalda. La gente usaba productos naturales en el pasado, por esta razón no se enfermaba tan a menudo”, asegura.

Como último pensamiento, Rifa dice: “No usen productos prefabricados, usen productos hechos a mano. Las mujeres y los padres deben proteger sus tradiciones”.

FUENTE: Ronida Haci / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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